Europa tras el nuevo Parlamento

La intensa relaci¨®n e interdependencia de la econom¨ªa y la pol¨ªtica hace necesario reflexionar sobre los posibles efectos de los resultados obtenidos en las recientes elecciones en la pol¨ªtica econ¨®mica europea. La fragmentaci¨®n experimentada en la composici¨®n del nuevo Parlamento Europeo, la p¨¦rdida de esca?os de las dos grandes agrupaciones: Socialistas y Dem¨®cratas (S&D) y Partido Popular Europeo (EPP) y la aparici¨®n con fuerza de nuevos parlamentarios por la derecha, por la izquierda e incluso algunos sin definir, van a hacer m¨¢s dif¨ªcil la gesti¨®n parlamentaria en los pr¨®ximos a?os. Aunque es de esperar que la elecci¨®n por el nuevo m¨¦todo del presidente de la Comisi¨®n Europea se consiga sin contratiempos, otra cosa ser¨¢ el tratamiento que se d¨¦ a los grandes problemas presentes en la Uni¨®n Europea, en cuya gesti¨®n siempre han estado presentes los intereses de cada una de las naciones y a los que ahora se sumar¨¢n los intereses contrapuestos de los diferentes partidos pol¨ªticos.

La primera cuesti¨®n, b¨¢sica para el resto de las pol¨ªticas a decidir, es hacia d¨®nde se dirigir¨¢ el desarrollo de la UE en los pr¨®ximos a?os. Si antes era dif¨ªcil adivinar si por fin se ir¨ªa hacia una verdadera uni¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica, ahora perm¨ªtanme que sea m¨¢s esc¨¦ptica. A las dificultades existentes para rematar la Uni¨®n Bancaria, avanzar en la armonizaci¨®n fiscal y aunar criterios de pol¨ªticas sectoriales concretas, ahora se sumar¨¢n las dificultades provenientes del euroescepticismo si no las posiciones claramente antieuropeas que han cogido fuerza en las ¨²ltimas elecciones. El ¨¦xito obtenido por el partido de Le Pen, en Francia, y el UKIP brit¨¢nico dificultan seriamente el avance hacia una verdadera UE.

Pero yendo al terreno de la econom¨ªa, pensemos en los efectos que esta nueva situaci¨®n parlamentaria puede tener en las pr¨®ximas directrices de pol¨ªtica econ¨®mica europea. Para ello debemos analizar los tres pilares que componen el conjunto de la pol¨ªtica econ¨®mica: la pol¨ªtica monetaria, la pol¨ªtica fiscal y la pol¨ªtica de reformas estructurales que afectar¨¢n a los diversos sectores productivos.

La primera cuesti¨®n es hacia d¨®nde se dirigir¨¢ el desarrollo de la UE en los pr¨®ximos a?os

En la pol¨ªtica monetaria debemos distinguir la de los pa¨ªses dentro de la zona euro que tiene una pol¨ªtica monetaria com¨²n y el resto de pa¨ªses que gestionan su propia pol¨ªtica monetaria de acuerdo o no con la practicada por el Banco Central Europeo. El BCE contin¨²a en su papel dirigido b¨¢sicamente al control de la inflaci¨®n y con instrumentos bastante m¨¢s limitados que los utilizados por la Reserva Federal estadounidense para poder impulsar el crecimiento. Su pol¨ªtica est¨¢ bastante definida en el corto y medio plazo, y probablemente no se va a ver afectada por los resultados electorales. Continuaremos con tipos de inter¨¦s de referencia muy bajos y con algunas facilidades de financiaci¨®n para las instituciones financieras. S¨ª ser¨¢ m¨¢s novedosa la implementaci¨®n de la Uni¨®n Bancaria recayendo en el BCE las funciones de regulador e inspecci¨®n de algunas (no todas) las entidades financieras de la zona euro. Seguramente en esta materia todo seguir¨¢ igual y ¨²nicamente se oir¨¢n cr¨ªticas hacia la actuaci¨®n de las entidades financieras en la crisis y a las enormes ayudas percibidas sin que todav¨ªa hayan retornado fondos en forma de cr¨¦ditos a las empresas y ciudadanos.

