Las dudas rodean el programa de asistencia del FMI a Ucrania
Tras dos meses de arduas negociaciones, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprob¨® esta semana finalmente el esperado pr¨¦stamo a Ucrania por valor de 17.000 millones de d¨®lares y dos a?os de duraci¨®n, que busca ofrecer un respiro a la complicada situaci¨®n en el pa¨ªs.
En esta ocasi¨®n, las cuestiones econ¨®micas, con una recesi¨®n prevista del 5 % para 2014, se entremezclan con las pol¨ªticas, dadas las tensiones internas entre el nuevo gobierno de Kiev y los movimientos separatistas prorrusos del este de Ucrania.
Por ello, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, reconoci¨® al dar a conocer el programa de asistencia financiera, al que van condicionadas una serie de reformas estructurales de ajuste fiscal, la incertidumbre que lo acompa?a.
"Los riesgos del programa son altos. En particular, una mayor escalada en las tensiones con Rusia y la agitaci¨®n en el este del pa¨ªs supone un riesgo sustancial para las perspectivas econ¨®micas", afirm¨® Lagarde.
Los funcionarios del Fondo consideran impostergable un ajuste fiscal que reduzca el d¨¦ficit en torno al 3 % en los pr¨®ximos dos a?os para la estabilidad econ¨®mica del pa¨ªs, y subrayan como fundamental la supresi¨®n de los subsidios energ¨¦ticos de la compa?¨ªa ucraniana estatal de gas Naftogaz, uno de los principales responsables de este abultado desequilibrio en las cuentas p¨²blicas.
Consciente de las cr¨ªticas de que este ajuste pueda ahondar la actual recesi¨®n de la econom¨ªa ucraniana, el director del Departamento de Europa del Fondo, Reza Moghadam, calific¨® el ajuste planeado como "moderado" en un encuentro con periodistas en Washington.
Algo que, sin embargo, no comparten algunos analistas.
"Dudo mucho que el plan del FMI funcione. El ajuste es notable, y puede generar una espiral en descenso donde los ingresos y el d¨¦ficit empeoren, como ocurri¨® en Grecia y otros pa¨ªs que han tratado de reducir el gasto durante una recesi¨®n", dijo a Efe Mark Weisbrot, codirector del Center for Economic and Policy Research de Washington.
"No puedes destruir una econom¨ªa para salvarla", remarc¨® Weisbrot.
El ya de por s¨ª complejo panorama se complica a¨²n m¨¢s cuando salen a la luz los detalles del programa, que adem¨¢s de congelar los salarios y elevar los impuestos y el precio del gas, estipula que parte de la inyecci¨®n de dinero por parte del FMI debe destinarse al pago de deudas previas de Kiev con el organismo internacional.
Por su parte, Rusia, que tras anexionarse Crimea mantiene su respaldo a los movimientos separatistas del este de Ucrania, tambi¨¦n ver¨¢ saldadas sus deudas por las importaciones de gas, que la estatal Gazprom situ¨® en alrededor de 3.500 millones de d¨®lares.
Moghadam reconoci¨® que el ingreso neto para Kiev ser¨¢ de 12.000 millones, una vez se descuenten los 5.000 millones adeudados a la instituci¨®n, y consider¨® estos pagos necesarios para el restablecimiento de la "confianza" en las finanzas p¨²blicas de Ucrania.
La luz verde del FMI significa, adem¨¢s, el desbloqueo adicional de otros 10.000 millones de d¨®lares por parte de la comunidad internacional a trav¨¦s del Banco Mundial y la Uni¨®n Europea, entre otros.
Quiz¨¢ por ello, otros analistas se muestran m¨¢s optimistas acerca de la posibilidad de que el programa salga adelante y permita la estabilizaci¨®n de la econom¨ªa ucraniana.
"Ucrania est¨¢ ahora luchando por su supervivencia como un estado independiente, lo que significa que es pol¨ªticamente mucho m¨¢s sencillo pedir a los ciudadanos compartir algo de sacrificio por los m¨¢s altos precios de la energ¨ªa y, adem¨¢s, los oligarcas ucranianos tienen tambi¨¦n un amplio inter¨¦s en que el programa tenga ¨¦xito", indic¨® Jacob Kierkegaard a Efe, investigador del Peterson Institute for International Economics.
Estas dos circunstancias, agreg¨® Kierkegaard, significan que "el nuevo gobierno tiene mucho m¨¢s espacio pol¨ªtico para aplicar el programa que previamente".
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