La Corte Suprema de EEUU dirime el futuro econ¨®mico de Argentina
Los magistrados deben decidir si analizan la demanda de una minor¨ªa de acreedores que rechazaron la reestructuraci¨®n de deuda, lo que puede impactar en canjes de otros pa¨ªses
Los nueve integrantes de la Corte Suprema de EE UU se re¨²nen este jueves en su sede de Washington para decidir si analizar¨¢n o no el caso de la deuda argentina en suspensi¨®n de pagos desde la crisis del pa¨ªs sudamericano de 2001. Su decisi¨®n se difundir¨¢ el lunes o martes pr¨®ximo por cuestiones burocr¨¢ticas y puede impactar en la econom¨ªa de Argentina y en futuras reestructuraciones de deuda de otros pa¨ªses.
La demanda fue iniciada por dos de los llamados fondos buitres, NML y Aurelius, que compraron bonos argentinos en 2001 y 2002 a bajo precio y que desde 2003 reclaman en la justicia que Buenos Aires les pague el 100% del valor de esos t¨ªtulos. Ambos fondos y otros acreedores, incluidos inversores argentinos, rechazaron la propuesta de quita de la mitad del pasivo que ofrecieron en 2005 y 2010 los Gobiernos de los Kirchner, que argumentaban que el sobreendeudamiento hab¨ªa hundido a su pa¨ªs y tornaba impagables las obligaciones anteriores. La mayor¨ªa de los tenedores de bonos aceptaron, canje¨® el 93% de la deuda, pero el restante 7% qued¨® sin reestructurar y en litigio judicial. Dos tercios de ese pasivo no refinanciado hab¨ªa sido emitido en EE UU y por eso es que all¨ª se dirime el caso.
Un juez de Nueva York, Thomas Griesa, fall¨® en 2012 que Argentina no pod¨ªa seguir pagando el rendimiento de sus bonos reestructurados hasta que saldara su deuda de 1.330 millones de d¨®lares con NML, Aurelius y otra parte de los acreedores litigantes. Se bas¨® en una cl¨¢usula de tratamiento igualitario entre acreedores que conten¨ªan los antiguos t¨ªtulos que se dejaron de pagar en 2001. O sea, o Buenos Aires pagaba a los buitres o suspend¨ªa pagos otra vez, en este caso por una deuda de 25.000 millones de d¨®lares con los tenedores de t¨ªtulos refinanciados. Pero Buenos Aires se niega a abonarles porque considera que sobrevendr¨ªan otras demandas por m¨¢s de 16.000 millones y porque considera que lo justo es que la minor¨ªa de acreedores acepte el acuerdo logrado con la mayor¨ªa. Adem¨¢s alega que m¨¢s no puede pagar.
Argentina recurri¨® a un tribunal de apelaciones de Nueva York, que ratific¨® en 2013 la sentencia del juez Griesa a favor de los buitres. Por eso, el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner ha pedido al Tribunal Supremo de EE UU que analizara el caso. Los magistrados del m¨¢ximo tribunal norteamericano suelen descartar la mayor¨ªa de las causas y solo abordan aquellas que considera trascendentes para los intereses de su pa¨ªs.
Existen cinco alternativas. Una es que el Tribunal Supremo rechace meterse en el asunto y entonces quedar¨¢ firme el fallo a favor de los buitres. En ese caso, Argentina puede negarse a pagar y caer en suspensi¨®n de pagos de su deuda reestructurada. Tambi¨¦n puede ofrecerles a los tenedores de los bonos emitidos en 2005 y 2010 pagarles en Buenos Aires, de modo de evitar embargos, pero es seguro que varios de ellos plantear¨¢n reparos. Es una opci¨®n ya planteada por Fern¨¢ndez. Otro camino es acatar la sentencia y pagarles a los demandantes. Incluso el juez Griesa dej¨® recientemente abierta la posibilidad de una negociaci¨®n: ¡°Si Argentina est¨¢ en una situaci¨®n financiera por la que no puede pagar, ?qu¨¦ es lo que cualquiera de buena fe hace? Viene a la corte y alg¨²n tipo de negociaci¨®n tiene lugar¡±. El pa¨ªs sudamericano no se encuentra en una crisis como la de 2001/2002, pero en enero pasado se devalu¨® el peso, la econom¨ªa se ha estancado y la inflaci¨®n alcanza al 33% anual.
