El crecimiento del comercio chino sorprende y lanza el super¨¢vit a su r¨¦cord

Quienes vaticinaban un brusco aterrizaje de la econom¨ªa china tienen hoy una raz¨®n m¨¢s para replantearse ese pesimismo. Porque, seg¨²n los datos proporcionados por las autoridades aduaneras del pa¨ªs, en julio las exportaciones de China crecieron un 14,5%, una velocidad que duplica la del mes anterior (del 7,2%) y que supera ampliamente la esperada por los analistas econ¨®micos encuestados por diferentes medios de comunicaci¨®n. Adem¨¢s, ese dato, sumado a la ca¨ªda de un 1,6% en las importaciones, lanz¨® el super¨¢vit comercial del gigante asi¨¢tico hasta los 35.300 millones de euros, una cifra nunca antes vista que supone un incremento de 11.700 millones sobre la registrada en junio y de 5.200 millones sobre el anterior r¨¦cord, registrado en noviembre de 2008.

Sin duda, las estad¨ªsticas afianzan el mensaje de calma que el Gobierno de la segunda potencia mundial est¨¢ tratando de transmitir: la econom¨ªa de China est¨¢ bajo control y no habr¨¢ sobresaltos. Claro que todav¨ªa es pronto para saber si Pek¨ªn conseguir¨¢ alcanzar el ambicioso objetivo que se ha marcado para el conjunto del a?o, un per¨ªodo en el que espera que el comercio exterior en su conjunto crezca un 7,5% frente al de 2013. De momento, ese incremento es solo de un 1,2%, y, aunque los datos de julio demuestran que la demanda crece en los clientes tradicionales de China que van dejando atr¨¢s la crisis global, sobre todo Estados Unidos y Europa, es evidente la preocupaci¨®n por la distorsi¨®n que puede haber introducido la depreciaci¨®n del yuan frente al d¨®lar ¡ªun 1,7% este a?o¡ª y, sobre todo, por el inesperado mal comportamiento del mercado interno.

¡°Las importaciones hab¨ªan crecido un 5,5% en junio y vaticinaban una continuada tendencia al alza. Pero la brusca ca¨ªda de julio provoca dudas sobre la solidez del vuelco en el modelo econ¨®mico que busca el Gobierno -para que el consumo interno se convierta en el principal motor del pa¨ªs-. De hecho, es posible que el mal dato est¨¦ relacionado con la lucha que el presidente Xi Jinping ha lanzado contra la corrupci¨®n, cuyos efectos se notan sobre todo en el sector del lujo¡±, analiza para EL PA?S un profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Fudan, en Shangh¨¢i, que pide mantenerse en el anonimato. Alberto Fern¨¢ndez, director ejecutivo de la bodega Torres en China, reconoce que as¨ª es y pone un ejemplo: ¡°La venta de los vinos importados m¨¢s caros ha ca¨ªdo hasta un 80%, y el canal del sector gubernamental se ha desplomado y puede llevar al cierre de algunas empresas¡±.

Entre el resto de males que todav¨ªa acechan al mercado dom¨¦stico destaca tambi¨¦n la burbuja inmobiliaria, que los dirigentes del Partido Comunista est¨¢n tratando de desinflar de forma controlada para evitar que un descalabro enoje a los inversores y provoque la bancarrota del importante sector de las entidades financieras en la sombra, a las que han acudido muchos especuladores que no pod¨ªan acceder al cr¨¦dito de los bancos oficiales. Si no hay retraso, el Bur¨® Nacional de Estad¨ªsticas publicar¨¢ la semana que viene una bater¨ªa de datos sobre las ventas al por menor, la actividad industrial, y las inversiones en activos fijos que servir¨¢n para analizar el efecto que la coyuntura actual puede tener en el crecimiento global del pa¨ªs.

De momento, el Gobierno respira tranquilo. Despu¨¦s de haber registrado el menor incremento del PIB en 18 meses durante el primer trimestre del a?o, en el segundo cuarto la econom¨ªa se comport¨® bien con una expansi¨®n del 7,5%, la cifra m¨¢gica que el primer ministro, Li Keqiang, anunci¨® para el conjunto del ejercicio. No obstante, la nueva c¨²pula del poder, que tom¨® el tim¨®n de China el a?o pasado, ya anunci¨® que tampoco ser¨ªa una tragedia que el crecimiento estuviese por debajo del 7%. Al fin y al cabo, el objetivo, como avanz¨® el anterior primer ministro, Wen Jiabao, es ¡°crecer menos, pero crecer mejor¡±.