El gran mercado de comida de Latinoam¨¦rica
La Central de Abasto del Distrito Federal de M¨¦xico es la m¨¢s extensa del continente
La Central de Abasto de la Ciudad de M¨¦xico es como una enorme colmena. Lo que la diferencia es su capacidad. El n¨²mero de personas que acude al mercado mayorista m¨¢s grande del continente, ubicado en el l¨ªmite oriental del Distrito Federal, es mucho mayor al de las abejas que albergan un panal: recibe hasta 350.000 visitantes diarios a lo largo del a?o y llega a acoger a 500.000 personas en v¨ªsperas de festivo. Este oc¨¦ano de legumbres, hortalizas, flores, carnes y pescados, conforma el segundo centro econ¨®mico del pa¨ªs, solo por detr¨¢s de la Bolsa Mexicana de Valores. El dinero que mueve anualmente ronda los 9.000 millones de d¨®lares (7.100 millones de euros).
Cuatro d¨ªas a la semana, Pablo Herrera se levanta antes de que amanezca. A las seis de la ma?ana ya est¨¢ listo para conducir su camioneta hasta la Central de Abasto, este gran monstruo que alimenta a diario a 20 millones de personas y comercializa el 30% de la producci¨®n hortofrut¨ªcola nacional.
Su recorrido es r¨¢pido. No se pierde entre la telara?a de pasillos que se propagan por las 327 hect¨¢reas del mercado, un espacio siete veces m¨¢s amplio que El Vaticano. Herrera va directo a la zona de flores y hortalizas, una de las ocho que componen el centro y que ocupa un ¨¢rea de m¨¢s de 160.000 metros cuadrados.
La Central de Abasto de la Ciudad de M¨¦xico recibe 350.000 visitantes diarios
Los sectores de ultramarinos y v¨ªveres, frutas y legumbres, aves y c¨¢rnicos, envases vac¨ªos, almacenes temporales, estacionamiento para el transporte de carga y subasta son las dem¨¢s ¨¢reas que dan vida a la Central. En total, casi 11 millones de toneladas de mercanc¨ªas al a?o, muy por encima de las 2,1 comercializadas por el principal mercado mayorista de Espa?a, Mercamadrid.
Anteriormente, el epicentro del comercio mayorista de M¨¦xico se encontraba en el casco hist¨®rico de la capital, en el Mercado de La Merced, el principal centro de compraventa del pa¨ªs desde el periodo colonial. En los a?os setenta, el Gobierno del Distrito Federal se vio obligado a intervenir frente a la congesti¨®n provocada por esta gigantesca ¨¢rea comercial en el centro urbano.
Hubo que esperar hasta 1981 para que se estableciera el nuevo mercado en la delegaci¨®n de Iztapalapa ¡ªa cerca de 10 kil¨®metros de La Merced¡ª por un periodo de 99 a?os. La construcci¨®n y la actual gesti¨®n de la Central de Abasto de la Ciudad de M¨¦xico (Ficeda) est¨¢n en manos de una sociedad integrada por el Distrito Federal, el Ministerio de Desarrollo Econ¨®mico y los comerciantes que se adhirieron. El respaldo econ¨®mico corre por cuenta del Banco Santander (M¨¦xico), y antes del Banco Mexicano Somex.
La Central es el segundo centro econ¨®mico del pa¨ªs, superado solamente por la Bolsa de Valores de M¨¦xico
En los callejones de esta urbe dentro de la ciudad, recubiertos de lodo y hojas de ma¨ªz, nadie se resbala y nadie duerme. Herrera, como la mayor¨ªa de los clientes, compra todos los d¨ªas lo mismo desde hace casi 30 a?os. Antes se surt¨ªa en el mercado de La Merced, convertido ahora en la principal ¨¢rea minorista de la ciudad. As¨ª como ¨¦l, toda la actividad al por mayor que antes herv¨ªa en el centro hizo las maletas y se mud¨® a la Central. ¡°Los vendedores son los de siempre¡±, asegura mientras regatea la compra de una docena de coliflores que acaba adquiriendo por 70 pesos (poco m¨¢s de cuatro euros), y que revender¨¢ al doble en su puesto en uno de los tianguis de la ciudad, los mercados tradicionales ambulantes que se remontan a la ¨¦poca prehisp¨¢nica.
