Inversores arruinados y defraudados
Los estafados de Gowex, Pescanova y Nueva Rumasa luchan para recuperar el dinero perdido y achacan al regulador la responsabilidad de lo ocurrido
Gowex, Pescanova, Nueva Rumasa. Son la firma tecnol¨®gica m¨¢s importante del mercado alternativo, la gran empresa alimentaria y la nueva compa?¨ªa surgida tras una clamorosa expropiaci¨®n. Aunque en diferentes sectores, las tres comparten algo: los fraudes que perpetraron. Muchos accionistas confiaron y perdieron todos sus ahorros. Salvo en espor¨¢dicos casos, ni un euro invertido volvi¨® a sus bolsillos. Las estafas han conseguido eludir los controles y golpear a todo tipo de inversores, incluso a los m¨¢s expertos. Y ahora, entre el recelo y la rabia de los afectados, los analistas debaten qu¨¦ ha podido fallar.
La falsificaci¨®n de las cuentas de la operadora de wifi Gowex es la estafa m¨¢s reciente que ha sacudido a los mercados. Gotham City, una firma de an¨¢lisis estadounidense, destap¨® el pasado 1 julio un esc¨¢ndalo que, tras semanas de investigaci¨®n, se ha revelado en toda su magnitud: un entramado de sociedades fantasma, contratos ficticios y cuentas bancarias en para¨ªsos fiscales en las que los directivos de la firma ocultaban millones de euros.
Muchos inversores creyeron en la empresa: ¡°Estaba totalmente convencido de que el ¨¦xito de Gowex ten¨ªa bases reales. Era la estrella del MAB [el mercado alternativo burs¨¢til], hab¨ªa puesto wifi en varias ciudades, sus cuentas eran brillantes y conquistaba el mercado internacional. Pocos d¨ªas antes de que estallase el esc¨¢ndalo vend¨ª todas las acciones de otras empresas que pose¨ªa y las invert¨ª en Gowex¡±, relata por tel¨¦fono un interventor de la administraci¨®n local que reside en la Comunidad Valenciana y que prefiere no revelar su identidad. Su confianza era ciega: ¡°Al principio hab¨ªa invertido 95.000 euros, pero a que las acciones segu¨ªan cotizando tras el informe de Gotham invert¨ª otros 20.000¡±. El resultado: 115.000 euros, los ahorros de su vida, perdidos.
Este afectado achaca la culpa a los fallos en los controles: ¡°Lo que me indigna es que todo eso haya pasado en un pa¨ªs en el que supuestamente hay unas garant¨ªas, una seguridad jur¨ªdica, dentro de la Uni¨®n Europea, con un mercado regulado y supervisado. El MAB es fundamental para fomentar la financiaci¨®n de empresas que est¨¢n creciendo y Gowex era la firma de mayor envergadura, no estaba invirtiendo en Nueva Rumasa¡±, remacha.
Los expertos insisten en modificar el funcionamiento
"La culpa no fue de Ruiz-Mateos"
Los bonos emitidos por la firma de Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos resultaron, por el contrario, suficientemente apetecibles para C.D., un exdirectivo de una petrolera que reside en Castelldefels (Barcelona) y que invirti¨® en ellos 50.000 euros. La red empresarial de Nueva Rumasa surgi¨® de las cenizas de Rumasa, el holding que el Estado expropi¨® en febrero de 1983. En 2011, las 10 principales empresas de la red entraron en concurso de acreedores, paso previo a la quiebra que se concret¨® ese mismo a?o. C.D. especifica que invirti¨® ¡°fascinado¡± por el personaje: ¡°Ruiz-Mateos fue v¨ªctima de una persecuci¨®n injusta. Intent¨® financiarse despu¨¦s de que los bancos le dieron la espalda. En 20 a?os su compa?¨ªa nunca tuvo problemas: ni una huelga, ni ning¨²n tipo de esc¨¢ndalo. Me parec¨ªa solvente, estoy seguro de que los responsables de todo lo que pas¨® son sus hijos y sus nietos¡±.
C.D. solo ha recuperado 3.000 euros de intereses. Explica que los juicios est¨¢n estancados. Y menciona como principal causa del fraude ¡°una estafa institucional, debida al hecho de que la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV) permitiese la emisi¨®n de bonos de una compa?¨ªa que en realidad estaba en esas condiciones¡±. El regulador burs¨¢til, sin embargo, advirti¨® varias veces sobre las emisiones e hizo hincapi¨¦ en que sus bonos no pod¨ªan cotizar en ning¨²n mercado.
