El BCE bajar¨¢ tipos y dar¨¢ liquidez a la banca para que abra el grifo del cr¨¦dito
La Comisi¨®n Europea considera que ser¨ªa irresponsable aplazar m¨¢s las decisiones
Habr¨¢ rebaja de tipos de inter¨¦s. Y habr¨¢ medidas de liquidez para los bancos vinculadas a la concesi¨®n de cr¨¦ditos. El Banco Central Europeo (BCE) anunciar¨¢ el jueves, seg¨²n las fuentes consultadas, una bajada del precio oficial del dinero hasta el m¨ªnimo hist¨®rico y se convertir¨¢ en el primero de los grandes bancos centrales del mundo en cobrar a las entidades financieras por dejar su dinero en la ventanilla de Fr¨¢ncfort. El jefe del Eurobanco, Mario Draghi, avanz¨® en mayo que no aplazar¨¢ m¨¢s la activaci¨®n de un paquete de medidas, tras m¨¢s de medio a?o de vanas promesas y con un panorama cada vez m¨¢s japon¨¦s: la inflaci¨®n ha ca¨ªdo al 0,7%, lejos del objetivo del 2%; el cr¨¦dito sigue cayendo, y el euro est¨¢ fort¨ªsimo y complica una salida de la crisis decepcionante y lenta. Con esos riesgos en el horizonte, y como complemento del recorte de tipos ¡ªque tiene un efecto muy limitado tan cerca ya del 0%¡ª, el BCE tiene listas tambi¨¦n nuevas medidas de liquidez para la banca, vinculadas a que las entidades abran de una vez el grifo del cr¨¦dito, seg¨²n las fuentes consultadas en Fr¨¢ncfort y en dos de los grandes bancos centrales nacionales.
Dejar¨¢ para m¨¢s adelante la compra de activos al estilo de la Reserva Federal
Despu¨¦s de pregonar centenares de veces que est¨¢ listo para actuar, a Draghi apenas le quedan cartuchos verbales en la rec¨¢mara. Su credibilidad est¨¢ en juego. Debe convencer a los m¨¢s esc¨¦pticos de que, esta vez s¨ª, va a apretar el gatillo, y de que una vez lo haga sus armas tendr¨¢n suficiente potencia de fuego como para evitar que la inflaci¨®n se enquiste en niveles demasiado bajos durante demasiado tiempo. La semana pasada volvi¨® a lanzar el mensaje de que disparar¨¢ en junio. Fue en Sintra (Portugal), en el marco de una serie de conferencias que el Eurobanco organiz¨® al estilo de las de la Reserva Federal en Jackson Hole, en las monta?as de Wyoming. All¨ª, Draghi alert¨® sobre ¡°una espiral negativa de baja inflaci¨®n y expectativas cada vez peores¡±, y de la ¡°debilidad del cr¨¦dito, que contribuye a la fragilidad de la recuperaci¨®n y a?ade tensi¨®n desinflacionista¡±.
No ser¨¢ sencillo. No es f¨¢cil tirar hacia arriba de los precios, debilitar el euro y desatascar el cr¨¦dito de una tacada, y menos en un entorno de crecimiento cero y con los bancos, las familias y los Estados endeudados hasta las cejas. La clave es el tempo y el grado de efectividad de las balas que le quedan al italiano en la rec¨¢mara. En cuanto a la secuencia, seg¨²n las fuentes consultadas, el BCE podr¨ªa aprobar el jueves una tr¨ªada de medidas, e incluso preanunciar las compras de cr¨¦ditos titulizados a pymes para 2015. Dejar¨¢ as¨ª para m¨¢s adelante, y solo si las cosas se tuercen, el bot¨®n nuclear: las compras de activos a la americana, el denominado quantitative easing. No hay mayor¨ªa en el consejo del BCE para dar ese paso. ¡°Para que eso ocurriera, ser¨ªa necesario que la coyuntura econ¨®mica y las expectativas de inflaci¨®n evolucionaran mucho peor¡±, se?al¨® en mayo el economista jefe del BCE, Peter Praet. El jefe del Bundesbank, Jens Weidmann, se opone con fiereza a esa opci¨®n, que se debati¨® en una reuni¨®n hace unos d¨ªas en Fr¨¢ncfort previa al consejo de junio.
