Las guerras, mejor en papel

En las fiestas del Pilar de Zaragoza de 2009, tres amigos, los madrile?os Alberto P¨¦rez y Javier G¨®mez y el barcelon¨¦s Carlos de la Rocha, convinieron en que no hab¨ªa en castellano una publicaci¨®n rigurosa sobre historia militar dirigida al gran p¨²blico. ¡°Las revistas eran o muy especializadas o muy b¨¢sicas¡±, dice P¨¦rez (Madrid, 1974). Adem¨¢s, se trata de una disciplina que ¡°en Espa?a ha estado desprestigiada y sesgada a la extrema derecha¡±. Manos a la obra y tras un a?o de trabajo, vio la luz su proyecto editorial ¡°de alta divulgaci¨®n¡± con solo 12.000 euros de capital, sin cr¨¦ditos ni ayudas y una tirada de 2.000 ejemplares para la revista Desperta Ferro Antigua y Medieval.

¡°Nuestro modelo de ingresos se basa en las ventas m¨¢s que en la publicidad. Los dos primeros a?os no vimos un euro y tuvimos que mantener nuestros otros trabajos¡±. Sobre todo porque los historiadores e ilustradores que colaboran cobran por su trabajo. Los tres socios de la editorial Desperta Ferro ¡ªnombre que proviene del grito de guerra de los almog¨¢vares, mercenarios de la Corona de Arag¨®n en los siglos XIII y XIV¡ª sobrevivieron a lo m¨¢s crudo de la crisis y en noviembre de 2012 lanzaron su segunda cabecera, centrada en la historia militar moderna (siglos XVI al XIX). El salto lleg¨® en 2013; ese a?o alcanzaron una facturaci¨®n de 300.000 euros que les ha permitido en enero de 2014 llevar a los quioscos, librer¨ªas y tiendas especializadas una tercera publicaci¨®n, Desperta Ferro Contempor¨¢nea, centrada en la vida militar de los siglos XX y XXI.

De cada n¨²mero de sus tres revistas, todas bimestrales y monogr¨¢ficas, tiran ahora 10.000 ejemplares. Para su elaboraci¨®n contactan ¡°con los especialistas que est¨¦n trabajando en esa ¨¢rea, ya sean nacionales o extranjeros. Si hay textos en otro idioma, los traducimos nosotros o pagamos una traducci¨®n¡±.

Licenciado en Historia y en Empresariales, P¨¦rez reconoce con humor que ¡°ser¨¢ dif¨ªcil¡± hacerse rico con la historia. ¡°Pero los tres vivimos de nuestra editorial y hemos creado, de momento, otros cuatro puestos de trabajo, tres de ellos para historiadores, una profesi¨®n en la que las perspectivas son complicadas. A esto hay que a?adir las decenas de colaboradores¡±.

Cuando Desperta Ferro empez¨® a ser conocida entre los aficionados a la historia, sus editores captaron m¨¢s lectores gracias a que en su web pod¨ªan bajarse de forma gratuita un n¨²mero cero con menos p¨¢ginas y que serv¨ªa de presentaci¨®n, una opci¨®n a¨²n disponible. ¡°Funcion¨® muy bien, en seguida nos ped¨ªan ejemplares anteriores y se hac¨ªan suscriptores, lo que permiti¨® financiarnos en los primeros momentos¡±.

El crecimiento de este arriesgado proyecto ¡ªrevistas de papel en tiempos tan duros para la prensa¡ª obedece a que es un producto ¡°de los que gusta guardar por su contenido, Desperta Ferro no es para leer y tirar¡±. No obstante, para los que quieran m¨¢s, su web dispone de ¡°bibliograf¨ªa ampliada de los art¨ªculos, discusiones en redes sociales y podcasts con intervenciones en radios¡±.

P¨¦rez subraya que el modo de trabajar de la editorial es descentralizado gracias a Internet y programas como Skype. ¡°Solo tenemos en Barcelona un peque?o local en un centro de coworking para las labores administrativas, pero casi todo lo hacemos desde casa o en una biblioteca. Por mi experiencia, en la empresa privada se da mucha importancia a lo presencial. En vez de mirar el resultado, se est¨¢ pendiente de cu¨¢ntas horas se pasa en la oficina¡±.

Una vez que esta iniciativa empresarial y de autoempleo se ha estabilizado, sus tres fundadores hacen n¨²meros para decidir c¨®mo avanzar. ¡°Queremos abrir m¨¢s cabeceras, pero ya no enfocadas en lo militar, sino en otros ¨¢mbitos de la historia. Adem¨¢s, esperamos llegar a otros pa¨ªses; por el momento hemos comenzado la distribuci¨®n en M¨¦xico y Venezuela, por lo que el pr¨®ximo paso ser¨¢ una edici¨®n internacional en ingl¨¦s¡±. Aunque sobre este punto P¨¦rez admite con una sonrisa que para los no hispanohablantes ser¨¢ complicado pronunciar bien Desperta Ferro cuando vayan a comprarla al quiosco.