La Ley de Servicios y Colegios Profesionales y la administraci¨®n de fincas
Ocho de cada diez viviendas espa?olas est¨¢n gestionadas por profesionales colegiados
El espacio ¨ªntimo, ¨¦se, que solo reservamos a nuestros familiares y amigos m¨¢s cercanos es tan bien ese espacio en el que la profesionalidad se deja sentir. S¨ª hablamos de reformas en nuestra vivienda, recurriros inevitablemente a profesionales, pues, precisamente esa profesionalidad es la que ha llevado a los administradores de fincas, a ser una pieza cada vez m¨¢s indispensable en nuestro espacio ¨ªntimo.
El trabajo de los administradores de fincas es hoy en d¨ªa, y sobre todo en este contexto de crisis, necesario y resolutivo, ya que gracias a este se ha podido gestionar con solvencia las obligaciones exigibles al sector inmobiliario conforme a la nueva normativa vigente, logrando que los propietarios disfruten de unas garant¨ªas b¨¢sicas sobre sus derechos.
A pesar de estar reconocida su profesionalidad, hay quien considera que en su labor profesional puede abrirse una puerta, que permita la entrada a la administraci¨®n de fincas ¨C y a otros sectores profesionales- de sujetos que puedan llevar a cabo el desarrollo de esta profesi¨®n de manera superficial, tirando por tierra, el trabajo consolidado de miles de profesionales colegiados que a lo largo del tiempo han conseguido que su buen hacer y profesionalidad no quede en entredicho.
Por ello, la futura Ley de Servicios y Colegios Profesionales, no puede nacer amparando el intrusismo en los servicios profesionales, porque ser¨ªa considerar la profesionalidad y el buen hacer de tantos profesionales como un hecho decorativo, y no como una raz¨®n de ser de aquellos que dedican su vida laboral a la transformaci¨®n de los problemas en soluciones factibles para la ciudadan¨ªa.
Una ley contraria a poner en valor los m¨¦ritos profesionales, es una ley que surge del desconocimiento de las demandas de esos sectores que buscan legitimar su labor, con consecuencias positivas, para conseguir construir una sociedad m¨¢s justa y solidaria para mejorar la calidad de vida de la ciudadan¨ªa.
Precisamente, la construcci¨®n debe ser sostenible y debe seguir garantizando la viabilidad de un sector gravemente mermado por la situaci¨®n de crisis en nuestro pa¨ªs y que necesita de medidas que busquen en la profesionalidad de todos los que est¨¢n relacionados con la construcci¨®n, una reconstrucci¨®n viable del mismo.
Inexcusablemente por este motivo, una Ley de Servicios y Colegios Profesionales no puede ver la luz, dando la espalda a esa profesionalidad concreta que hoy exige la ciudadan¨ªa a todos aquellos, que tienen vocaci¨®n del servicio hac¨ªa los dem¨¢s, ya sea desde el ¨¢mbito p¨²blico o privado.
Por consiguiente, s¨ª la profesionalidad se compra y es adquirida para un ¨¢mbito tan personal como es nuestra vivienda, ?vamos a permitir que esa profesionalidad quede relegada a un segundo lugar? La respuesta es no, porque la pol¨ªtica est¨¢ para corregir y mejorar los errores, no para ser parte de ese problema, que aunque venga legitimada por una mayor¨ªa parlamentaria, nunca debe ir en contra de una voluntad profesional, que busca querer enmendar los errores para garantizar y aumentar los derechos de una ciudadan¨ªa, que cada vez m¨¢s demanda en su ¨¢mbito personal, la profesionalidad y cometido de una carrera con clara vocaci¨®n de servicio a la ciudadan¨ªa.
Por ello, desde el Parlamento de Andaluc¨ªa, se ha tenido la posibilidad de acercarse a la labor y profesionalidad de este sector. Distintas iniciativas han permitido conocer la labor de los colegios profesionales, una profesionalidad que se pone de manifiesto a trav¨¦s de las cifras, cuando el propio Consejo Andaluz de Colegios de Administradores de Fincas, manifiesta que su actividad transcurre por el camino correcto, al hablar de que ocho de cada diez viviendas espa?olas est¨¢n gestionadas por profesionales colegiados.
Por lo que, se puede extraer la conclusi¨®n, que s¨ª el p¨²blico compra el producto, es porque lo considera ¨²til, mereciendo nuestro apoyo y reconocimiento, a esos servicios que se prestan desde la cercan¨ªa y con la complicidad de la confianza que generan unos buenos profesionales.
Remedios Martel G¨®mez, Secretaria Tercera del Parlamento de Andaluc¨ªa
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