Estados Unidos forz¨® al Gobierno a solucionar la crisis de Bankia
Dos a?os despu¨¦s se conocen los detalles de las presiones del Tesoro norteamericano al Gobierno para inyectar dinero p¨²blico y destituir a Rato
Estados Unidos tuvo un papel decisivo en la crisis de Bankia. Ahora que se cumplen dos a?os de la intervenci¨®n, el 7 de mayo de 2012, afloran detalles in¨¦ditos que explican los movimientos del Gobierno para atajar la gran quiebra de Bankia, que, como afirm¨® el presidente Mariano Rajoy, ¡°estuvo a punto de tumbar a Espa?a¡±. La intervenci¨®n de EE UU, cuya econom¨ªa se vio afectada por la crisis del euro, desbloque¨® la par¨¢lisis del Gobierno espa?ol. El Ejecutivo estaba maniatado por el temor a las consecuencias que pod¨ªa tener la intervenci¨®n de Bankia y, sobre todo, el descabezamiento de la c¨²pula de Rodrigo Rato. Se perdi¨® un tiempo precioso que encareci¨® su nacionalizaci¨®n, seg¨²n coinciden expertos consultados.
La pasividad de Rajoy desesper¨® a las autoridades internacionales
El presidente del Gobierno, cuentan sus allegados, no fue consciente de la magnitud del problema de la entidad madrile?a/valenciana hasta unas semanas antes de su debacle. La tradicional lentitud de Rajoy en tomar decisiones (que ¨¦l mismo admite en p¨²blico) desesper¨® a la comunidad internacional, que ten¨ªa las luces rojas encendidas. Se acercaba el noviembre electoral de 2012 en Estados Unidos. Obama ve¨ªa que la titubeante econom¨ªa pod¨ªa ser un problema para su reeleci¨®n. ¡°Bankia termin¨® por convertirse en el problema no resuelto del sector financiero y, por ende, de toda la econom¨ªa espa?ola. Fue, aquel primer semestre de 2012, el centro de todas las conversaciones en el mundo financiero de Europa y de Estados Unidos¡±, comenta un ejecutivo bancario que pide el anonimato.
El retraso en la nacionalizaci¨®n agrav¨® los problemas del banco
En medio de aquellos d¨ªas de tensi¨®n, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, telefone¨® hasta en cinco ocasiones al ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, seg¨²n fuentes cercanas al Gobierno, para reclamarle una urgente soluci¨®n. ¡°Pide el dinero que sea necesario. El Fondo Monetario Internacional te lo va a conceder, pero es necesario solucionar ya el problema de Bankia¡±, dicen estas fuentes que declar¨® el pol¨ªtico norteamericano. Otros pa¨ªses tambi¨¦n presionaron al ministro en las reuniones del G-20, del Eurogrupo y desde el BCE. En abril se vivieron momentos muy tensos: el Tesoro no se financiaba, los bancos ten¨ªan cortada la liquidez en los mercados y los analistas apostaban por la fecha de ca¨ªda de Espa?a¡ El nerviosismo (y quiz¨¢ otros intereses) provoc¨® que los competidores de Bankia, sobre todo el BBVA (aunque no solo ¨¦l), gritaran a los cuatro vientos los problemas de Bankia, lo que agrav¨® la situaci¨®n, pero pudo acelerar la soluci¨®n. Tras la intervenci¨®n de Bankia, Europa tom¨® el control de la econom¨ªa y forz¨® la constituci¨®n de un banco malo y el uso del dinero de los contribuyentes para soportar los agujeros de capital de las antiguas cajas, algo que neg¨® Rajoy antes de llegar a La Moncloa.
