La inflaci¨®n del ¨¢rea del euro cae hasta el 0,5% y se adentra en zona de peligro
Los precios caen en Espa?a y cuatro pa¨ªses m¨¢s 15 socios del euro, incluida Alemania, registran tasas inferiores al 1% Los datos meten a¨²n m¨¢s presi¨®n al BCE
La nueva era econ¨®mica que los mandarines de la eurozona pintan con radiantes colores tras un lustro de crisis se dio este mi¨¦rcoles de bruces con las estad¨ªsticas. El ¨ªndice de precios de consumo se redujo definitivamente al 0,5% en abril, muy lejos del objetivo del Banco Central Europeo (BCE) ¡ªen el 2%¡ª y con cinco pa¨ªses ya en tasas negativas: Espa?a, Grecia, Portugal, Chipre y Eslovaquia. Hay hasta ocho socios de la Uni¨®n con ca¨ªdas de precios, incluidos Suecia, Croacia y Bulgaria. Una inflaci¨®n tan baja dificulta el proceso de reducci¨®n de la deuda en el que est¨¢ metido el continente. Y hace casi in¨²til el doloroso ajuste que han emprendido los pa¨ªses bajo el yugo de la troika a trav¨¦s de las devaluaciones internas (bajadas de salarios y de los costes laborales, junto con otras medidas), que no permiten recuperar competitividad porque en el resto del continente los precios apenas crecen.
Ese tono mortecino de la inflaci¨®n, estrechamente vinculado a la l¨¢nguida recuperaci¨®n europea, no hace m¨¢s que alimentar las expectativas de una inminente activaci¨®n de medidas extraordinarias y radicales por parte del BCE. El Eurobanco, mucho m¨¢s conservador que los bancos centrales de Estados Unidos, Reino Unido y Jap¨®n, est¨¢ metido desde hace meses en una escalada verbal que empieza a hacer mella en su credibilidad: los mercados apenas reaccionan ya a las promesas de Fr¨¢ncfort.
La baj¨ªsima inflaci¨®n ¡ªen m¨ªnimos desde noviembre de 2009¡ª es el env¨¦s de la fortaleza del euro, que complica la salida de la crisis v¨ªa exportaciones. Y preocupa a todo el mundo. El redoble de tambores del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Comisi¨®n Europea, con la alerta de los riesgos de deflaci¨®n ¡ªuna enfermedad econ¨®mica de dif¨ªcil cura, que consiste en una ca¨ªda general y prolongada de los precios¡ª, no acaba de hacer mella en Fr¨¢ncfort, m¨¢s all¨¢ de las palabras y de las reiteradas promesas del presidente Mario Draghi.
La inflaci¨®n media se adentra en lo que el propio Draghi ha bautizado como ¡°zona de peligro¡±: 15 de los 18 socios del euro registran ya crecimientos de precios inferiores al 1%. Incluso en Alemania, cuyo miedo cerval al alza de precios condiciona las pol¨ªticas del Eurobanco ¡ªel ¨²nico de los grandes bancos centrales que no se ha embarcado en pol¨ªticas de compras de activos¡ª, el IPC est¨¢ por debajo del 1%.
Los mercados esperan que el ¨ªndice armonizado europeo repunte hasta el 0,8% en abril por el encarecimiento de la energ¨ªa. Pero todos los datos de los ¨²ltimos seis meses han sorprendido a la baja. A las cada vez m¨¢s notables fuerzas deflacionistas del euro ¡ªuna zona econ¨®mica con altos niveles de deuda p¨²blica, pero sobre todo privada, exiguo crecimiento y una preocupante evoluci¨®n demogr¨¢fica¡ª se une la llegada de la marea de la austeridad a las costas de Italia y sobre todo de Francia: el Gobierno franc¨¦s anunci¨® este mi¨¦rcoles la congelaci¨®n de los salarios de los funcionarios, las pensiones y las prestaciones sociales, una medida que contribuir¨¢ a alimentar el riesgo de deflaci¨®n. Francia cerr¨® marzo con un crecimiento de precios del 0,7%, que desaf¨ªa las leyes de la gravedad: la inflaci¨®n no aumenta, contra lo que dicen todos los manuales de la ortodoxia, a pesar de la subida reciente del IVA, que no se ha dejado notar en los precios a causa del estancamiento de la econom¨ªa.
Las expectativas de inflaci¨®n est¨¢n firmemente ancladas a medio y largo plazo¡± Banco Central Europeo
Draghi defiende desde hace meses que la inflaci¨®n es demasiado baja por razones extraordinarias: unos precios de la energ¨ªa en declive que deber¨ªan empezar a cambiar de signo este mismo mes, y un euro fort¨ªsimo que el presidente del BCE no ha conseguido ablandar con una bater¨ªa de declaraciones altisonantes que de momento no han venido acompa?adas de una sola medida. En su ¨²ltimo discurso, el pasado viernes, prometi¨® acci¨®n: el euro baj¨® r¨¢pidamente, pero en los d¨ªas posteriores volvi¨® a recuperarse ante la cacofon¨ªa de voces en Fr¨¢ncfort, con varios consejeros lanzando mensajes cruzados. El BCE defiende en todas las ruedas de prensa posteriores a su consejo de gobierno que ¡°las expectativas de inflaci¨®n est¨¢n firmemente ancladas a medio y largo plazo¡±, con ese lenguaje sedante que en el ¨²ltimo medio a?o se ha visto sorprendido una y otra vez por una desaceleraci¨®n de la inflaci¨®n hasta niveles preocupantes. Ya ni siquiera esas expectativas est¨¢n tan amarradas: Reuters dio a conocer este mi¨¦rcoles una encuesta a economistas que pone de manifiesto que la zona euro se enfrenta a al menos dos a?os de muy baja inflaci¨®n, crecimiento y creaci¨®n de empleo an¨¦micos, con un tipo de cambio fuerte que dificulta la reactivaci¨®n. Los expertos destacan, sobre todo, las dificultades de Fr¨¢ncfort para darle la vuelta a esa tendencia. El BCE se desplazar¨¢ a Bruselas para la reuni¨®n de mayo: en la capital europea se ver¨¢ si Draghi sigue con la palabrer¨ªa o si de veras pasa de las musas al teatro.
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