Si el Tribunal Supremo acepta el caso, el fallo definitivo se conocer¨ªa dentro de un a?o, con lo que Argentina ganar¨ªa tiempo
En cambio, si el Tribunal Supremo acepta el caso, el fallo definitivo se conocer¨ªa dentro de un a?o, con lo que Argentina ganar¨ªa tiempo. ?Tiempo para qu¨¦? Es que a finales de 2014 vence una cl¨¢usula de los bonos emitidos en la reestructuraci¨®n que establece que si Buenos Aires mejora la oferta de 2005 y 2010 a los que la rechazaron, los que la aceptaron tienen derecho a recibir tambi¨¦n esa ventaja. Por esa cl¨¢usula, el Gobierno argentino se niega a negociar con los buitres, porque supondr¨ªa no solo pagarle m¨¢s al 7% que rechaz¨® el canje sino al 93%. No hay que olvidar que la suspensi¨®n de pagos de Argentina en 2001 ha sido la mayor de la historia mundial, de unos 82.000 millones de d¨®lares. La duda es qu¨¦ ocurre si Argentina no negocia pero acata un fallo a favor de los buitres: ?eso la obligar¨ªa a abonar m¨¢s a los tenedores de bonos reestructurados? Es una discusi¨®n jur¨ªdica.
El Tribunal Supremo puede que se tome dos semanas m¨¢s para discutir si analiza el caso. O puede acceder a la petici¨®n espec¨ªfica de Argentina de que el tribunal de apelaciones de Nueva York revise otra vez el caso. De ese modo, Fern¨¢ndez, que finaliza su Gobierno en diciembre de 2015, ganar¨ªa a¨²n m¨¢s tiempo y tal vez dejar¨ªa el asunto para su sucesor.
El m¨¢ximo tribunal estadounidense tambi¨¦n puede que decida pedirle una opini¨®n al procurador (fiscal) general de su pa¨ªs, que es un funcionario elegido por el presidente Barack Obama. Tambi¨¦n as¨ª Argentina ganar¨ªa tiempo. El Gobierno dem¨®crata hab¨ªa respaldado en un principio a Argentina ante los tribunales porque considera que un fallo a favor de los buitres que bloquee el pago de la deuda reestructurada perjudicar¨¢ futuras reestructuraciones de deuda de otros pa¨ªses, al desalentar la aceptaci¨®n de refinanciaciones o quitas. Despu¨¦s la administraci¨®n de Obama dej¨® de respaldar al de Fern¨¢ndez, presionado en parte por la influencia de los acreedores litigantes, pero ahora est¨¢ mostr¨¢ndose m¨¢s abierto a sus peticiones despu¨¦s de que en los ¨²ltimos meses Argentina pagara sus deudas con empresas norteamericanas que la hab¨ªan demandado en tribunales internacionales, acordara el final de la suspensi¨®n de pagos con el Club de Par¨ªs (grupos de 19 pa¨ªses ricos) vigente tambi¨¦n desde 2001 y comenzara a normalizar unas estad¨ªsticas p¨²blicas que hab¨ªan sido objetadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Tambi¨¦n influy¨® de forma positiva en el Ejecutivo y el Congreso de EE UU la visita que a ambos poderes hizo una delegaci¨®n de diputados y senadores argentinos no solo del kirchnerismo sino tambi¨¦n de la oposici¨®n. Los legisladores sudamericano viajaron para presionar a favor de una sentencia que respalde a su pa¨ªs.
Otros actores tambi¨¦n esperan una soluci¨®n favorable a Argentina, aunque en algunos casos solo por el inter¨¦s de los acreedores que aceptaron la reestructuraci¨®n. El sector bancario de Wall Street y Londres, que organiza estos canjes de deuda, ans¨ªa una derrota de los buitres. No por nada 106 parlamentarios brit¨¢nicos apoyaron la posici¨®n argentina en un manifiesto redactado por la Red Jubileo, una ONG que lucha contra el lastre que supone la deuda externa para los pa¨ªses en desarrollo. Para esos legisladores no import¨® la disputa con Argentina por las islas Malvinas sino el inter¨¦s de su sector financiero, seg¨²n analistas. Francia, M¨¦xico y Brasil se han solidarizado con el Gobierno de Fern¨¢ndez y han acompa?ado su apelaci¨®n ante el Supremo. El FMI no se present¨® en los tribunales, pero ha manifestado su preocupaci¨®n por el impacto sist¨¦mico de un fallo en contra de Argentina.
Si el pa¨ªs sudamericano evita ahora la ratificaci¨®n de la sentencia a favor de los buitres y una eventual suspensi¨®n de pagos, se espera que se consolide la mejora del humor de los mercados para con ¨¦l. En los ¨²ltimos meses, al mismo tiempo que la econom¨ªa ha empeorado, el Gobierno de Fern¨¢ndez ha adoptado algunas medidas correctivas que fueron elogiadas por los inversores, pero a¨²n prevalece cierta cautela hasta que se defina precisamente el caso judicial de la deuda.
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