Los enfrentamientos con Deloitte y con el FMI no lograron el cambio de presidente
Personas que estuvieron en la operaci¨®n y que piden el anonimato, admiten que ¡°la soluci¨®n de Bankia se retras¨® varios meses m¨¢s de lo aconsejable, lo que encareci¨® la soluci¨®n¡±. Joaqu¨ªn Maudos, catedr¨¢tico de An¨¢lisis Econ¨®mico de la Universidad de Valencia y uno de los mayores expertos en el mercado financiero, coincide: ¡°No solo en Bankia, sino en m¨¢s entidades, se cometi¨® el error de no reconocer a tiempo que hab¨ªa un problema de solvencia. Otros pa¨ªses inyectaron m¨¢s capital p¨²blico y mucho antes, desde 2008, lo que les ha posibilitado salir antes de la crisis. Se debi¨® cambiar a los gestores en junio de 2010, cuando el Estado inyect¨® los primeros 4.465 millones para recapitalizarla. La gran mayor¨ªa del consejo de BFA y de Bankia eran pol¨ªticos y los problemas llegaron por la mala gesti¨®n y el exceso de crecimiento del cr¨¦dito del ladrillo. Se intervino tarde¡±.
Aquella primera inyecci¨®n de 4.465 millones se realiz¨® con el apoyo de Europa, del Banco de Espa?a y con Zapatero en el poder, que no cuestion¨® el mandato de Rato. Para Rajoy, en 2012, relevar al presidente era una decisi¨®n dif¨ªcil porque supon¨ªa acabar con uno de los nuestros, alguien que estuvo a punto de ser el candidato del PP a La Moncloa hasta que Aznar le dej¨® de lado. Para Guindos, significaba matar a su exjefe, ya que estuvo a sus ¨®rdenes cuando ocup¨® la secretaria de Estado de Econom¨ªa hasta 2004, aunque no manten¨ªa relaciones id¨ªlicas. Para el Gobierno, propiciar el final de Rato supon¨ªa finiquitar al posible recambio de Rajoy en el PP si la econom¨ªa tumbaba al presidente. Adem¨¢s, se corr¨ªa el riesgo de que los barones del partido no entendieran este jaque mate a una figura tan relevante en el PP.
Dos v¨ªas de salvaci¨®n que hundieron el banco
El 11 de junio de 2010 se anunci¨® la fusi¨®n de Caja Madrid con Bancaja (y con el Banco de Valencia, que quebr¨® 18 meses despu¨¦s). La morosidad y la falta de capital que lastraban a Caja Madrid se acrecentaron hasta niveles insoportables. Adem¨¢s, se opt¨® por los SIP o fusiones fr¨ªas, la f¨®rmula creada por el Gobierno socialista y por el supervisor, que solo sirvieron para generar plusval¨ªas contables y esquivar una fusi¨®n real. Esta operaci¨®n, junto a la salida a Bolsa de Bankia, el 20 de julio de 2011, fueron los mayores errores de Rodridgo Rato, exvicepresidente de Gobierno. ?Por qu¨¦ las hizo? Seg¨²n sus declaraciones, la fusi¨®n se realiz¨® porque el Banco de Espa?a le ¡°conmin¨® a negociarla¡±, aunque no fue ¡°forzado¡±. Se fio de informes favorables de Lazard, el banco de inversi¨®n donde el propio Rato trabaj¨® antes de Caja Madrid. Tambi¨¦n dijo que buscaba m¨¢s tama?o, y as¨ª ayudas, ya que Europa ofrec¨ªa dinero en proporci¨®n al balance de la entidad.
Y sobre el salto de Bankia al parqu¨¦, Rato argument¨® que no ten¨ªa m¨¢s remedio para conseguir el nivel de capital que el Gobierno socialista hab¨ªa establecido, el 8%. Lo cierto es que para que Bankia pareciera atractiva en Bolsa, Rato coloc¨® todos los activos malos en BFA. Esta jugada, realizada en diciembre de 2011, pareci¨® un alivio al principio, pero se acab¨® convirtiendo en una losa que llev¨® a la tumba a todo el grupo. El holding BFA se convirti¨® en un banco sin capital suficiente para realizar provisiones y arrastr¨® a Bankia. Por otro lado, ir al parqu¨¦ multiplic¨® por cientos de miles los afectados por la Bankia, ya que los compraron en la OPV perdieron el 99,6% de la inversi¨®n. A aquellos inversores les ha ido peor incluso que a los preferentistas.
