El gigante africano no es solo petr¨®leo
Nigeria se convierte en la econom¨ªa mayor del continente, tras superar a Sud¨¢frica
De la noche a la ma?ana, Nigeria se ha convertido en la econom¨ªa m¨¢s grande y potente de ?frica. Esto es al menos lo que revela su producto interior bruto (PIB) de 2013, que se acaba de recalcular y ahora se eleva a 371.486 millones de euros, superando as¨ª a Sud¨¢frica, su gran rival continental. Lo m¨¢s curioso de todo es que, si bien la econom¨ªa del gigante nigeriano (170 millones de habitantes) se sustenta sobre todo en el petr¨®leo, del que es el gran productor africano, este ¨¦xito repentino se apoya m¨¢s bien en otros sectores, como el comercio electr¨®nico (s¨ª, Internet), los servicios, las telecomunicaciones y sus vibrantes industrias musical y cinematogr¨¢fica, que disfrutan de un ¨¦xito arrollador en todo el continente.
Esta ¡°buena noticia¡± llega adem¨¢s en un momento de inestabilidad pol¨ªtica, con unas elecciones a la vuelta de la esquina y de m¨¢xima actividad de uno de los grupos terroristas m¨¢s sanguinarios del mundo: Boko Haram, que un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n golpea con enorme violencia en los Estados musulmanes del norte del pa¨ªs, donde se libra una guerra no declarada.
En 2013, el Fondo Monetario Internacional hab¨ªa calculado el PIB nigeriano en 256.473 millones de euros. Sin embargo, hac¨ªa mucho tiempo que este pa¨ªs no actualizaba sus estad¨ªsticas de producci¨®n y consumo, y que ven¨ªa usando como referencia los precios de 1990. Siguiendo los consejos de la Comisi¨®n de Estad¨ªstica de la ONU, el Gobierno de Abuya decidi¨® actualizar sus cifras y, tras una larga espera de varios meses, finalmente decidi¨® hacerlas p¨²blicas el pasado 5 de abril. Ahora el PIB se sit¨²a en 371.486 millones de euros, una espectacular subida que ha sido suficiente para superar a Sud¨¢frica, pero que no puede hacer olvidar un hecho clave y es que el pa¨ªs de Nelson Mandela sigue estando por encima en renta por habitante (unos 6.000 euros al a?o frente a menos de 2.000 para los nigerianos).
El Fondo Monetario revisa al alza el PIB del pa¨ªs: 371.000 millones de euros
Nigeria, cuya econom¨ªa viene creciendo a un ritmo m¨¢s o menos sostenido del 7% anual, es el principal productor de petr¨®leo del continente. Pero la clave de la pujanza del pa¨ªs m¨¢s poblado de ?frica hay que buscarla en la emergencia de nuevas industrias en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, entre las que destacan las nuevas tecnolog¨ªas y el cine. Con epicentro en Lagos, ciudad de ocho millones de habitantes del rico sur petrolero, Nigeria produce unas 2.000 pel¨ªculas al a?o (200.000 empleos directos y 450 millones de ingresos anuales) que se distribuyen como rosquillas en los mercados de medio continente. La arrolladora Nollywood se ha convertido ya en la segunda industria cinematogr¨¢fica del mundo tras Bollywood (India) y la estadounidense Hollywood. Pero no es solo cine: servicios, comercio, Internet, m¨²sica, hoteles. Y telefon¨ªa m¨®vil, como no. Este sector representaba antes el 1% del PIB, pero ahora, con 120 millones de tarjetas SIM, adquiere un peso de casi el 9%.
Un paradigma de la vitalidad econ¨®mica nigeriana podr¨ªa ser el empresario Aliko Dangote, que este a?o se ha convertido en el primer africano en alcanzar el Top 25 de los hombres m¨¢s ricos del mundo de la revista Forbes. En 2010 este magnate del cemento y la alimentaci¨®n (controla el mercado del az¨²car en su pa¨ªs y posee la planta cementera m¨¢s grande de toda ?frica) ocupaba el puesto 463 de las fortunas mundiales, pero desde entonces no ha hecho otra cosa que prosperar: en solo un a?o el ¡°chico de oro¡± nigeriano ha doblado su patrimonio, que en la actualidad se estima en algo m¨¢s de 18.000 millones de euros. Una de las claves de su ¨¦xito ha sido la diversificaci¨®n. Dangote Group, con intereses en la propia Nigeria, Togo y Ben¨ªn o en pa¨ªses tan alejados como Kenia o N¨ªger, ha entrado de lleno en el sector petrolero con la construcci¨®n de una refiner¨ªa financiada, en gran medida, con fondos propios.
