Myanmar resurge a toda marcha
La econom¨ªa birmana atrae a inversores extranjeros tras d¨¦cadas de aislamiento
Tras a?os de estancamiento, Myanmar (la antigua Birmania) renace de sus cenizas. Las principales ciudades del pa¨ªs vibran gracias a un crecimiento econ¨®mico in¨¦dito impulsado por la inversi¨®n for¨¢nea y el aumento del turismo. No es extra?o ver a sus ciudadanos beber Coca-Cola o usar tel¨¦fonos m¨®viles al tiempo que los restaurantes o los cajeros autom¨¢ticos se multiplican, algo impensable hace un lustro. Desde la disoluci¨®n en 2011 de la Junta militar que gobern¨® el pa¨ªs durante casi cinco d¨¦cadas, Myanmar vuelve a verse capaz de recuperar el prestigio que gozaba en los a?os cuarenta del siglo pasado: el de una naci¨®n rica con abundantes recursos naturales que se situ¨® como el m¨¢ximo exportador de arroz del mundo.
Con su primer presidente civil elegido en las urnas, Thein Sein, el nuevo Gobierno puso en marcha reformas centradas en restablecer la paz y lograr la unidad nacional. El pa¨ªs vive inmerso en una guerra que dura m¨¢s de medio siglo entre el Gobierno estatal y numerosos grupos rebeldes que luchan por la consecuci¨®n de un Estado federal que les proporcione una mayor autonom¨ªa. El nuevo Ejecutivo liber¨® presos pol¨ªticos ¡ªentre ellos la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi¡ª y firm¨® treguas con varios de estos grupos armados. Tambi¨¦n se propuso un ambicioso programa de reformas econ¨®micas y sociales para recuperar el terreno perdido. A la guerra se le sum¨® una dictadura militar aut¨¢rquica y la imposici¨®n de sanciones econ¨®micas internacionales que convirtieron el que una vez fue un pa¨ªs pr¨®spero en uno de los m¨¢s pobres del continente. A finales de 2012, seg¨²n el Fondo Monetario Internacional (FMI), el producto interior bruto (PIB) per c¨¢pita se situ¨® en los 867 d¨®lares, uno de los m¨¢s bajos de Asia.
¡°Las reformas puestas en marcha son impresionantes y los resultados prometedores, con una mejora general de los indicadores econ¨®micos y sociales¡±, asegura el Banco Asi¨¢tico de Desarrollo (BAD) en su ¨²ltimo informe de diagn¨®stico del pa¨ªs, Myanmar: Liberar el potencial. La econom¨ªa ha crecido m¨¢s de un 7% en los ¨²ltimos dos a?os y se prev¨¦ que siga al mismo ritmo o incluso m¨¢s si el calendario de reformas se aplica con celeridad y acierto. Los principales hitos conseguidos son la unificaci¨®n de las tasas de cambio de su moneda, la dotaci¨®n de una autonom¨ªa real al Banco Central y sobre todo la nueva ley de inversi¨®n extranjera. Seg¨²n la Comisi¨®n de Inversiones del pa¨ªs, el capital for¨¢neo se ha triplicado en el ¨²ltimo a?o hasta los 4.107 millones de d¨®lares. Los principales inversores proceden de China y Tailandia. ¡°En Myanmar est¨¢ casi todo por hacer. Los proyectos chinos son de gran envergadura, los llevan a cabo las empresas estatales y se centran en el sector energ¨¦tico o el minero¡±, asegura Tang Qifang, investigadora del Instituto Chino de Estudios Internacionales.
La presencia china no es nueva en Myanmar, ya que la mayor¨ªa de los acuerdos se firmaron durante la ¨¦poca de la dictadura militar, cuando el r¨¦gimen estaba bajo las sanciones econ¨®micas de Occidente mientras China ganaba protagonismo por su ¡®no injerencia¡¯ en los asuntos internos del pa¨ªs. La Corporaci¨®n Nacional de Petr¨®leo de China (CNPC) participa en 11 proyectos de extracci¨®n de petr¨®leo y gas y ha construido un oleoducto y un gasoducto que comunica la costa oeste birmana con la provincia china de Yunnan. El capital chino tambi¨¦n est¨¢ presente en la creaci¨®n de nueve plantas hidroel¨¦ctricas y la explotaci¨®n de cuatro minas. La construcci¨®n de estos proyectos, no obstante, ha tra¨ªdo pol¨¦mica por las supuestas violaciones de los derechos humanos en el terreno, sea por la degradaci¨®n del medioambiente, el trabajo forzoso o la apropiaci¨®n de tierras sin una compensaci¨®n adecuada a los residentes locales.