Propietarios de peque?os comercios, chefs de renombrados restaurantes y hasta turistas desorientados se mueven por las v¨ªsceras de este inmenso bazar. Otros, sin embargo, prefieren contratar a repartidores especializados. Castor David Briz es un ejemplo: ¡°Ya tenemos cinco restaurantes y se pierde mucho tiempo. Hacemos un pedido y nos lo llevan¡±. Carmen Mancera, encargada de surtir los locales de Briz, explica que se abastecen en la Central cuatro o cinco veces a la semana. ¡°Hablamos de grandes cantidades: solo de cebollas encargamos entre 1.500 y 2.000 kilos cada siete d¨ªas¡±, precisa.
Los productos proceden de 24 Estados del pa¨ªs y cada d¨ªa 2.000 tr¨¢ileres y 150 camiones medianos surcan la entrada de la Central. ¡°La mercanc¨ªa llega antes de las 12.00 de Hidalgo, Morelos, Michoac¨¢n y Veracruz y nosotros empezamos a trabajar ya a las dos de la madrugada. Yo vendo una media de 800 o 1.000 kilos al d¨ªa¡±, cuenta un joven vendedor de tomates.
Los gritos de los comerciantes se sobreponen a la m¨²sica que ruge desde cada puesto. J¨®venes y viejos remolcan los llamados diablitos, carretillas desbordadas de mercanc¨ªas, a lo largo de los 30 kil¨®metros de pasillo del mercado. A su paso, con un simple silbido, todos los transe¨²ntes dejan libre el camino.
La Central genera 17.000 empleos directos. Lorenzo, un joven diablero (porteador), est¨¢ fuera de esta estad¨ªstica. Alquila su carrito por 16 pesos (menos de un euro) y cobra un m¨¢ximo de 110 (6,4 euros) para transportar la mercanc¨ªa de los compradores de un punto a otro. ¡°El precio depende de la cantidad y de la distancia¡±, explica. Herrera, en poco m¨¢s de media hora, ya ha acabado su compra. ?l tiene a su diablero de confianza. ¡°Le doy 30 pesos [cerca de 1,7 euros]¡±, precisa antes de subirse a la furgoneta.
Un term¨®metro de la inflaci¨®n
La Central de Abasto de la Ciudad de M¨¦xico no solo tiene el objetivo de abastecer a la capital y a los suburbios, sino que es la responsable de fijar los precios de los productos de la canasta b¨¢sica a escala nacional. Tras un acuerdo entre la Secretar¨ªa de Agricultura federal y el Gobierno de la capital de M¨¦xico, firmado en 2012, la Central se ha convertido en referente monetario de todos los dem¨¢s mercados mayoristas del pa¨ªs y en el encargado de evitar especulaciones. Ambas instituciones son responsables de supervisar la comercializaci¨®n de los productos agroalimentarios para encontrar un equilibrio entre demanda y oferta de acuerdo con su disponibilidad.
¡°La alimentaci¨®n ha sido uno de los temas que se ha mantenido en la agenda p¨²blica del pa¨ªs. Los gobiernos federal y de M¨¦xico DF realizan esfuerzos importantes en la materia¡±, dijo Julio C¨¦sar Serna, administrador de la Central, al momento de sellar el acuerdo. El prop¨®sito es convertir al mercado en uno de los ejes de la pol¨ªtica alimentaria del pa¨ªs y as¨ª garantizar el acceso a la alimentaci¨®n a una poblaci¨®n con m¨¢s de 53 millones de personas en estado de pobreza, lo que equivale a casi la mitad de los habitantes de M¨¦xico.
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