A las historias de Gowex y Nueva Rumasa se suma la de Pescanova. El 9 de julio de 2013 la auditora KPMG remiti¨® un demoledor informe a la CNMV en el que evidenciaba la sistem¨¢tica alteraci¨®n de las cuentas de la empresa pesquera, perpetrada de ¡°forma consciente¡± durante a?os. M. D., sin embargo, invirti¨® en ella 30.000 euros entre 2011 y 2012. ¡°Quise apostar por una firma gallega, que vende comida, un negocio que me parec¨ªa seguro. Me enga?aron los tonos triunfalistas de las juntas de accionistas a las que asist¨ª, siempre se alababan los resultados de la compa?¨ªa. Nunca pens¨¦ que una empresa as¨ª pudiese quebrar¡±, afirma este exfuncionario estatal jubilado de Vigo. No ha recuperado nada de su dinero y, como los dem¨¢s afectados, ve en el regulador el principal responsable: ¡°?Qu¨¦ hace la CNMV en este caso? ?C¨®mo se puede permitir que se realicen auditorias como la de Pescanova? En todo lo que ha pasado hay seguramente una responsabilidad del Estado¡±.
Una asociaci¨®n va a pedir en la UE que se aclare el papel del supervisor
El recelo de los afectados, sin embargo, choca con la visi¨®n de los expertos. ¡°Las entidades que vigilan las Bolsas no pueden detectar un fraude. El problema est¨¢ en las auditoras y en una valoraci¨®n equivocada de los riesgos por parte de los inversores¡±, arguye Miguel ?ngel Bernal, responsable del departamento de investigaci¨®n del Instituto de Estudios Burs¨¢tiles (IBE). Asegura que el verdadero problema es que ¡°la mayor parte de quienes invierten desconocen los m¨¢s b¨¢sicos mecanismos burs¨¢tiles¡±.
Bernal identifica algunas similitudes entre las tres empresas: un consejo de administraci¨®n casi familiar, no muy diversificado; cifras de negocio que no se corresponden con las medias de su sector; y una baja capitalizaci¨®n en los casos de Gowex y Pescanova, ya que Nueva Rumasa no cotizaba. Y considera fundamental modificar el funcionamiento de las auditoras: ¡°Es indispensable filtrar las firmas autorizadas para llevar a cabo estos informes, exigir que presenten un historial de los estudios realizados hasta la fecha, y quiz¨¢s corroborar sus trabajos con auditor¨ªas sorpresa de otras firmas o, cada tres o cuatro a?os, con informes de auditoras m¨¢s prestigiosas¡±.
Para solucionar ¡°la ineficacia del ordenamiento jur¨ªdico¡±, la Asociaci¨®n Espa?ola de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (AEMEC) va a iniciar un procedimiento en el Parlamento Europeo para que se revise el papel de los supervisores y sobre todo su responsabilidad, debido a la naturaleza internacional de los accionistas afectados explica su portavoz, Antonio Valverde. E insiste: ¡°El problema de Espa?a es un vac¨ªo institucional en la defensa y protecci¨®n de los intereses de los accionistas minoritarios que invierten en las sociedades cotizadas¡±, dice.
"Que la gente no lo sepa"
¡°Es humillante, no quiero que la gente que me rodea sepa que he perdido tanto dinero y que me han enga?ado¡±. Los afectados por los fraudes empresariales repiten estas frases al un¨ªsono. No quieren que se revele su identidad ni los detalles de sus p¨¦rdidas. Muchos viven en pueblos con pocos habitantes, donde todo el mundo se conoce, e intentan evitar que los vecinos les reconozcan como unos ingenuos que creyeron en ¨¦xitos empresariales inexistentes y cuentas falsas. Otros titubean hasta incluso para asociarse con otros afectados con el objetivo de emprender v¨ªas legales.
¡°Muchos de ellos se enfadan al solo pensar en contar su historia m¨¢s all¨¢ de las conversaciones confidenciales que han tenido directamente con nosotros¡±, explica Antonio Valverde de la AEMEC, la asociaci¨®n que agrupa los peque?os accionistas de empresas que cotizan. ¡°Dicen que viven un momento muy delicado, al que no quieren dar ninguna publicidad. M¨¢s all¨¢ de las perdidas econ¨®micas, ser v¨ªctimas de una estafa conlleva tambi¨¦n consecuencias emotivas¡±, insiste.
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