Argentina cumplir¨¢ sus compromisos
A partir del 2007, comenzaron los errores de pol¨ªtica econ¨®mica. Dos de ellos marcaron un antes y un despu¨¦s
En estas l¨ªneas explicar¨¦ por qu¨¦ creo y espero que la Argentina no har¨¢ default de su deuda. Para ello, describir¨¦ brevemente los errores de pol¨ªtica econ¨®mica del per¨ªodo 2007-2013 y las razones que explican los cambios que se introdujeron al inicio de 2014.
Tras la salida de la convertibilidad, Argentina tuvo un per¨ªodo (2003-07) de crecimiento promedio anual a tasas chinas (8,7%) con inflaci¨®n moderada (11%) y creaci¨®n de empleo, acompa?adas con fuerte super¨¢vit externo y fiscal (3 %).
A partir del 2007, comenzaron los errores de pol¨ªtica econ¨®mica. Dos de ellos marcaron un antes y un despu¨¦s en el funcionamiento del sistema econ¨®mico. Primero, la intervenci¨®n del Instituto de Estad¨ªsticas oficiales (INDEC) en el a?o 2007 con el objeto de dibujar una tasa de inflaci¨®n menor, en vez de atacar la inflaci¨®n con pol¨ªticas coordinadas monetarias, fiscales, cambiarias y de ingreso. La otra medida fue la instauraci¨®n, a fines de 2011, del control de capitales, denominado cepo cambiario, que determin¨® la inconvertibilidad de la moneda local, junto a las restricciones a las importaciones, para tratar de frenar el fuerte drenaje de divisas que se ven¨ªa produciendo y que recrudeci¨® en forma de fuga de capitales, antes de las elecciones. Una depreciaci¨®n moderada de la moneda en un r¨¦gimen de flotaci¨®n administrada, para recuperar el retraso del tipo de cambio, hubiera sido la opci¨®n adecuada.
En estos a?os, desaparecieron los super¨¢vits externos y fiscales, se financi¨® el fisco con emisi¨®n monetaria y apareci¨® un mercado cambiario paralelo e ilegal con una brecha que lleg¨® a alcanzar el 50% respecto a la cotizaci¨®n oficial. La tasa promedio anual de crecimiento de la econom¨ªa se redujo el 5,2% entre 2008 y 2011, mientras la inflaci¨®n salt¨® a algo m¨¢s del 20%, para dispararse a m¨¢s del 25%, entre 2012 y 2013, y el PIB caer al 2%.
Argentina se acercaba peligrosamente a una crisis de balanza de pagos con inflaci¨®n elevada y recesi¨®n. A principios del a?o 2014, las nuevas autoridades econ¨®micas tomaron medidas para evitar ese escenario. As¨ª, decidieron: devaluar el peso un 23%, relajar algo el cepo al d¨®lar, absorber parte de la oferta excedente de dinero con letras del Banco Central subiendo las tasas, retirar parcialmente los subsidios a los servicios p¨²blicos (que no se produjo) e intentar sincerar las estad¨ªsticas oficiales y enmarcar las negociaciones salariales. Y, adem¨¢s, y este es un dato relevante para lo que estamos tratando, se empez¨® un camino de normalizaci¨®n de las relaciones financieras con el resto del mundo: se acord¨® el pago de la indemnizaci¨®n con Repsol (ocurrida hace dos a?os), el pago de la deuda con el Club de Paris y el acatamiento de laudos en el marco del CIADI, luego de a?os de desconocimiento.
Estas medidas, que no resuelven los problemas de fondo, pueden evitar un agravamiento de la situaci¨®n econ¨®mica y permitir que las elecciones presidenciales de 2015 se realicen en un entorno ordenado. La oposici¨®n tambi¨¦n tiene voluntad e incentivos para apoyar esta opci¨®n. Nadie espera que la actual administraci¨®n ataque los grandes problemas macroecon¨®micos: la inflaci¨®n, el cepo cambiario, el d¨¦ficit fiscal provocado fundamentalmente por subsidios a la energ¨ªa que representan m¨¢s de 4% del PIB, pero todos creen que se har¨¢ lo imprescindible para que no haya crisis.
En este escenario, la pol¨ªtica macroecon¨®mica del aguante (recesi¨®n moderada, desempleo creciendo moderadamente, reservas internacionales en amarillo pero no en rojo ¡ª20.000 millones de d¨®lares¡ª, inflaci¨®n entre el 35% y el 40%), el acceso al financiamiento en d¨®lares para los distintos agentes econ¨®micos se transforma en crucial. Ello es as¨ª porque la financiaci¨®n externa es el ¨²nico modo en que la econom¨ªa, sin hacer los verdaderos deberes, puede seguir financiando las importaciones para el funcionamiento de la econom¨ªa y el goteo de salida de capitales privados.
Por eso, creo que, al final, el Gobierno argentino ¡ªy muy pocos lo criticar¨¢n por ello¡ª negociar¨¢ y acordar¨¢ con los holdouts el marco para cumplir con lo que el fallo del juez Griessa determin¨®. En esta negociaci¨®n, la condici¨®n que nuestras autoridades no pueden ni deben soslayar es encontrar la f¨®rmula para llegar al 2015, cuando la cl¨¢usula RUFO (que impide a Argentina mejorar la oferta hecha en el canje) haya vencido, para proteger el 93% de la deuda ya consolidada.
Federico I. Poli, es economista y exjefe de Gabinete del exministro de Econom¨ªa argentino, Roberto Lavagna.
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