Parad¨®jicamente, las dos operaciones clave de Rato para salvar Bankia (la fusi¨®n de Bancaja y la salida al parqu¨¦) la hundieron. Seg¨²n ¨¦l, ¡°si no hubiera habido una doble recesi¨®n, algo que nadie preve¨ªa, no hubiera sucedido todo¡±. Sin embargo, los expertos, como Joaqu¨ªn Maudos, catedr¨¢tico de Econom¨ªa, lo rebaten: ¡°Teniendo en cuenta la elevada concentraci¨®n del ladrillo, hasta el 60% del balance, se debieron tomar medidas mucho antes¡±.
Quiz¨¢ por eso, todos se empe?an en asegurar que no son responsables de su dimisi¨®n. Guindos, en sus declaraciones ante el juez Fernando Andreu, de la Audiencia Nacional, que investiga el caso Bankia, insisti¨® en que ¨¦l no ech¨® a Rato. Admite que los d¨ªas previos a que todo saltara por los aires, el fin de semana del 4 y el 6 de mayo de 2012, mantuvo dos reuniones (que algunos califican de encerronas), con el responsable de Bankia y con Emilio Bot¨ªn, Francisco Gonz¨¢lez, e Isidro Fain¨¦, presidentes del Santander, BBVA y CaixaBank respectivamente. Los banqueros no creyeron las cifras de Rato, pero dijeron no saber por qu¨¦ dimiti¨®. ¡°La salida del presidente de Bankia fue absolutamente personal y voluntaria¡±, declar¨® el ministro.
Sin embargo, el gobernador del Banco de Espa?a, Miguel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, neg¨® esta versi¨®n: ¡°Ese fin de semana yo no s¨¦ lo que pas¨®. El ministerio toma¡ hace lo que sea y acaba con la dimisi¨®n de Rato. Hasta ese momento, el Banco de Espa?a y el Ministerio estaban al alim¨®n. El ministro ni me pregunt¨® ni me inform¨® de lo que iba a hacer ese fin de semana¡±. El exsubgobernador, Javier Ar¨ªztegui, ratific¨® ante el juez que en mayo ¡°las autoridades econ¨®micas¡± asumieron el protagonismo en Bankia y ¡°el supervisor dej¨® de tener el control de la crisis¡±. Ni Ar¨ªztegui ni Ord¨®?ez estaban en Madrid cuando Guindos se reuni¨® con los banqueros.
?Y qu¨¦ dice Rato sobre su dimisi¨®n? Ante el juez utiliz¨® una expresi¨®n ambigua: ¡°Sent¨ª que hab¨ªa perdido la confianza de las autoridades para llevar adelante a Bankia¡±. El hecho cierto, como dice Joaqu¨ªn Maudos, es que ¡°el retraso en actuar en la crisis de Bankia agrav¨® el problema e hizo m¨¢s costosa su reestructuraci¨®n¡±.
Pero Rajoy no tuvo alternativa. Seg¨²n las fuentes consultadas, el presidente de Gobierno no movi¨® ficha hasta que comprendi¨® que ten¨ªa que escoger entre el rescate de Bankia o el de Espa?a, con final dram¨¢tico asegurado. Ninguna soluci¨®n era buena, pero la bancaria era m¨¢s suave, aunque incluyera p¨¦rdida de soberan¨ªa.
