Hagamos algo por la industria
?Para qu¨¦ sirven los 809 empleados del ministerio si se encarga su plan estrella a una consultora externa?
Aunque solo fuera por reducci¨®n al absurdo hay que apostar por la industria. Es curiosa tanta ¨¦pica agraria, cuando agricultura y pesca apenas suman el 2% del PIB espa?ol y menos del 5% de la poblaci¨®n activa. Se atribuye a Fabi¨¢n Estap¨¦ una provocaci¨®n mordaz:
- ¡°?Qu¨¦ har¨ªa usted con el campo catal¨¢n?¡±, le preguntaron en un coloquio.
- ¡°Asfaltarlo hasta el ¨²ltimo rinc¨®n¡±, respondi¨®, simulando con las manos la operaci¨®n de alquitranado.
Al cabo, lo ¨²nico prometedor del campo es su contribuci¨®n a la agroindustria, y en menor medida, al equilibrio medioambiental/paisaj¨ªstico. O el campo (y el mar) es industria (incluida la piscifabril) o ya no es nada.
Por eso, m¨¢s que vanagloriarse del gran pedazo del presupuesto europeo que a¨²n se dedica al sector primario (rayano todav¨ªa en el 40% del total), habr¨ªa que apoyar su proyectado descreste, y aumentarlo. Un descreste por lo menos relativo, manteniendo la cuant¨ªa del apoyo a las rentas agrarias (no a las producciones), pero reduciendo su proporci¨®n sobre el total, algo factible aumentando este ¨²ltimo y congelando la anterior.
Ante esa idea, a los candidatos conservadores se les eriza el pelo por sus clientes y parientes latifundistas (?los hay!) y a los progresistas les inquieta perder votos en un sector simb¨®lico. Pero abandonad toda esperanza: el campo ni dar¨¢ m¨¢s PIB ni generar¨¢ m¨¢s empleos.
?Qui¨¦n puede reemplazar el agujero de actividad y empleo legado por la fat¨ªdica herencia del derrumbe de la construcci¨®n?
Ni sustituir¨¢ la debacle de la construcci¨®n registrada el ¨²ltimo lustro. Hay muchas maneras de medir ese desplome. La de resultado m¨¢s abultado es la que utiliza, en evidente inter¨¦s propio, la Confederaci¨®n Nacional de la Construcci¨®n (CNC). Seg¨²n esta, la construcci¨®n ha reducido en 10 puntos porcentuales su peso en el PIB espa?ol, al pasar del 21,9% que ostentaba en 2007, en v¨ªsperas de la crisis, al 10,5% al cierre del ejercicio 2013.
Incluso si se reducen esos 10 puntos, ese es el peor drama de la econom¨ªa espa?ola, esa es la crisis, contra lo que se nos martillea desde la pol¨ªtica: ni las torpezas del Gobierno Zapatero, ni las rigideces del Gobierno Rajoy. La pura y simple demagogia de los hechos.
?Qui¨¦n puede reemplazar el agujero de actividad y empleo legado por la fat¨ªdica herencia del derrumbe de la construcci¨®n? Este deber¨ªa ser el gran motivo de debate. No parece que pueda hacerlo el turismo, que ya est¨¢ a tope. ?Quiz¨¢ los servicios puros? Es dudoso, por cuanto banca y seguros m¨¢s bien contendr¨¢n posiciones y reducir¨¢n empleo.
Queda pues la industria. Entendida no como mera manufactura, cuyo peso en el PIB va cayendo desde el 39% en 1971 al 14% en 2013, como sucede en casi toda Europa, sino incluyendo en el concepto la agroindustria, ciertos subsectores del turismo y otros servicios pegados a la industria. Contado as¨ª, el sector secundario alcanzar¨ªa la mitad del PIB.
La industria es probablemente el ¨²nico sector capaz de crear nuevos empleos en cantidad apreciable y calidad.
Es probablemente el ¨²nico sector ¡ªjunto a algunas ramas de servicios sociales y educativos¡ª capaz de crear nuevos empleos en cantidad apreciable (por millones, seg¨²n las prospecciones de Bruselas) y calidad (estable y correctamente remunerado), especialmente en todo lo que implica informatizaci¨®n y digitalizaci¨®n. Y sobre todo, el secundario es el gran protagonista de la internacionalizaci¨®n: tres cuartas partes de las exportaciones del territorio m¨¢s exportador, Catalu?a, corresponden a bienes manufacturados.
Sostiene el ministro de Industria que ¡ª?tras gobernar dos a?os!¡ª ha llegado el momento de la reindustrializaci¨®n. Nunca es tarde si la dicha es buena, pero ?qu¨¦ dicha? O¨ªmos un discurso oficial levemente alusivo a las el¨¦ctricas (populismo confuso) y telecos (inconcreci¨®n manifiesta). Bien, pero sin desmerecerlas, ?acaso el gran reto no ser¨¢ c¨®mo multiplicamos Inditex/es, Indra/s, Mango/s o Gr¨ªfols/s? ?o c¨®mo evitamos fiascos a lo Mondrag¨®n, Panrico o Pescanova?
Dispone el Ministerio de Industria y compa?¨ªa de un presupuesto de 5.009 millones para 2014, y trabajan para ¨¦l 809 empleados, de los que 594 son funcionarios. ?Son acaso incapaces de elaborar un plan de incentivos no colbertianos a la reindustrializaci¨®n? El ministro Jos¨¦ Manuel Soria parece confirmarlo porque ha encargado el papel-base de su plan al Boston Consulting Group. O que prescinda de ¨¦l o que eche a toda su gente.
O que se zambulla en los informes de la sociedad civil: ¡°La reactivaci¨®n de la industria¡±, de las centrales sindicales, y "Recomendaciones de CEOE sobre pol¨ªtica industrial", ambos accesibles en la red. Y el sugerente y exhaustivo (lleva 138 propuestas concretas) ¡°Pacte per a la ind¨²stria a Catalunya¡±, suscrito por los agentes econ¨®micos-sociales, los rectores y los colegios de economistas e ingenieros, disponible en la Caixa d'Enginyers. Si el ministro se acerca a la tierra de las viejas chimeneas y los nuevos garajes de start-ups, seguro que encontrar¨¢ inspiraci¨®n. Gratis.
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