Alemania y Francia buscan f¨®rmulas para aumentar las inversiones

Alemania y Francia escenificaron ayer una tregua en la batalla que libran desde hace meses. Pese a sus sonoras diferencias sobre c¨®mo evitar que Europa caiga una vez m¨¢s en la recesi¨®n, los dos Gobiernos sentaron las bases para un futuro acuerdo sobre las f¨®rmulas con las que aumentar la inversi¨®n, requisito imprescindible para impulsar el crecimiento econ¨®mico. Es cierto que de la reuni¨®n celebrada en Berl¨ªn no sali¨® ni un solo euro y que el Ejecutivo de Angela Merkel sigue decidido a mantener a rajatabla la pol¨ªtica de austeridad, pero al menos las dos primeras econom¨ªas de la eurozona se pusieron de acuerdo para presentar a principios de diciembre propuestas concretas que deben impulsar las inversiones y la competitividad.

Los cuatro hombres que ayer se sentaron a negociar tienen ideas muy distintas sobre c¨®mo salir de la crisis. A un lado, el ministro alem¨¢n de Finanzas, el democristiano Wolfgang Sch?uble, y el de Econom¨ªa, el socialdem¨®crata Sigmar Gabriel, est¨¢n decididos a mantener el compromiso de no gastar m¨¢s de lo que ingresan las arcas p¨²blicas para no generar deuda. Al otro, sus hom¨®logos franceses, los socialistas Michel Sapin y Emmanuel Macron, pretend¨ªan convencer a la potencia alemana de que sacara la cartera para impulsar su econom¨ªa y la de todo el continente. Con resultados m¨¢s bien decepcionantes.

¡°Estamos decididos a hacer todo lo posible para fortalecer las inversiones en nuestros pa¨ªses¡±, dijo Sch?uble tras la reuni¨®n. Pero cuando el ministro dice esto, ese ¡°todo lo posible¡± no incluye un gran plan de gasto p¨²blico, sino movilizar a la iniciativa privada.

Berl¨ªn hace o¨ªdos sordos a las peticiones que le llegan del FMI, la OCDE, el BCE o el Gobierno de EE UU de que use sus saneadas arcas p¨²blicas para impulsar la econom¨ªa. Ni siquiera la advertencia, que ayer lanz¨® el Bundesbank, de que la econom¨ªa alemana podr¨ªa caer en la recesi¨®n convencen al Gobierno de Merkel para cambiar el rumbo. El PIB alem¨¢n ya cay¨® entre abril y mayo un 0,2%, por lo que un?segundo tropez¨®n en el tercer trimestre colocar¨ªa a la primera econom¨ªa de Europa t¨¦cnicamente en recesi¨®n. Y los datos de las exportaciones, que en agosto sufrieron su ca¨ªda m¨¢s grande desde 2009, no anticipan buenas noticias.

Antes de comenzar, la reuni¨®n de los cuatro ministros ya estaba envuelta en la pol¨¦mica. En una entrevista al diario de centro-derecha Frankfurter Allgemeine Zeitung, Macron y Sapin propon¨ªan a Berl¨ªn que gastara en los pr¨®ximos a?os una cantidad equivalente a la que el Gobierno franc¨¦s tiene previsto ahorrar en el pr¨®ximo trienio, es decir, 50.0000 millones de euros. ¡°Este ser¨ªa un buen equilibro. Nos interesa a todos que Alemania invierta¡±, asegur¨® al peri¨®dico Macron, que tambi¨¦n alert¨® contra una ¡°pol¨ªtica de ahorro exagerada¡±.

En la rueda de prensa, los dos ministros alemanes prefirieron no referirse a esta propuesta. Pero era dif¨ªcil ocultar el malestar por desayunarse con una entrevista en la que un ministro extranjero les sugiere c¨®mo gestionar su presupuesto. ¡°No he pedido nada a Alemania. Cada uno en su casa debe hacer lo que crea conveniente, porque finalmente lo que es bueno para un pa¨ªs lo es para toda Europa¡±, dijo Macron en la rueda de prensa al lado de sus colegas. Pese a este reconocimiento de la soberan¨ªa presupuestaria de cada pa¨ªs, el franc¨¦s record¨® que ¡°Alemania tiene m¨¢s capacidad¡±.

Berl¨ªn reconoce que necesita un importante salto inversor. ¡°Pero no solo en transporte e infraestructuras, como mucha gente cree, sino tambi¨¦n en eficiencia energ¨¦tica, banda ancha y empresas reci¨¦n creadas¡±, asegur¨® el ministro Gabriel, que como comparte con Sch?uble los postulados de austeridad, pero con un mayor acento socialdem¨®crata. El n¨²mero dos del Gobierno y l¨ªder del SPD defiende que la cuota de inversi¨®n en Alemania suba del 17% del PIB actual al 20%, lo que supondr¨ªa una inyecci¨®n de los mismos 50.000 millones de los que habl¨® Macron. La diferencia entre una propuesta y otra es que nadie en Berl¨ªn piensa que este dinero salga de las arcas p¨²blicas.