La pujanza de Nigeria no se basa en el crudo, sino en Internet y el cine
Sin embargo, el magnate nigeriano Dangote forma parte de una ¨¦lite muy restringida en Nigeria, conocida all¨ª como el ¡°top million¡±. La gran mayor¨ªa (60%) de los nigerianos vive con menos de un d¨®lar al d¨ªa y el pa¨ªs no consigue remontar en ?ndice de Desarrollo Humano, que combina par¨¢metros como la esperanza de vida, la educaci¨®n y el PIB per capita (ocupa el puesto 153 del mundo, en la parte baja de la tabla). La sanidad tambi¨¦n es p¨¦sima, la electricidad escasa e irregular, las carreteras est¨¢n en muy mal estado. Cuando la reputada economista y actual ministra de Finanzas, Ngozi Okonjo-Iweala, present¨® a bombo y platillo las cifras actualizadas del PIB, no dud¨® un instante en poner el acento en que estas cifras deb¨ªan servir de est¨ªmulo a la inversi¨®n extranjera y generar m¨¢s confianza.
Pero todo ello pasa por la estabilidad y seguridad. Y este es el tal¨®n de Aquiles de Nigeria, los pies de barro del gigante. Su innegable dinamismo tropieza una y otra vez con la existencia de una fuerte delincuencia organizada y con su propia incapacidad para acabar con dos serias amenazas que ejercen una especie de pinza. En el contaminado delta del N¨ªger, el coraz¨®n petrolero del pa¨ªs, un pu?ado de bandas armadas se disputan los beneficios del negocio y atacan oleoductos, mientras que, en el norte, el Estado est¨¢ en guerra contra el sanguinario grupo terrorista de corte islamista radical Boko Haram (que significa ¡°la educaci¨®n occidental es pecado¡±), responsable de miles de muertes en los ¨²ltimos a?os y al que no le tiembla la mano a la hora de poner bombas en iglesias, mercados o colegios. Su ¨²ltima acci¨®n, hace poco m¨¢s de una semana, ha sido el secuestro de varios cientos de adolescentes de un instituto.
Pero la renta ¡®per capita¡¯ es de 2.000 euros, frente a los 6.000 sudafricanos
La palabra m¨¢s repetida para definir al actual presidente de Nigeria es ¡°d¨¦bil¡±. Se llama Goodluck Jonathan y parece que su nombre (buena suerte) fue premonitorio cuando un aut¨¦ntico azar, la muerte de su antecesor Umaru Yar¡¯Adua y los siempre delicados equilibrios religiosos y territoriales en el seno del gran partido pol¨ªtico nigeriano, el PDP, le elevaron en 2010 a la presidencia del pa¨ªs. Pese a sus esfuerzos, al menos ante la galer¨ªa, no ha sido capaz de resolver el problema del terrorismo ni de embridar la corrupci¨®n rampante. Tambi¨¦n ha tenido que hacer frente a la furia de las avenidas cuando intent¨® retirar las subvenciones a los carburantes, medida en la que dio finalmente marcha atr¨¢s. En febrero hay elecciones y su partido, a menos de un a?o de esta cita, sigue dividido.
Aun as¨ª, fracturado, inestable y amenazado, Nigeria crece. La reducci¨®n de la deuda, la austeridad, la seriedad fiscal y el fomento de las inversiones est¨¢n creando un clima cada vez m¨¢s atractivo para los negocios, aunque a¨²n queda camino por recorrer. Recursos le sobran. Es un inmenso y din¨¢mico mercado con el que hay que contar siempre cuando se habla de ?frica. Y los nigerianos han demostrado siempre talento y capacidad de adaptaci¨®n. Su repentino salto al primer puesto de las econom¨ªas continentales es solo la constataci¨®n de una evidencia, la de que Nigeria sigue siendo uno de los motores, a veces pesado y quejumbroso pero siempre funcionando, que tira de un continente en crecimiento.
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