Contra la euro mezquindad
El plan Draghi triunfa, pero ?invertir¨¢ la UE a lo grande o con racaner¨ªa?
El plan Draghi, del se?or del BCE, ya camina. Hoy le toca a ¨¦l mismo cumplir su parte, inundar el mercado de liquidez para los bancos ¡°orientada¡± a financiar empresas.
Es una nueva versi¨®n, prometida antes de vacaciones, de la ¡°litrona¡± o LTRO (Long-Term-Refinancing Operations), para convertirse en TLTRO: ¡°T¡± de targeted, orientada, seleccionada, condicionada a que trasladen el cr¨¦dito a la econom¨ªa real. Veremos los resultados.
Pero su plan de giro en la pol¨ªtica econ¨®mica, para completar la ortodoxia presupuestaria con una orientaci¨®n algo m¨¢s keynesiana, inversora y atenta contra el empleo, y con reformas estructurales liberales, ya cal¨® hondo a final de la semana pasada, en el Eurogrupo y el Ecofin.
Los ministros de Finanzas, ecofines (UE-28) y eurogrupines (Eurozona-18) endosaron una transacci¨®n con Francia: le prometieron plazo m¨¢s amplio para ajustar su d¨¦ficit a cambio de la promesa de reformas ahorradoras. Es la primera plasmaci¨®n de la suavizaci¨®n del rigor presupuestario, reclamada por Draghi.
Queda un mecanismo flexibilizador in¨¦dito: el uso de la ¡°regla de oro¡± para cuantificar el d¨¦ficit. A saber, que no se incluya en ¨¦l el monto de las inversiones p¨²blicas productivas: ¡°se tendr¨¢ en cuenta si el d¨¦ficit p¨²blico supera los gastos p¨²blicos de inversi¨®n¡±, reza el propio Tratado (104-C de Maastricht; 126.3 de Lisboa). Como el manejo de ese baremo corresponde a la Comisi¨®n, ser¨¢ Jean Claude Juncker quien pueda usarlo como complementario... o esencial. Hay margen, el margen que quisieron los padres del euro, hasta que se impuso la escol¨¢stica.
Tercera pata m¨¢s all¨¢ de la expansi¨®n monetaria y de las reformas-a-cambio-de-suavizaci¨®n-fiscal: la inversi¨®n p¨²blica. Hasta los reticentes, como el voluntario alem¨¢n Wolfgang Schauble y el forzado franc¨¦s Michel Sapin, reconocieron en su homil¨ªa bipartita que hay que ¡°promover la inversi¨®n¡± privada y p¨²blica, porque ha ca¨ªdo un 15% desde el inicio de la crisis, y esa es la causa principal del estancamiento econ¨®mico europeo.
Acuerdo en el diagn¨®stico. ?Y en el recetario? El plan Draghi puede capotar por culpa de una oposici¨®n enrocada; pero a¨²n m¨¢s por los intentos de diluirlo. Si no hay ambici¨®n en la expansi¨®n monetaria, si la flexibilidad presupuestaria es r¨¢cana, si el tama?o de la inversi¨®n es mezquino, entonces fracasar¨¢ en la realidad pese a triunfar en los enunciados. Con la cuant¨ªa, nos habr¨¢n birlado el concepto.
Los 300.000 millones de inversi¨®n prometidos por Juncker no son grano de an¨ªs (un 2,2% del PIB de la UE). Pero su impacto recuperador depender¨¢ del plazo de su ejecuci¨®n; de si hay recursos nuevos o todo es dinero reclasificado; de si la apelaci¨®n al Banco Europeo de Inversiones es r¨¢pida, eficaz, favorece los ¡°actividades especiales¡± de mayor riesgo; de si llega a la pyme. De si inundan la econom¨ªa productiva o se limitan a un leve riego por aspersi¨®n.
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