Los ingresos en prisi¨®n por delito fiscal aumentan un 63% desde 2012

La extendida creencia de que en Espa?a nadie va a la c¨¢rcel por defraudar a Hacienda se tambalea. En agosto pasado, 144 personas estaban en prisi¨®n por delito fiscal, seg¨²n los datos que el Ministerio del Interior aporta a la Agencia Tributaria. Eso supone un aumento del 63% respecto a enero de 2012, cuando hab¨ªa 88 personas en prisi¨®n. La crisis ha llevado a la Abogac¨ªa del Estado, a Hacienda y a los jueces a endurecer sus criterios. La Audiencia de Madrid ha llegado incluso a mandar a prisi¨®n a un empresario condenado a un a?o de c¨¢rcel por defraudar 180.000 euros con un duro alegato: "El defraudador fiscal no merece comprensi¨®n".

Carmelo Aured, exalcalde de La Muela (Zaragoza), est¨¢ en la prisi¨®n de Zuera desde octubre de 2013. Se le conden¨® por escamotear a Hacienda 734.666 euros en 2004 y 2005. Su abogado, C¨¦sar Ciriano, cree extra?o que se le encarcelara por eso: "Ten¨ªa dinero en las cuentas para pagar la multa, pero el juez no quiso". El exregidor fue luego condenado por tr¨¢fico de influencias.

Como ¨¦l, cada vez m¨¢s personas pisan la c¨¢rcel por defraudar a Hacienda. En enero de 2012, hab¨ªa 88 en prisi¨®n cuyo principal delito era contra la Hacienda p¨²blica. Un a?o despu¨¦s, la cifra ascend¨ªa a 110; 2014 empez¨® con 124, y en agosto pasado ya eran 144. Si se suman las que est¨¢n en prisi¨®n tambi¨¦n por este delito, aunque no sea el principal motivo de condena, la cifra asciende a 161 personas.

Edmundo Bal, abogado del Estado jefe de lo Penal, ha vivido el cambio de tendencia: "Cuando en 1994 entr¨¦ de abogado del Estado era impensable que alguien fuera a la c¨¢rcel por delito fiscal. Ahora recibo con frecuencia autos de entrada en prisi¨®n. Han sido a?os de trabajo de mucha gente para hacer ver a los jueces que el delito fiscal es grave. La crisis ha terminado de crear una nueva conciencia contra este delito".

Bal distingue entre tres tipos de personas en prisi¨®n por delito fiscal. Los grandes corruptos condenados por varios delitos, entre los que est¨¢ el fiscal; los participantes en redes de fraudes del IVA o carruseles, y finalmente lo que ¨¦l califica como "el defraudador buen padre de familia". Estos son "empresarios que defraudaron entre 120.000 y un mill¨®n de euros que antes pagaban la cuota defraudada y que ahora como no tienen acceso al cr¨¦dito no pueden regularizar su situaci¨®n e ingresan en la c¨¢rcel".

Fernando Bocanegra podr¨ªa entrar en esa categor¨ªa. Este exconcejal de CDS en el Ayuntamiento de Madrid fue condenado en mayo de 2010 a un a?o de c¨¢rcel y multa de 180.881 euros por fraude fiscal. Seg¨²n la sentencia, en 2001 Bocanegra no pag¨® 187.881 euros de IVA que correspond¨ªan a su empresa de limpieza, Geulimpsa. El juzgado de ejecuciones penales n¨²mero 7 de Madrid suspendi¨® su ingreso en prisi¨®n al ser la pena menor de dos a?os, una decisi¨®n habitual si no hay antecedentes penales.

La Abogac¨ªa del Estado recurri¨® y en enero pasado la secci¨®n 17 de la Audiencia de Madrid le dio la raz¨®n con un duro auto: "Es imprescindible poner fin a una extendida concepci¨®n del delito fiscal que lo reduce a poco m¨¢s que una infracci¨®n administrativa [...] La da?osidad del delito fiscal estriba en que priva a las Administraciones p¨²blicas de los recursos financieros imprescindibles para cumplir eficazmente sus funciones y muy especialmente las que son propias del modelo de Estado asistencial, que forma parte del Estado social y democr¨¢tico de derecho en que se constituye Espa?a, como proclama el art¨ªculo primero de nuestra Ley Fundamental".