En cuanto a la pol¨ªtica fiscal, en opini¨®n de algunos, si se quiere conseguir una verdadera uni¨®n econ¨®mica, la tendencia deber¨ªa ser hacia la armonizaci¨®n de al menos los impuestos fundamentales como los directos a las empresas y a las personas y el IVA como impuesto indirecto b¨¢sico sobre el consumo. Pero no parece que esta armonizaci¨®n est¨¦ entre las ¨²ltimas propuestas europeas. A pesar de que en el Pacto por el Euro la Comisi¨®n Europea se compromet¨ªa a marcar unas directrices para la coordinaci¨®n de la pol¨ªtica tributaria de los pa¨ªses, part¨ªa de la base de que la imposici¨®n directa sigue siendo de competencia nacional aunque s¨ª consideraba la conveniencia del desarrollo de una base com¨²n para el impuesto de sociedades con el objetivo de evitar competencias desleales. La realidad, seg¨²n los informes realizados por la CE, es que durante estos a?os de crisis no s¨®lo no ha habido convergencia en los impuestos sino que, por el contrario, los Estados han actuado subiendo o bajando tipos seg¨²n sus propias conveniencias. La tendencia media ha sido de un mayor aumento de tipos en los impuestos indirectos (IVA) y directos, pero cierta contenci¨®n en las contribuciones sociales, probablemente como consecuencia del aumento del desempleo en la mayor¨ªa de los pa¨ªses.

El elevado desempleo deber¨ªa plantear pol¨ªticas que realmente incentiven la producci¨®n y el crecimiento

Hasta ahora, el ¨¦nfasis de la pol¨ªtica fiscal europea se ha puesto en el cumplimiento del llamado Pacto de Estabilidad y el procedimiento del d¨¦ficit excesivo, a trav¨¦s de uno de los famosos indicadores de convergencia que limita el d¨¦ficit p¨²blico al 3% del PIB. Como cualquier medida tan concreta y estricta es dif¨ªcil de cumplir, al no tener en cuenta los diferentes momentos en la evoluci¨®n c¨ªclica del denominador (PIB) que, en momentos de crisis como la padecida, impide el aumento de la recaudaci¨®n de impuestos y obliga a recortes del gasto a veces abusivos e ineficientes. Con el nuevo Parlamento todo lo referente a la pol¨ªtica fiscal ser¨¢ muy discutido al haberse puesto de manifiesto que gran parte de los ciudadanos europeos est¨¢ en contra de esta receta exigida por Europa a la vez que se considera que no ha sido eficaz para la salida de la crisis y por el contrario si ha provocado muchas p¨¦rdidas de empleos. Necesariamente habr¨¢ discusiones sobre la aplicaci¨®n de la pol¨ªtica de austeridad impuesta hasta ahora y surgir¨¢n nuevas propuestas sobre los impuestos a las rentas m¨¢s altas y a las transacciones financieras y de capital.

Por ¨²ltimo, est¨¢n todas las pol¨ªticas sectoriales y de reformas estructurales. La Comisi¨®n Europea no se cansa de recomendar reformas estructurales a los pa¨ªses miembros de la Uni¨®n: reforma laboral, reformas de las Administraciones p¨²blicas y reformas sectoriales, pero ?qui¨¦n reforma la Comisi¨®n? Acaso no ser¨ªa necesario reducir el exceso de burocracia y los costes que eso conlleva. Aspectos como la pol¨ªtica energ¨¦tica necesitan de una mayor coordinaci¨®n. El elevado desempleo en el conjunto de Europa, y especialmente en Espa?a, deber¨ªa plantear pol¨ªticas que realmente incentiven la producci¨®n y el crecimiento, y dentro del tema de los servicios sociales no se puede admitir que haya pol¨ªticas laborales y de emigraci¨®n tan diversas entre ciudadanos de la propia Uni¨®n Europea donde en teor¨ªa hay libertad de movimientos de los ciudadanos europeos.

Queda mucho por hacer para conseguir una verdadera Uni¨®n Europea, y aunque en el nuevo Parlamento habr¨¢ diputados dispuestos a dinamitar su futuro y el del euro como futura moneda ¨²nica, todav¨ªa hay una mayor¨ªa importante de parlamentarios que puede impulsar las reformas en la buena direcci¨®n. Hace falta que en el seno del Parlamento se discutan seriamente las directrices a seguir para resolver los problemas sin pensar en los intereses particulares de los pa¨ªses ni de los partidos. Quiz¨¢s al aceptar y asumir el descontento de los ciudadanos europeos mostrado en estas ¨²ltimas elecciones puedan conseguirlo.

Carmen Alcaide es analista y expresidenta del INE.