Antes de echar a Rato se intentaron otras maniobras de presi¨®n. Deloitte se neg¨® a firmar las cuentas y lo advirti¨® desde octubre de 2011, seg¨²n declar¨® Francisco Celma, socio auditor de la firma, ante el juzgado. La auditora ten¨ªa graves diferencias para ratificar las cuentas del Banco Financiero y de Ahorros (BFA). BFA era el holding del grupo donde se hab¨ªa acumulado toda la basura inmobiliaria: 139 millones de metros cuadrados de suelo, una superficie equivalente a Gran Canarias, entre otros activos. Los supuestos beneficios de 300 millones que present¨® el equipo de Rato se basaban en dos principios contables que Deloitte no aceptaba: los cr¨¦ditos fiscales de 3.300 millones, convertibles en capital, y la valoraci¨®n de Bankia en sus libros, de 12.000 millones frente a los 2.000 millones que val¨ªa en Bolsa. Deloitte pidi¨® un informe independiente que ratificara estas valoraciones, pero no lleg¨®.
Rato consider¨® que la valoraci¨®n interna que BFA ten¨ªa de Bankia y los cr¨¦ditos fiscales eran adecuados porque hab¨ªa margen de 18 a?os para que se recuperara la Bolsa y el mercado inmobiliario, de forma que los activos malos se convirtieran en dinero, pero no convenci¨® a la auditora.
Fue un error, creen los expertos, no cambiar la c¨²pula tras las primeras ayudas
La segunda herramienta de presi¨®n tambi¨¦n fall¨®. Fue el informe del FMI del 25 de abril de 2012 en el que dijo: ¡°Es esencial que el banco de mayor tama?o tome medidas r¨¢pidas y decisivas para fortalecer su balance y mejorar su gesti¨®n y gobierno corporativo¡±. En el mercado se interpret¨® este informe, absolutamente inusual, como un ataque directo del Gobierno contra Rato para que dimitiera. Pero resisti¨®.
Si a alguien no sorprendi¨® la mala situaci¨®n de Bankia fue a Guindos. La prueba es que a las semanas de llegar al Gobierno, a principios de enero, declar¨® a Financial Times que la banca espa?ola necesitar¨ªa 50.000 millones en capital para taponar el agujero del ladrillo. Eran cifras precisas, facilitadas por el Banco de Espa?a. ¡°Cifrar el agujero de la banca en enero fue muy desafortunado porque el Estado no pod¨ªa ponerlos y nos abocaba al rescate¡±, recuerda un exdirectivo de Bankia que estuvo en el equipo de Rato.
Lo cierto es que pasaron cuatro largos meses desde que el ministro dijo aquello de los 50.000 millones y la intervenci¨®n de Bankia. En el medio, de todo: un nuevo decreto del Econom¨ªa que exig¨ªa m¨¢s provisiones a las entidades (que compolicaba m¨¢s las cosas a Bankia), intrigas bancarias, movimientos desesperados de Rato buscando m¨¢s fusiones(con Unicaja y Liberbank), y tres interesantes reuniones de Guindos y el expresidente del banco, a solas, en el despacho del ministro.
Rodrigo Rato dijo que no se sent¨ªa responsable de la gran crisis de Bankia ni reconoci¨® el d¨¦ficit
Pero nada detuvo el final de Rato y el de todos los consejeros de Bankia y de BFA, que dimitieron d¨ªas despu¨¦s. Sin embargo, sus problemas no surgieron en abril o mayo de 2012, sino en enero de 2010, cuando Rato lleg¨® a Caja Madrid. Fue consciente de la mala situaci¨®n en la que Miguel Blesa hab¨ªa dejado la entidad tras a?os de alocado crecimiento en cr¨¦ditos al ladrillo. En febrero de 2010, Rato envi¨® una carta a los principales directivos en la que advert¨ªa: ¡°El ciclo econ¨®mico a¨²n no ha tocado suelo; el desempleo est¨¢ afectando a gran n¨²mero de nuestros clientes y las empresas se enfrentan a una reconversi¨®n dif¨ªcil y costosa¡±. Destac¨® el problema de la morosidad y de la falta de capital de Caja Madrid, justo las dos grandes deficiencias que arrastraron, a?os despu¨¦s, a Bankia hasta la quiebra. Fueron muchos, incluido el supervisor, los que le recomendaron que escogiera un consejero delegado experto en banca porque ¨¦l no era un gestor, pero no lo hizo hasta junio de 2011. Un grave error.