La primera medida que anunciar¨¢ el jueves es la m¨¢s obvia: reducir los tipos de inter¨¦s oficiales ¡ªque llevan ocho meses en el m¨ªnimo hist¨®rico del 0,25%¡ª y dejarlos m¨¢s cerca a¨²n del 0%. Se trata de una decisi¨®n con un efecto m¨¢s simb¨®lico que real. Pero ir¨ªa acompa?ada de una segunda rebaja de m¨¢s calado: la imposici¨®n de tipos de inter¨¦s ligeramente negativos (en torno al -0,1%) a los dep¨®sitos de las entidades en el BCE. Con ese castigo, Draghi quiere incentivar a la banca a que financie negocios rentables, ante la constataci¨®n de que el cr¨¦dito no acaba de fluir desde un sistema financiero que lleva un lustro en el taller de reparaciones. Acusado de ser demasiado conservador, el BCE ser¨ªa el primero entre los grandes bancos centrales en dar ese paso. Aunque en Fr¨¢ncfort la banca solo deja ya 20.000 millones, que volar¨¢n tan pronto como se anuncie la tasa negativa.
La tercera medida es la m¨¢s ambiciosa, la que el BCE guarda bajo siete llaves y la que s¨ª puede ayudar m¨¢s a desatascar el cr¨¦dito. Draghi planea una l¨ªnea de liquidez a largo plazo a las entidades financieras ¡ªuna nueva barra libre, como las dos que activ¨® a finales de 2011¡ª, a plazo fijo: un m¨ªnimo de dos y un m¨¢ximo de cuatro a?os, seg¨²n las fuentes consultadas. En esta ocasi¨®n, se?alan fuentes del Bundesbank, estar¨ªa condicionada a que los bancos que acudan a Fr¨¢ncfort dediquen ese dinero a dar pr¨¦stamos, al estilo de lo que hizo en su d¨ªa el Banco de Inglaterra. La efectividad de esa condici¨®n es dudosa, a la vista de lo sucedido en Reino Unido. Pero el mensaje al mercado ser¨ªa rotundo.
M¨¢s all¨¢ de su alcance, la importancia de ese paquete radica en que permitir¨¢ calibrar los apoyos de Draghi, que cuenta ya, seg¨²n fuentes financieras, con el respaldo del Bundesbank, guardi¨¢n de las esencias ortodoxas de la pol¨ªtica monetaria. Los alemanes consideran que la contenci¨®n de los precios en el sur, que en algunos casos bordea la deflaci¨®n, forma parte del ajuste imprescindible. El problema es que los precios apenas crecen en Alemania, y eso dificulta todo el proceso: por eso en esta ocasi¨®n el Bundesbank no votar¨¢ en contra de medidas no convencionales. Se trata de un s¨ª poco entusiasta, pero de un s¨ª al fin y al cabo.
Alemania no frenar¨¢ las medidas, pese a que no considera que haya problemas de deflaci¨®n en el sur de Europa
La presi¨®n arrecia. El G-20 el FMI y la Comisi¨®n reclaman a Draghi que pase a la acci¨®n y se deje de buenas palabras. Los planes de Fr¨¢ncfort eran confiar en que la recuperaci¨®n pusiera paulatinamente las cosas en su sitio para no hacer nada hasta oto?o: hasta que est¨¦n listos los resultados de los ex¨¢menes a la banca, su gran obsesi¨®n este a?o. Pero los datos se han ido torciendo. La evoluci¨®n del cr¨¦dito es mala, los indicadores de liquidez se acercan a zona de peligro, la inflaci¨®n es preocupante y los resultados de las elecciones europeas, con el ascenso de los partidos radicales, activan las alarmas pol¨ªticas.
¡°La probabilidad de deflaci¨®n podr¨¢ ser mayor o menor, pero estamos en zona de riesgo y ser¨ªa irresponsable aplazar m¨¢s las decisiones¡±, se?ala una alta fuente de la Comisi¨®n. En la misma l¨ªnea van los analistas. ¡°Se puede dar por hecho que habr¨¢ rebajas de tipos y liquidez para la banca a cambio de pr¨¦stamos¡±, dice Guntram Wolf, de Bruegel. Daniel Gros, del CEPS, ve menos claro alg¨²n tipo de preanuncio sobre las compras de paquetes de pr¨¦stamos a pymes (los denominados ABS) a partir de 2015: ¡°Ese mercado es a¨²n limitado; debe haber cambios regulatorios y una se?al del BCE para que el sistema financiero lo desarrolle¡±. Francesco Papadia, exdirectivo del Eurobanco, a?ade que el plan de Draghi est¨¢ cantado, pero el diablo est¨¢ en los detalles. ¡°Lo esencial son los matices de la barra libre de liquidez a cambio de que la banca d¨¦ cr¨¦dito. Si adem¨¢s Draghi logra apoyo para anunciar compras de paquetes de cr¨¦dito a las pymes, eso ayudar¨ªa a relajar el euro¡±, afirma. Y ese es el primer objetivo a la corta: tirar a la baja del euro.
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