Bruselas acusa a Valencia de manipular sus cuentas durante a?os

Rev¨¦s a la credibilidad de Espa?a por v¨ªa valenciana. La Comisi¨®n Europea abri¨® este viernes una investigaci¨®n sin precedentes sobre las estad¨ªsticas fiscales de la Comunidad Valenciana, la cuarta mayor de Espa?a por el tama?o de su econom¨ªa. Bruselas acusa al Gobierno regional de haber manipulado sistem¨¢ticamente y a lo largo de muchos a?os los datos de d¨¦ficit y deuda p¨²blica; el mismo pecado que, salvando las distancias, cometi¨® Grecia en su d¨ªa. Si se confirman las sospechas, la multa puede ser de hasta 2.000 millones de euros, el 0,2% del PIB espa?ol. Pero m¨¢s all¨¢ del agujero y de la multa est¨¢ el efecto sobre la maltrecha marca Espa?a: Bruselas estrena con Valencia sus nuevos poderes de supervisi¨®n sobre las estad¨ªsticas nacionales, de los que se dot¨® en su d¨ªa despu¨¦s de comprobar que los griegos mintieron como bellacos sobre la salud de sus cuentas p¨²blicas.

Salvando las distancias, algo as¨ª puede haber pasado tambi¨¦n en Valencia: ¡°La investigaci¨®n examinar¨¢ si la declaraci¨®n err¨®nea, de forma deliberada o por negligencia grave, de los gastos realizados en esa comunidad tergivers¨® los datos nacionales de d¨¦ficit y deuda a lo largo de varios a?os¡±, seg¨²n la Comisi¨®n Europea.

El caso viene de lejos: en mayo de 2012, las autoridades espa?olas informaron a Eurostat ¡ªla agencia estad¨ªstica de la Uni¨®n¡ª de que el d¨¦ficit de 2011 ten¨ªa que revisarse al alza cuatro d¨¦cimas de PIB (unos 4.000 millones) por la detecci¨®n de gastos no registrados en Valencia y Madrid. Ah¨ª empez¨® el l¨ªo. Eurostat investig¨® y acab¨® cerrando sin mayores problemas el asunto de Madrid: lo consider¨® ¡°un ajuste excepcional¡±. En Valencia, sin embargo, se comprob¨® que la Intervenci¨®n General ¡°hab¨ªa enviado sistem¨¢ticamente informaci¨®n incorrecta a lo largo de muchos a?os¡±.

Esa comunidad no notific¨® ¡°considerables gastos sanitarios¡±, seg¨²n Bruselas, que fuentes del Ejecutivo valenciano estiman en 1.800 millones de euros. Y no respet¨® el principio de devengo: en Europa, ingresos y gastos se anotan en el momento en que se conocen; no cuando se cobra o se paga. Una ley valenciana permit¨ªa al Gobierno regional meter las facturas en un caj¨®n y no contabilizar los gastos sanitarios hasta que el S¨ªndic de Comptes (el tribunal de cuentas) detectaba el agujero. En ese momento las facturas sal¨ªan a la luz y se pagaban a trav¨¦s de un cr¨¦dito para evitar que engrosaran el d¨¦ficit: iban directamente a deuda, reconocen las fuentes consultadas en la Generalitat, que imputa esas pr¨¢cticas a los consejeros Gerardo Camps y Jos¨¦ Manuel Vela. El actual equipo busca desmarcarse a toda costa de la gesti¨®n de Camps, que reaparece en la pol¨ªtica valenciana despu¨¦s del caso G¨¹rtel.

Por ese tipo de asuntos, Eurostat public¨® un informe demoledor a finales del a?o pasado que b¨¢sicamente pone en duda la fiabilidad de las estad¨ªsticas espa?olas, aunque despu¨¦s rectific¨® y decidi¨® circunscribir los fallos detectados b¨¢sicamente a pagos a proveedores. La investigaci¨®n de la Comisi¨®n sigue ese rastro: el comisario Algirdas Semeta asegur¨® este viernes que Bruselas ¡°no va a transigir con la calidad y la credibilidad de las estad¨ªsticas europeas¡±.

El Ejecutivo comunitario ¡°no pone en duda la exactitud de las estad¨ªsticas de Espa?a¡±, destaca que las autoridades ¡°han cooperado¡± estrechamente con Eurostat e insiste en focalizar el caso en la Comunidad Valenciana. Pero en funci¨®n de los resultados de la investigaci¨®n no se puede descartar una revisi¨®n al alza del d¨¦ficit y la deuda, que suponen un sensacional quebradero de cabeza para el Gobierno. Despu¨¦s de las diversas dosis de austeridad y reformas, el d¨¦ficit espa?ol sigue por encima del 7% del PIB; la deuda p¨²blica se acerca al 100% del PIB. Aunque se confirmen las sospechas, sin embargo, es improbable que se imponga la multa m¨¢xima ¡ª2.000 millones de euros¡ª, ante el hecho de que las irregularidades afectan a una sola comunidad y a un solo cap¨ªtulo de gasto.

Otro cantar es el denominado efecto reputacional: el perjuicio que causen las dudas sobre la fiabilidad de las estad¨ªsticas regionales y, por ende, espa?olas. La Comunidad Valenciana, gobernada por el PP desde la victoria de Eduardo Zaplana (hoy en n¨®mina de Telef¨®nica) en 1995, tiene la deuda p¨²blica m¨¢s abultada entre las comunidades: 33.864 millones, lo que equivale al 34,8% del PIB, 13 puntos m¨¢s que la media. Y una cifra que puede acabar siendo a¨²n m¨¢s abultada en funci¨®n de lo que decida Bruselas.