Dos realidades en Jackson Hole
Draghi mostr¨® el desempleo espa?ol como una de las realidades m¨¢s preocupantes
La conferencia anual en Jackson Hole (Wyoming) ha cumplido las expectativas y ha dejado mensajes muy claros sobre el devenir de la pol¨ªtica monetaria en los pr¨®ximos meses. Los discursos de los m¨¢ximos mandatarios de la Fed y del Banco Central Europeo, Janet Yellen y Mario Draghi expresaban, sin embargo, realidades muy diferentes que conllevan acciones tambi¨¦n distintas. Tal vez uno de los aspectos m¨¢s interesantes de la cita de este a?o es que el tema principal del debate era el mercado de trabajo. Las preocupaciones expresadas en torno al desempleo revelan las desiguales circunstancias de forma evidente: en Estados Unidos las discusiones se han enfocado en la calidad del empleo creado y en c¨®mo medir el desempleo de forma m¨¢s certera y en ¡°tiempo real¡±. En la eurozona, el problema es m¨¢s perentorio y grave: c¨®mo crecer para crear puestos de trabajo y que los ciudadanos noten de verdad una recuperaci¨®n econ¨®mica que precisamente ahora est¨¢ de nuevo en cuesti¨®n.
Lo bueno de Jackson Hole es que, de alguna manera, los responsables de la pol¨ªtica monetaria encuentran en aquel id¨ªlico paisaje un salvoconducto temporal para expresarse con mayor libertad de lo que habitualmente pueden hacer. Apuntando no s¨®lo la visi¨®n de largo plazo de sus instituciones, sino tambi¨¦n su perspectiva y matices personales. Dado que la urgencia aprieta, a Draghi se le not¨® algo m¨¢s suelto de lo habitual y, sin perder rigor acad¨¦mico, envi¨® mensajes contundentes que pueden marcarle, una vez m¨¢s, como game changer en la eurozona. En dos niveles.
El primero se refiri¨® a su mandato y situ¨® la preocupaci¨®n por la deflaci¨®n en un plano de gravedad que hasta ahora no se hab¨ªa mostrado. De hecho, apel¨® de forma extraordinaria a combinar dos grandes medidas para relanzar la recuperaci¨®n econ¨®mica en el ¨¢rea del euro: ampliar las acciones extraordinarias de pol¨ªtica monetaria y coordinar las pol¨ªticas fiscales. Respecto a lo que queda dentro de su capacidad, se avanz¨® que el est¨ªmulo programado del cr¨¦dito mediante los TLTRO desde septiembre podr¨ªa verse complementado con compras de activos. En relaci¨®n con las pol¨ªticas fiscales, Draghi cambi¨® las tornas con una petici¨®n dura a los Gobiernos europeos para realizar una de las pocas acciones fiscales que es compatible con la austeridad: la coordinaci¨®n de acciones de est¨ªmulo, tanto de demanda como de oferta.
El segundo nivel del discurso de Draghi fue el m¨¢s t¨¦cnico, pero igualmente crudo. Se trataba de la situaci¨®n del mercado de trabajo en la eurozona. El desempleo se present¨® como un problema extraordinariamente desigual a lo largo de la geograf¨ªa europea, achacable tanto a factores c¨ªclicos como estructurales y en el que Espa?a aparec¨ªa como una de las realidades m¨¢s preocupantes, a pesar incluso de los esfuerzos realizados, lo que supone una apelaci¨®n a mayores reformas. De forma general, lo que Europa se est¨¢ jugando es si entrar en una tercera recesi¨®n ¡ªla dimisi¨®n en bloque del Gobierno franc¨¦s ayer confirma esta encrucijada¡ª con la que se encontrar¨ªa con la deflaci¨®n absolutamente de cara y aunque el BCE act¨²e, las reformas pueden ser el ¨²nico puntal de crecimiento a largo plazo.
Por el lado estadounidense, el mensaje m¨¢s claro era digno de envidia al otro lado del Atl¨¢ntico. Yellen admiti¨® que la recuperaci¨®n se estaba acelerando y que exist¨ªa un consenso al respecto y anticip¨® subidas de tipos de inter¨¦s. En todo caso, teniendo en cuenta la inflaci¨®n en Europa, es posible que los tipos de inter¨¦s reales no sean muy diferentes durante alg¨²n tiempo. Pero aunque eso pueda hacer que la ensalada monetaria parezca similar, la realidad es que ambos lados del Atl¨¢ntico el aderezo es muy distinto. En Estados Unidos sabe dulce y en Europa es muy agrio.
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