El auto, del que fue ponente Jes¨²s Fern¨¢ndez Entralgo, sigue desgranando por qu¨¦ Bocanegra debe entrar en prisi¨®n. Se?ala que defraudar a Hacienda impide o dificulta que las capas sociales m¨¢s desfavorecidas "tengan acceso a la educaci¨®n, a la sanidad, a la vivienda": "El defraudador fiscal ¡ªfrente a una extendida opini¨®n¡ª no merece comprensi¨®n. Adopta una actitud insolidaria; rompe, en mayor o menor medida, el contrato social y, en una proporci¨®n al¨ªcuota variable, est¨¢ contribuyendo a la quiebra de aquel Estado asistencial". El auto considera que Bocanegra es "un reiterado mal contribuyente" cuyo "pron¨®stico de resocializaci¨®n no puede ser m¨¢s sombr¨ªo".

La defensa de Bocanegra alega que si el empresario no pag¨® fue porque dedic¨® el dinero de la empresa a pagar salarios antes de cerrarla, no porque se lo haya quedado. Tras ese auto de la Audiencia de Madrid, plante¨® un ¨²ltimo recurso, por lo que ha evitado ingresar en la c¨¢rcel, y paga una cuota mensual a Hacienda. Pero ahora s¨ª siente el aliento de la justicia. "La Abogac¨ªa del Estado est¨¢ dur¨ªsima", ratifica su letrado.

La Audiencia de Madrid se ha negado a suspender el ingreso en prisi¨®n de dos hijos de Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos que defraudaron 1,4 millones y que ten¨ªan penas de siete y seis meses de prisi¨®n. Carlos Fabra ha sido condenado a cuatro a?os de prisi¨®n por cuatro delitos fiscales de casi 700.000 euros. La Abogac¨ªa del Estado pidi¨®, sin ¨¦xito, que entrara en prisi¨®n aunque haya solicitado el indulto. La Agencia Tributaria se ha opuesto a la medida de gracia porque crear¨ªa "sensaci¨®n de impunidad". "Se acab¨® la fiesta. Esto del fraude fiscal nos lo estamos tomando muy en serio", opina un fiscal adscrito a la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n que dirige Antonio Salinas. Un portavoz de la Fiscal¨ªa General del Estado asegura que no existe ninguna indicaci¨®n gen¨¦rica sobre la persecuci¨®n del delito fiscal, en el que se incurre cuando se defrauda a Hacienda m¨¢s de 120.000 euros. En 2011 la fiscal¨ªa abri¨® 942 diligencias por delito contra la Hacienda p¨²blica y la Seguridad Social; en 2012 descendieron a 797, y en 2013 fueron 777.

Edmundo Bal muestra en sus charlas las cifras de personas que van a la c¨¢rcel por no pagar impuestos y explica que en el mundillo hay quien tiene dificultad para creerle. Cree relevante el cambio de percepci¨®n de los jueces y de la sociedad: "Durante a?os pensamos que intentar defraudar a Hacienda era casi un deber ciudadano. Ahora ya no lo ven as¨ª. Quiz¨¢ ahora cuando un juez ve a un defraudador recuerda que a ¨¦l le han quitado la paga extra".

En eso coincide un magistrado que ha dictado autos de prisi¨®n: "Los jueces venimos de clase media y solemos empatizar con estos delincuentes de cuello blanco m¨¢s que con un ladr¨®n de la calle. Pero tenemos que pensar que son iguales. Me he pasado la vida mandando gente a la c¨¢rcel que solo eran peces chicos, los grandes nunca entraban en la red y me he cansado".

El abogado Jacinto Gil Ugena insiste en la tesis: "Algunos de mis clientes est¨¢n mentalizados de que van a ir a la c¨¢rcel. Antes era un chollo ser defraudador fiscal. Si regularizabas, la Agencia Tributaria no lo pasaba al juzgado, no se presentaba querella. Ahora, si hay una disconformidad te pueden presentar una querella. Ya no se hace la vista gorda como antes. Las arcas est¨¢n vac¨ªas, quieren dar una lecci¨®n y est¨¢ entrando mucha gente en la c¨¢rcel".

Un perito de la Agencia Tributaria advierte: "Ojo, a veces no vale solo con regularizar. Algunos de los que lo hagan pueden ir tambi¨¦n a la c¨¢rcel".