Contra el paro, m¨¢s inversi¨®n
Empieza un giro clave en Europa: PCE contra PEC; m¨¢s crecimiento y menos austeridad
"Se ha producido un modesto aumento del empleo", aunque este se sit¨²a "en niveles sin precedentes e inaceptables". Esta conclusi¨®n del ¨²ltimo Consejo Europeo, que el 27 de junio propuso a Jean-Claude Juncker como candidato para la presidencia de la Comisi¨®n, parece retratar a Espa?a. La retrata. Y lo hace, cuando por vez primera al inicio de una legislatura propone una agenda estrat¨¦gica para el quinquenio. Su punto clave es el crecimiento y el empleo. Atenci¨®n: lo prioritario ya no es, al menos en la ret¨®rica oficial, la austeridad, sino el crecimiento y el empleo. M¨¢s exactamente: ya no es solo la austeridad, sino tambi¨¦n el crecimiento y el empleo. Hay que "equilibrar la disciplina presupuestaria con la necesidad de apoyar el crecimiento", proclama la cumbre. Consolidaci¨®n presupuestaria, s¨ª, pero bajo una orientaci¨®n algo distinta, es el inicio de un giro, no de un brusco golpe de tim¨®n. Dada la necesidad de dar "apoyo a la creaci¨®n de empleo", reitera, el "saneamiento presupuestario deber¨¢ proseguirse de un modo favorable al crecimiento y diferenciado" reitera. ?C¨®mo? Ah¨ª va m¨¢s gen¨¦rico: mediante "reformas estructurales" que lo impulsen.
La gran reforma pendiente es reforzar la inversi¨®n, p¨²blica, privada o pluscuamperfecta. Ya ha quedado claro que alg¨²n grado de ortodoxia presupuestaria ser¨¢ seguramente necesario (sobriedad, mejor que austeridad), pero que no crea empleo; es m¨¢s, puede destruirlo. Lo ha destruido. Lo que crea empleo es la inversi¨®n. Lo ha reconocido hasta Angela Merkel, vigilada de cerca por su pujante socio socialdem¨®crata, Sigmar Gabriel, aunque sin nombrar la cosa (inversi¨®n) por su sencillo y directo nombre (inversi¨®n): "Se necesitan pol¨ªticas de competitividad, crecimiento y ocupaci¨®n", proclama ahora la canciller. El giro consiste en aumentar las pol¨ªticas de crecimiento y modular la restricci¨®n presupuestaria, "aprovechando al m¨¢ximo la flexibilidad integrada en las normas vigentes del Pacto de Estabilidad y Crecimiento". Leamos con lupa el texto del Consejo Europeo. "Al m¨¢ximo": gana el l¨ªder-sorpresa Matteo Renzi (apoyado expl¨ªcitamente por Gabriel), en contenido. "Las normas vigentes": gana Merkel, en la forma. Es una relectura, una nueva interpretaci¨®n, pero un giro, al fin y al cabo. Pronto veremos de cu¨¢ntos grados.
Lo principal es asegurar nuevas inversiones. Relanzar el Pacto por el Crecimiento y el Empleo (PCE) de 2012, que se qued¨® corto, y que este PCE prime sobre el PEC (Pacto de Estabilidad y Crecimiento), que se qued¨® largo en su aplicaci¨®n rigorista. Que el PCE venza al PEC, sugestivo lema. Hay territorio hambriento de inversi¨®n necesaria y no in¨²til, que complete el mercado interior: en redes de telecomunicaciones, para superar sus 28 mercados actuales; en redes energ¨¦ticas, para lo mismo, y para guarecernos del fr¨ªo con que Mosc¨² nos tamborilea. Ni siquiera los retro-thatcheristas fracasados encontrar¨ªan argumentos en contra: mercado interior, o sea, mercado, mercado. Y hay territorio tambi¨¦n en movilidad del mercado de trabajo: m¨¢s Erasmus, m¨¢s calificaci¨®n laboral, m¨¢s formaci¨®n profesional. Mercado, mercado. ?Con qu¨¦ recursos? Con emisiones masivas de bonos del Banco Europeo de Inversiones (BEI), como propuso Jacques Delors en 1993 y sugieren de nuevo varias voces, ya los compraremos los ciudadanos, o/y el Banco Central Europeo (BCE), atr¨¦vanse. Para eso los tenemos, al BEI y al BCE. No solo del PEC vive el europeo. Tambi¨¦n del PCE.
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