No dejes que el supermercado te gane

Uno de los principales retos a los que tenemos que enfrentarnos a la hora de intentar comprar con mesura es la propia tienda. En efecto, los locales comerciales, especialmente las grandes superficies, est¨¢n dise?ados en casi todos sus aspectos para incentivarnos a comprar. ¡°Son grandes laboratorios¡±, opina el profesor de la Universidad de Valencia Ismael Quintanilla. ¡°Son espacios donde se pueden medir las rutas, las conductas, qu¨¦ pasa cuando se cambian los productos de lugar¡­¡±.

Y esa influencia del local tiene peso a la hora de hacer la compra. Quintanilla afirma que, seg¨²n sus investigaciones, cerca de un 60% de las decisiones de qu¨¦ nos llevamos a casa se toman en la propia tienda, aunque advierte que esas cifras pueden haber cambiado a la baja por la crisis.

Aunque, evidentemente, el efecto que el comercio pueda tener sobre nosotros depende de cada persona, es una buena idea para el consumidor prestar atenci¨®n los trucos que utilizan los centros comerciales para incentivarnos a comprar; as¨ª podremos evitarnos cargar de m¨¢s nuestro presupuesto con cosas que no necesit¨¢bamos.

Ir preparados. La mejor manera de no comprar de m¨¢s y evitar impulsos es llevarse de casa una lista con todo que debemos traer y mantenerse fieles a ella. Tambi¨¦n ayuda ir sin hambre: algunas sensaciones como los olores ¡ªel del pan y de los platos preparados, por ejemplo¡ª nos incitan a comer y a consumir m¨¢s.

Saber d¨®nde est¨¢ cada cosa. Como en el sector inmobiliario, en un supermercado hay tres cosas importantes: la localizaci¨®n, la localizaci¨®n y la localizaci¨®n. Los art¨ªculos m¨¢s dif¨ªciles de vender se colocan en las zonas donde son m¨¢s visibles, mientras que los art¨ªculos de primera necesidad se posicionan m¨¢s lejos, tanto de la entrada como de los principales pasillos. Si no lo podemos recordar de nuestra anterior visita, es buena idea anotarse d¨®nde est¨¢n las cosas que m¨¢s compramos ¡ªpara encontrarlas m¨¢s r¨¢pido y evitar distracciones.

No solo hay que mirar al frente. La posici¨®n en las estanter¨ªas ¡ªlos lineales, en el lenguaje del sector¡ª es tan valiosa que los propios centros lo comercializan, es decir, las empresas pagan por poner sus productos a la vista del consumidor. A lo mejor los productos m¨¢s interesantes (o m¨¢s baratos) est¨¢n sobre o bajo la l¨ªnea de visi¨®n.

Ojo con los pack ahorro. Es una l¨®gica que se nos ha metido en la cabeza de forma insistente: cuanto m¨¢s compremos, m¨¢s ahorramos. Y no necesariamente es el caso, especialmente cuando, en la ambici¨®n por obtener el mejor precio, acabamos comprando cantidades que no vamos a consumir.