Transferencia de dudas
El an¨¢lisis exhaustivo que el supervisor ¨²nico bancario public¨® el domingo es un ejercicio de transparencia sin precedentes para el sector financiero europeo. Atr¨¢s quedaron aquellas pruebas supuestamente exhaustivas donde la cobertura y algunos aspectos metodol¨®gicos acabaron causando m¨¢s rubor que tranquilidad en el continente.
No se trata s¨®lo de cuestiones t¨¦cnicas para especialistas o de una discusi¨®n general sobre el estado de salud de la banca. Las dudas sobre el ¨¢rea del euro eran, en una proporci¨®n considerable, derivadas de incertidumbre respecto a los bancos y ahora se han publicado datos que, por primera vez, ayudan a colocar a cada uno en su sitio y a replantear las necesidades de mejora.
Italia se coloca como el gran perdedor de las pruebas porque le pone bajo el foco del exterior
La prueba ha sido algo m¨¢s que ejercicios de estr¨¦s. La revisi¨®n de la calidad de los activos (el llamado AQR por sus siglas en ingl¨¦s) se me antoja tanto o m¨¢s importante. Muchas veces he defendido desde esta tribuna que el fuerte escrutinio y requerimientos que ha sufrido el sector en Espa?a acabar¨ªan por afianzar la estabilidad. En otros pa¨ªses, muchos elementos de inestabilidad bancaria estaban ocultos en una macroeconom¨ªa m¨¢s favorable. El AQR ha transferido las dudas de forma muy importante. En el plano m¨¢s p¨²blico, Italia se coloca como el gran perdedor, porque sobre sus bancos se ha proyectado el inc¨®modo foco del examen exterior. En Espa?a sabemos mucho de esa presi¨®n. Incluso hay quien se atreve a decir que a Italia le hubiera venido bien un rescate bancario porque le va a ser complicado remontar el vuelo por s¨ª sola en un momento tan delicado como el actual y con una morosidad al alza. Es uno de los pa¨ªses donde la necesidad de reestructuraci¨®n era evidente y, sin embargo, se ha obviado. Pero hay otro plano, m¨¢s t¨¦cnico, en el que Alemania acapara tambi¨¦n parte de ese foco de inc¨®moda luz.
En el escenario adverso de estas pruebas, el m¨ªnimo de capital exigido era del 5,5% y hasta siete bancos alemanes se encuentran entre los quince que lo superan apenas en un rango de un punto y medio porcentual. Poquito margen para ofrecer una imagen de solidez que ya se hab¨ªa puesto en cuesti¨®n muchas veces. La banca alemana no est¨¢ bien y tan s¨®lo una econom¨ªa fuerte y una resistencia pol¨ªtica hab¨ªan ocultado esas debilidades. De cara a la galer¨ªa, parecen ¡°aprobados¡± pero los inversores no van a pasar por alto los ¡°raspadillos¡±. Ya se espera, de hecho, que con los criterios del AQR muchas entidades germanas tengan que registrar m¨¢s p¨¦rdidas de valor de las esperadas a cierre de 2014, algo que a¨²n tardaremos meses en comprobar.
La transparencia es una condici¨®n necesaria fundamental para que el motor financiero se relance en Europa. L¨¢stima que, como est¨¢ sucediendo tan a menudo en los ¨²ltimos a?os, no hay una coincidencia de impulsos y lo real sigue desacompasado respecto de lo financiero. Ahora que se gana en estabilidad bancaria, la macroeconom¨ªa europea se tambalea. El canal de transmisi¨®n sigue averiado. Las dudas se han transferido tambi¨¦n del sistema financiero a la econom¨ªa real. Un peligroso camino de ida y vuelta. El escenario adverso planteado sigue siendo improbable pero hoy lo es menos que cuando se dise?¨®.
Cabe acoger muy positivamente este an¨¢lisis del BCE pero tambi¨¦n habr¨¢ que evitar las interpretaciones err¨®neas. Por ejemplo, las que se lanzan a hacer rankings a partir de los tests. O las que sugieren que ahora ya est¨¢ todo preparado para que vuelva el cr¨¦dito. A¨²n hay obst¨¢culos para ello.
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