El se?or de los olivos californiano
El catal¨¢n Xavier Marqu¨¦s ha plantado 14 millones de ¨¢rboles en una d¨¦cada
Ha plantado 14 millones de olivos en los campos de California en diez a?os. Esa es la haza?a de Xavier Marqu¨¦s (Barcelona, 1974), que lleg¨® a San Jos¨¦, donde termina Silicon Valley y comienzan los campos de cultivo, en 2000. Entonces era un ingeniero industrial reci¨¦n titulado. Acababa de aceptar un trabajo en una firma espa?ola que quer¨ªa explorar mercados. Hoy es consejero delegado de North American Agro-Investments y se dedica a la implantaci¨®n de nuevos cultivos y consultor¨ªa para aquellos que quieran entrar en el campo de California.
Al llegar asumi¨® dos retos: introducir un cultivo nuevo y convencer a los agricultores de que probasen. ¡°Ni conoc¨ªan c¨®mo era el proceso, ni se atrev¨ªan a poner una variedad nueva. Cuando probaban con unas hect¨¢reas, todo era m¨¢s sencillo, ampliaban y lo iban recomendando¡±. En California los agricultores distan mucho de los peque?os productores espa?oles. ¡°Los ranchos suelen superar los 18.000 acres (7.285 hect¨¢reas), la facturaci¨®n es millonaria y casi siempre pertenecen a una familia¡±, matiza Marqu¨¦s.
?C¨®mo es posible que la producci¨®n sea tan alta y d¨¦ resultados tan pronto? Marqu¨¦s rompe con uno de los dichos populares del campo espa?ol, el de que los olivos se plantan para los nietos. Tampoco se varean, y la recogida no aguanta hasta finales de a?o o enero. Para evitar el alto coste de la mano de obra y recolectar con rapidez, los olivos se asemejan m¨¢s a arbustos que a ¨¢rboles. El sistema es muy similar al de la vi?a. Plantaci¨®n en hilera, seguidas con pasillos para dejar paso a las m¨¢quinas que recogen el fruto. ¡°O se hace un proceso mecanizado, o semi-mecanizado, o es dif¨ªcil que sea competitivo¡±, subraya.
¡°Aqu¨ª no se busca la cantidad, sino
Otra diferencia, el seguimiento del fruto y la forma en que se procesa. Se cosecha en octubre. ¡°Para que el resultado final sea m¨¢s afrutado¡±, matiza. Estas decisiones tienen una consecuencia, no se busca la cantidad, sino la calidad. ¡°Hay que tener en cuenta que aqu¨ª no se suele fre¨ªr con este aceite, ni se usa a granel. Es un producto gourmet¡±. El paso por la almazara, normalmente, oriunda de Espa?a o Italia, suele ser en menos de tres d¨ªas tras la recogida, mientras que en Europa se esperara a tener el grueso de la temporada para convertirlo en aceite. ¡°Es una cuesti¨®n de calidad. En Espa?a falta trazabilidad. Aqu¨ª, al tomar una botella se puede saber con exactitud de qu¨¦ ¨¢rboles sali¨®, que d¨ªa se tom¨® del ¨¢rbol y cu¨¢l fue el proceso. Est¨¢n dispuestos a pagar un precio alto, pero no por cualquier cosa¡±, aclara.
A partir de su experiencia, este emprendedor ha visto c¨®mo lo que empez¨® como un cultivo para diversificar las posibilidades de los ranchos ha ido cobrando protagonismo hasta convertirse en un producto gourmet, cuidado y apreciado. La facturaci¨®n de su empresa, en 10 a?os, sum¨® 40 millones de d¨®lares. Casarse con una mujer de origen chino le ha invitado a abrir mercado el pa¨ªs asi¨¢tico. ¡°Tenemos que aprovechar el crecimiento de un pa¨ªs que en pocos a?os contar¨¢ con m¨¢s de 350 millones de habitantes de clase media¡±, expone.
Un factor que echa en falta con respecto a Espa?a es el dinamismo comercial. ¡°A medida que llega la producci¨®n, impulsan el mercado local. No solo cultivan, sino que saben activar las ventas. Me apena que seamos el primer productor de aceite del mundo y segundos en vino, pero no lo sabemos vender¡±, explica.
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