Cuidado con el falso profeta
El (a¨²n d¨¦bil) alza del PIB espa?ol nada debe a la rebaja de impuestos
Espa?a lleva un a?o creciendo. Residualmente al principio, d¨¦bil pero cachazudamente en el ¨²ltimo semestre. Bien. Para acelerar ese crecimiento conviene ahora huir de las p¨®cimas de los falsos profetas. El inicio de la recuperaci¨®n se ha ido afianzando con una econom¨ªa p¨²blica en la que han aumentado, como nunca en la historia de esta democracia, los impuestos.
Es decir, el aumento del PIB, la mayor recaudaci¨®n tributaria y la reducci¨®n del d¨¦ficit nada deben a la reducci¨®n de impuestos de la minirreforma Montoro, porque sus efectos a¨²n no son tangibles. Subray¨¦moslo, porque muy pronto oiremos a los trompeteros neocons que la recuperaci¨®n es fruto de la rebaja de impuestos.
Atenci¨®n, nada de anteojeras ideologistas. Bajar seg¨²n qu¨¦ impuestos y seg¨²n a qui¨¦nes puede inducir crecimiento: si se reduce la tributaci¨®n a quienes obtienen rentas inferiores (y que no pueden ahorrar), gastar¨¢n el mayor ingreso en m¨¢s consumo: aumenta la demanda y el PIB. No es el caso de las rentas m¨¢s altas, cuyo consumo es m¨¢s inel¨¢stico al ingreso porque no depende de una rebajita. Igualmente, reducir inversi¨®n p¨²blica productiva retrae crecimiento porque suele ser inyecci¨®n en vena, mientras que reducir gasto corriente no es tan perjudicial. De modo que todo depende del seg¨²n y del c¨®mo y sobre qu¨¦ rincones de la realidad se opera.
Por suerte, el Banco de Espa?a ha dejado claro que el (a¨²n fr¨¢gil) aumento del PIB registrado nada tiene que ver con ideol¨®gicas reducciones de impuestos. Aunque deslice la patita al augurar, ay, la sinton¨ªa gubernativa, que el crecimiento futuro ser¨¢ a¨²n mayor gracias a la reformita fiscal de Crist¨®bal. Pecadillos veniales.
Sirva eso de vacuna ante la defensa numantina de la reducci¨®n generalizada de impuestos como factor de relanzamiento de la econom¨ªa y mecanismo id¨®neo para acabar con el d¨¦ficit. Esa idea se activ¨® en 1974 gracias a la curva dibujada en una servilleta por el economista Arthur Laffer, inspirador de Ronald Reagan. Al llegar a la Casa Blanca baj¨® los impuestos: ?Pero cay¨® la recaudaci¨®n! Al final entreg¨® a su sucesor un d¨¦ficit monumental.
Pese a esos desastres pr¨¢cticos, Laffer no cej¨®. Un d¨ªa dictamin¨® que hubo ¡°s¨®lo uno¡± de los Gobiernos espa?oles ¡°que lo hiciera muy bien¡±, bajando impuestos como el recomendaba (El Mundo, 27 de mayo de 2013). Pues ¡°si quitas dinero a los ricos y se lo das a los pobres, generar¨¢s muchos m¨¢s pobres¡± (Cinco D¨ªas, 22 de julio)... como jam¨¢s nadie ha demostrado.
Tambi¨¦n ha quedado demostrado que el alza de la recaudaci¨®n y el crecimiento de esa ¨¦poca Aznar no se debi¨® a las reducciones de impuestos de 1998 y 2002. Primero, porque el crecimiento ya ven¨ªa del ¨²ltimo a?o de Pedro Solbes. Pero sobre todo porque lo que catapult¨® la econom¨ªa espa?ola fue la bajada de los tipos de inter¨¦s (gracias al euro), que redujo la factura de los intereses de la deuda en 3,2 puntos del PIB (¡°?Existi¨® el milagro fiscal del Gobierno de Aznar?, J. Ignacio Conde Ruiz, (eldiario.es, 8 de junio de 2013) y el aumento de la recaudaci¨®n asociada a la enloquecida burbuja inmobiliaria, casi tres puntos m¨¢s.
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