Grietas en el mercado del arte
Los precios desorbitados y la especulaci¨®n debilitan la solidez de la industria
El brillante barniz que cubre la pintura del mercado del arte comienza a partirse. Son grietas, algunas, finas; otras, gruesas, pero grietas. Ya se sabe que el diablo se esconde en los detalles, y en el arte tambi¨¦n. En las cinco pujas de arte contempor¨¢neo y moderno de octubre pasado (que coinciden con la feria Frieze en Londres), las casas de pujas Christie's, Sotheby's, Bonhams y Phillips consiguieron 167,2 millones de euros. Una recaudaci¨®n s¨®lida con cerca del 85% de los lotes vendidos. Entonces, ?d¨®nde habitan las grietas? En los detalles.
A las cuatro subastas tradicionales de octubre en Londres se les uni¨® una m¨¢s, que engord¨® la cifra: la colecci¨®n Essl. Creada por el empresario alem¨¢n Karlheinz Essl ¡ªdue?o de la cadena de supermercados BauMax¡ª cobija 7.000 obras. De estas, Christie's escogi¨® las 43 con mejores vistas al mercado. El negocio de Essl anda flojo. El a?o pasado perdi¨® 189 millones de euros, y hace falta caja. Por eso vendi¨® lo mejor que tiene: los artistas germanos de finales del siglo XX. De Gerhard Richter a Sigmar Polke pasando por Georg Baselitz. No result¨® f¨¢cil convencer a Karlheinz Essl. Christie's tuvo que garantizar todos los lotes. Es decir, la casa asegur¨® la compra de esas cuarenta piezas a un precio concreto, aunque no se alcanzase en la subasta. ¡°Es un riesgo muy grande y revela la tremenda competencia entre las firmas de pujas para conseguir piezas de primer nivel¡±, reflexiona el coleccionista Marcos Mart¨ªn Blanco, propietario de una colecci¨®n de 800 obras. Y avanza: ¡°Est¨¢ claro. No todo es tan s¨®lido como parece, y esta subasta lo evidencia¡±.
¡°La duda no es si hay una burbuja, sino cuando estallar¨¢¡±, explica un experto
Se refiere al flojo comportamiento en la puja de los dos principales term¨®metros del mercado del arte contempor¨¢neo: Andy Warhol y Gerhard Richter. En la subasta de la colecci¨®n Essl se qued¨® sin vender Net, un lienzo abstracto de grandes dimensiones de 1985 (estimado entre 7 y 10 millones de libras, 8,8 y 12,6 millones de euros) del pintor alem¨¢n. Se rematar¨ªa m¨¢s tarde, de forma privada, por 5,5 millones (comisi¨®n incluida), muy por debajo de la salida. De hecho, la colecci¨®n consigui¨® 46,8 millones de libras, algo m¨¢s del m¨ªnimo calculado (39,9 millones). Un par de d¨ªas antes, los tres warhol y los dos richter que puso a la venta Phillips no se vendieron. ?Problemas en el para¨ªso del arte?
¡°Todos los precios viven sujetos a la oferta y la demanda, y con la reciente explosi¨®n de obra disponible de los dos artistas parece l¨®gico que haya alguna correcci¨®n en esa subida constante¡±, apunta Ralph Taylor, director del departamento de Arte Contempor¨¢neo y Postguerra de Bonhams. Pero es cierto que ¡°la entrada en el mercado de mucha obra sobre papel de Warhol ha enfriado el entusiasmo de los coleccionistas¡±.
Sobre esa fragilidad, surgen las dudas. La subasta durante la primera semana de octubre de artistas asi¨¢ticos contempor¨¢neos en Christie's Hong Kong consigui¨® colocar solo el 65% de los lotes. Mientras, su archirrival Sotheby's adjudicaba un t¨ªmido 80%. ?M¨¢s interrogantes? ¡°Ning¨²n mercado disfruta de un crecimiento sostenido e infinito, y el arte no es una excepci¨®n¡±, incide el coleccionista Francisco Cantos. Palabras que se reflejan en las de Chema de Francisco, director de la feria Estampa: ¡°El mercado debe sincerarse mediante los precios¡±.