¡°El apoyo pol¨ªtico y econ¨®mico de Pek¨ªn al antiguo r¨¦gimen militar ha generado resentimiento entre los ciudadanos. Adem¨¢s, los proyectos chinos en el pa¨ªs no han logrado traer beneficios sustanciales a los residentes¡±, asegura Fan Hongwei, miembro del Instituto de Estudios del Sudeste Asi¨¢tico (ISEAS), con sede en Singapur. De hecho, la fuerte oposici¨®n de la opini¨®n p¨²blica provoc¨® en 2011 que el Gobierno civil paralizara la construcci¨®n de la presa Myitsone, impulsada por una empresa estatal china, un hecho in¨¦dito que enfri¨® las relaciones bilaterales. Desde entonces, las adjudicaciones a empresas chinas han ca¨ªdo a favor de empresas europeas, estadounidenses o rusas, que han ganado contratos en sectores como la energ¨ªa o las telecomunicaciones.
El Gobierno japon¨¦s, por ejemplo, ha posibilitado que Myanmar tenga a partir de 2015 su primera Zona Econ¨®mica Especial. Se trata de la de Thilawa, un ¨¢rea de 400 hect¨¢reas cerca de Yang¨®n, la antigua capital birmana. Thilawa es una de las tres de estas zonas en desarrollo, junto a la de Dawei, conectada con Bangkok, y la de Kyaukphyu, m¨¢s pr¨®xima a India y China. Estos polos, en los que tambi¨¦n participan compa?¨ªas privadas, emergen como el germen de la transformaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs asi¨¢tico. Y es que Myanmar cumple muchas de las caracter¨ªsticas deseables para convertirse en un polo de inversi¨®n. Geogr¨¢ficamente se sit¨²a en un enclave privilegiado, la fuerza laboral es abundante y joven, y el salario medio en la industria era en 2012 de 1.100 d¨®lares anuales, el m¨¢s bajo de la regi¨®n, seg¨²n la Organizaci¨®n de Comercio Exterior de Jap¨®n.
Pero a¨²n queda camino por recorrer. Uno de cada cuatro ciudadanos est¨¢ por debajo del umbral de la pobreza, seg¨²n datos de Naciones Unidas. El pa¨ªs tiene un d¨¦ficit evidente de infraestructuras y carece de una red el¨¦ctrica y de telecomunicaciones efectiva. La mano de obra, aunque abundante y barata, es poco cualificada. La naci¨®n sigue siendo una de las peores del mundo para hacer negocios, seg¨²n la ¨²ltima clasificaci¨®n elaborada por el Banco Mundial. ¡°La clave para un crecimiento m¨¢s inclusivo es generar empleos decentes. Hay unas buenas perspectivas de crecimiento, pero se necesita un entorno propicio a la inversi¨®n fortaleciendo las infraestructuras, el capital humano y los marcos legales e institucionales¡±, resume Cyn-Young Park, economista jefe adjunta del BAD en el pa¨ªs.
Myanmar tiene en sus manos por primera vez en mucho tiempo la compleja tarea de construir de nuevo los cimientos de su modelo econ¨®mico con la suerte de contar con numerosos ejemplos en la regi¨®n. Las propuestas y actuaci¨®n del Gobierno complacen a las instituciones internacionales, que en sus pron¨®sticos m¨¢s optimistas auguran que en 2030 el PIB per c¨¢pita podr¨ªa alcanzar el nivel actual en Tailandia o China (5.778 d¨®lares y 6.807 d¨®lares, respectivamente). Sin duda el pa¨ªs ve con admiraci¨®n estos dos modelos de ¨¦xito y quiere ser el siguiente. Conseguirlo depender¨¢ de su capacidad para mantener la estabilidad pol¨ªtica y social, de las medidas que se pongan en marcha en los pr¨®ximos a?os y de su habilidad para evitar los errores de otras naciones vecinas, como Laos o Bangladesh, que a pesar de haber creado sectores manufactureros fuertes no han sido capaces de reducir sustancialmente los niveles de pobreza.
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