El Gobierno y Ord¨®?ez niegan ser responsables de la salida de Rato
El primer intento de fusi¨®n no fue con Bancaja, sino con la CAM. En marzo de 2010 Rato recibi¨® la llamada del subgobernador, Javier Ar¨ªztegui, para tratar una posible uni¨®n con la CAM. Sin embargo, el presidente de la entidad, Modesto Crespo, ni se present¨® a la cita, seg¨²n fuentes cercanas, para enorme enfado de Ar¨ªztegui. Fin de la aventura. Tambi¨¦n hubiera acabado mal.
Rato justific¨® su actuaci¨®n diciendo que tuvo un plan de saneamiento aprobado por el Banco de Espa?a que s¨®lo necesitaba 7.000 millones, frente a los 22.424 millones que finalmente se inyectaron, y que la limpieza del balance era posible con un complejo traspaso de activos de la matriz BFA a Bankia. ¡°No hubo ning¨²n agujero ni desfase patrimonial¡±, asegur¨®.
Rato no se sinti¨® responsable. Ante el Congreso de los Diputados, el 26 de julio de 2012, se mostr¨® seguro de su gesti¨®n y dijo: ¡°En conciencia, creo que he hecho bien las cosas¡± y ¡°sin coste alguno para el contribuyente¡±, una afirmaci¨®n que sorprendi¨® a los diputados y seguro que a todos los ciudadanos, que no saben si recuperar¨¢n la fortuna colocada para levantar Bankia.
Rato, a cobijo en tres consejos
El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato (Madrid, 1949), ha vuelto, poco a poco, a ocupar cargos relacionados con los principales grupos bancarios e industriales. El 19 de marzo pasado, justo el d¨ªa que cumpli¨® 65 a?os y cobr¨® 522.000 euros de fondo de pensiones de Bankia ¡ªdonde cobraba 2,34 millones al a?o cuando era presidente¡ª fue nombrado miembro del consejo de administraci¨®n de Servihabitat, la inmobiliaria fundada por La Caixa. Seg¨²n el comunicado, el nombramiento fue a propuesta del fondo estadounidense Texas Pacific Group (TPG) que tiene el 51% del capital frente al 49% que mantiene CaixaBank. No obstante, es conocida la larga amistad que une a Isidro Fain¨¦ y a Rato.
Este nombramiento lleg¨® despu¨¦s de que en septiembre de 2013, el Santander le escogiera como miembro del consejo asesor internacional. Su tarea ser¨¢ la de colaborar aportando ideas para el dise?o, desarrollo y puesta en marcha de la estrategia global del banco, as¨ª como sugerir nuevas oportunidades de negocio. Rato, que ya ocupaba este puesto antes de irse a Bankia, cobrar¨¢ unos 200.000 euros anuales por prestar este servicio, mediante dos reuniones anuales.
Adem¨¢s, el exvicepresidente de Gobierno con Aznar se incorpor¨® en enero de 2013 a Telef¨®nica como consejero asesor para Europa e Iberoam¨¦rica, tambi¨¦n sin funciones ejecutivas y cobrando dietas por su asistencia a las reuniones a las que le requiriera la compa?¨ªa presidida por C¨¦sar Alierta. Tanto con Alierta como con Emilio Bot¨ªn, presidente del Santander, Rato mantiene una buena relaci¨®n personal.
Para este expol¨ªtico no ha sido un obst¨¢culo que el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, le hay imputado por presuntos delitos de estafa, apropiaci¨®n indebida, falsificaci¨®n de cuentas anuales, administraci¨®n desleal, maquinaci¨®n para alterar el precio de las cosas y delitos societarios.
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