?Pero es eso, una cuesti¨®n de econometr¨ªa y sentimientos? Algunos analistas descubren otras grietas. Est¨¢n aumentando las falsificaciones atra¨ªdas por los altos precios. ¡°Entre el 70% y el 90% de las obras que nos encargan autentificar son falsas¡±, revela Yann Walther, responsable de Fine Arts Expert Institute, una firma suiza especializada en la materia. Adem¨¢s aparecen dos nubes oscuras inesperadas. Qu¨¦ ocurrir¨¢ en el sistema cuando los millonarios ¨¢rabes y chinos completen sus museos, y c¨®mo soportar¨¢n los creadores j¨®venes la presi¨®n que ejerce el mercado. Artistas veintea?eros y treinta?eros como Adrian Ghenie, Danh Vo, Joe Bradley, Brent Wadden o Louis Eisner alcanzaron en octubre su r¨¦cord de cotizaci¨®n. Algunos incorporando tres ceros en el valor de sus obras. ¡°Ah¨ª veo las fracturas¡±, advierte Juan Bonet, coleccionista y empresario mallorqu¨ªn, ¡°en los artistas veintea?eros que se han revalorizado mucho en poco tiempo y en las galer¨ªas que los representan que sufren una enorme presi¨®n para poder mantenerse y mantenerlos arriba¡±. Esa situaci¨®n tiene una perniciosa derivada en los creadores espa?oles. ¡°En cuanto se dan una vuelta por ah¨ª fuera¡±, relata Juan Bonet, ¡°saben que si en un tiempo concreto no entran en cierta galer¨ªa que les lleva a determinadas ferias, o no forman parte de un evento institucional importante, apenas tienen nada que hacer¡±.
Una constataci¨®n de que la vida es tan cruel para ellos como para casi todo el mundo. Aunque tengan que lidiar con sus propios miedos. En el mercado existe una obsesi¨®n por ¡°descubrir nuevos creadores, el pr¨®ximo genio. Artistas que aparecen y desaparecen a la misma velocidad que multiplican sus precios¡±, observa Bonet, quien advierte de otra fractura. ¡°La que separa a las grandes galer¨ªas, cada vez con m¨¢s poder, de las peque?as, a quienes cada vez les cuesta m¨¢s sobrevivir¡±.
Esta brecha que crece se escenifica tambi¨¦n en lo p¨²blico. ¡°El mercado del arte est¨¢ en manos de operadores privados con intereses muy concretos que no siempre coinciden con los comunes que debe representar un museo¡±, avisa Bartomeu Mar¨ª, director del Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona (Macba).
En este universo roto, tendente a lo centr¨ªfugo y lo centr¨ªpeto, regresan algunas dudas. ?Hasta cu¨¢ndo se puede soportar la tensi¨®n de los precios? ?D¨®nde est¨¢n los l¨ªmites? Michael Findlay es director de las galer¨ªas Acquavella en Nueva York, y representa a pesos pesados del arte mundial como James Rosenquist o Wayne Thiebaud. ¡°?Solo conoceremos los l¨ªmites cuando los hayamos alcanzado!¡±, exclama. ¡°A finales de los noventa pensaba que el mercado estaba al borde de la correcci¨®n, por lo que tal vez no soy la persona adecuada para hacer predicciones¡±, recalca con iron¨ªa. ¡°Lo que puedo decir es que los artistas con una impronta hist¨®rica que est¨¢n sostenidos por muchos coleccionistas de todo el mundo [Monet, Picasso, de Kooning, Warhol] son menos propensos a sufrir en una recesi¨®n econ¨®mica que aquellos creadores vivos cuyos alt¨ªsimos precios dependen de la constancia de un n¨²mero peque?o de marchantes y de coleccionistas muy ricos¡±.
Tal vez sea una reflexi¨®n cierta, pero algunos analistas aseguran que habr¨¢ que esperar a las subastas de arte contempor¨¢neo y moderno de mediados de noviembre en Nueva York ¡ªque llegan, por ejemplo, con dos warhols de, quiz¨¢, 200 millones de d¨®lares¡ª para saber si las grietas ir¨¢n a m¨¢s y si hay riesgo de verdadera fractura, como prev¨¦n algunas voces. ¡°Sin ninguna duda existe una burbuja en el mundo del arte¡±, cuenta Carlos Rivera, fundador de Art Rank, una consultora con sede en Los ?ngeles que ofrece consejos de compraventa de artistas con los mismos criterios que si fueran un activo financiero: comprar, vender, esperar. Por eso, ¡°la cuesti¨®n no es si estamos dentro de la burbuja, sino cu¨¢ndo estallar¨¢¡±, apostilla Rivera.
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