Europa ausente
Los l¨ªderes europeos van con las luces cortas, abducidos por la austeridad
Mientras Merkel cuenta que Alemania va bien, Rajoy que Espa?a va mejor, Le Pen quiere que Francia salga del euro, en Catalu?a se plantean la independencia y Podemos promete bajar el precio de las entradas a los estadios de f¨²tbol, en China se han reunido los pa¨ªses americanos y asi¨¢ticos para hablar de comercio. China ha sorprendido proponiendo un tratado de libre comercio del pac¨ªfico, moviendo ficha para contrarrestar la iniciativa de Obama de desarrollar el tratado de libre comercio en el atl¨¢ntico entre americanos y europeos.
Desde que China abandon¨® la planificaci¨®n comunista en 1979 y apost¨® por la econom¨ªa de mercado han multiplicado su renta por habitante por 40 veces y han sacado de la pobreza extrema a m¨¢s de 500 millones de personas. Impresionante y digno de admiraci¨®n. China empez¨® con una estrategia de salarios baratos y tipos de cambio infravalorado y se convirti¨® en la f¨¢brica del mundo.
Pero el modelo ha muerto de ¨¦xito y el salario medio chino ya supera a la mayor¨ªa de pa¨ªses emergentes. Por eso las empresas chinas ahora quieren competir en sectores de alto contenido tecnol¨®gico y con capital humano muy cualificado que era coto cerrado de los pa¨ªses desarrollados. Sin reconocerlo, el tratado de libre comercio del Atl¨¢ntico es una forma de protegerse de Asia. Eliminamos aranceles entre nosotros y los mantenemos con China. Lo mejor ser¨ªa desarrollar la Organizaci¨®n Mundial de Comercio (OMC).
Pero China quiere jugar la partida para liderar el tablero econ¨®mico mundial. Lo tiene complicado ya que mantiene controles a los movimientos de capital, su moneda no es convertible y tras su espectacular boom de cr¨¦dito hay dudas razonables sobre la solvencia de su sistema bancario. Pero los chinos le han perdido el miedo a la globalizaci¨®n y hacen pol¨ªtica industrial y tecnol¨®gica activa para que sus empresas sean campeones mundiales. Corea, Taiwan y los tigres asi¨¢ticos tambi¨¦n.
EE UU no se lo pondr¨¢ f¨¢cil. Sus empresas lideran la vanguardia tecnol¨®gica mundial y sus universidades la investigaci¨®n b¨¢sica. Pero Europa se ha convertido en un jugador irrelevante en esta partida. Los chinos y los estadounidenses nos han perdido el respeto por nuestra incapacidad para resolver la actual crisis en la que nos encontramos inmersos.
En Europa, los l¨ªderes van con las luces cortas, abducidos por la obsesi¨®n alemana de la austeridad. Merkel reniega de cualquier intervenci¨®n del estado en la econom¨ªa. Y el populismo desde Le Pen hasta Podemos, pasando por Syriza y Grillo demonizan el tratado del atl¨¢ntico y abogan por el proteccionismo y cerrarnos para proteger nuestros empleos. Los fantasmas de los a?os treinta vuelven.
Esta semana le¨ªa un art¨ªculo de Mario Cimoli de Cepal, Crisis, Estancamiento Secular y Destrucci¨®n Creativa, que ha presentado en Brasil. Defiende que Latam no cometa los errores europeos de austericidio, ahora que la fiesta de materias primas se ha acabado.
Y recomienda una pol¨ªtica industrial equiparable a la asi¨¢tica para no acabar devaluando los salarios y diluyendo el peso econ¨®mico de la regi¨®n en el nuevo tablero econ¨®mico mundial. Hasta 2007, Europa era referente de integraci¨®n y estado de bienestar para Latam. Ahora somos ejemplo de errores de pol¨ªtica econ¨®mica.
Europa tiene el capital humano, las infraestructuras, el parque empresarial y el saber hacer para jugar la partida global y ganarla. Pero falta visi¨®n estrat¨¦gica, liderazgo pol¨ªtico y apetito ganador.
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