Los recortes en infraestructuras amenazan la competitividad alemana
La primera econom¨ªa del euro arrastra un d¨¦ficit inversor que lastra su crecimiento
Son las dos de la tarde y el tr¨¢fico sobre el puente de Leverkusen empieza a intensificarse. Los coches solo circulan sobre dos carriles en cada sentido; ya que el resto est¨¢ cortado. Hace ya medio a?o que se proh¨ªbe el paso a los veh¨ªculos de m¨¢s de tres toneladas y media, obligados a dar un buen rodeo para cruzar al otro lado del Rin. Las chimeneas humeantes que se ven desde esta colosal obra de ingenier¨ªa de m¨¢s de un kil¨®metro de largo son un buen s¨ªmbolo de la potencia industrial de Alemania, pero los empresarios de la zona se quejan de que la falta de inversiones de los ¨²ltimos a?os ha tra¨ªdo un deterioro de las infraestructuras que supone un lastre cada vez mayor para su competitividad.
Matthias Prior, gerente de la empresa de transportes Hassenkamp, recibe al periodista en el pol¨ªgono industrial a las afueras de Colonia donde opera su compa?¨ªa. ¡°?Ha venido en coche? ?Ha visto el atasco que hay para llegar hasta aqu¨ª? As¨ª estamos todo el d¨ªa¡±, protesta. No se queja por una cuesti¨®n de comodidad. El deterioro de puentes y carreteras que deber¨ªan servir de conexi¨®n en este punto neur¨¢lgico de la geograf¨ªa alemana tiene un efecto directo en las cuentas de Hassenkamp. ¡°Cada d¨ªa que nuestros camiones no pueden cruzar a Leverkusen nos cuesta 2.000 euros. Consumimos m¨¢s gasolina, tardamos m¨¢s en las entregas y pagamos m¨¢s horas de trabajo. Nosotros podemos resistirlo porque somos una empresa mediana y compensamos las p¨¦rdidas por otro lado, pero para las peque?as es imposible¡±, contin¨²a. Esta semana ha vuelto a tener malas noticias: una vez m¨¢s se pospone el plazo de reparaci¨®n. El puente nuevo que reemplazar¨¢ al antiguo no estar¨¢ listo hasta 2023.
Primer presupuesto con d¨¦ficit cero
Dado que la sociedad alemana est¨¢ cada vez m¨¢s envejecida, los pol¨ªticos no pueden dejar a las nuevas generaciones m¨¢s deudas. El ministro de Finanzas, Wolfgang Sch?uble, recurri¨® el viernes a los grandes discursos para culminar el proyecto hist¨®rico que acababa de lograr: por primera vez desde 1969, el Estado alem¨¢n ingresar¨¢ el a?o que viene m¨¢s de lo que gasta. ¡°Este ser¨¢ el criterio con el que todos nosotros, y tambi¨¦n nuestros sucesores, seremos juzgados¡±, dijo el viernes el experimentado pol¨ªtico democristiano. Tras una semana de debate, el Parlamento aprobaba las cuentas del Gobierno para 2015. Este criterio de deuda cero es ¡°una autoimposici¨®n que nos hacemos tambi¨¦n para el futuro¡±, a?adi¨® Sch?uble.
El texto, que se ha convertido en un t¨®tem para el Gobierno de gran coalici¨®n, fue criticado por los dos grupos de la oposici¨®n, los Verdes y La Izquierda (Die Linke). Pero tan solo estos ¨²ltimos criticaron abiertamente la renuncia a endeudarse para estimular la econom¨ªa. ¡°Las infraestructuras van a sufrir por culpa del d¨¦ficit cero. Este pa¨ªs no funciona sin sus carreteras¡±, lanz¨® la diputada Gesine L?tzsch.
El ministro Sch?uble se enorgulleci¨® de que las previsiones de recaudaci¨®n fiscal permit¨ªan aumentar las inversiones entre 2016 y 2018 con una cifra total de 10.000 millones de euros. Esta cantidad se destinar¨¢ a infraestructuras digitales, carreteras y pol¨ªticas contra el cambio clim¨¢tico. Sobre el plan del presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, para invertir m¨¢s de 300.000 millones de euros, Sch?uble pidi¨® m¨¢s detalles. ¡°Estoy harto de que en Europa siempre se pongan en el escaparate grandes cifras, y que luego no se sepa qu¨¦ ha sido de ellas¡±, dijo.
Este caso no es una excepci¨®n. De los seis puentes para tr¨¢fico rodado que tiene Colonia ¡ªla cuarta ciudad m¨¢s poblada del pa¨ªs¡ª solo uno est¨¢ libre de restricciones. Estamos en Renania del Norte-Westfalia, el Estado federado con m¨¢s de 17 millones de habitantes donde confluyen los r¨ªos Rin y Ruhr. Esta es una de las zonas del pa¨ªs que m¨¢s ha notado el d¨¦ficit inversor. Pero los problemas se extienden a muchas otras partes del pa¨ªs, donde es habitual que los ciudadanos protesten por la situaci¨®n de carreteras, puentes o l¨ªneas de tren.
¡°Cerca del 20% de autopistas y el 41% de las carreteras nacionales presentan problemas. Y casi la mitad de los puentes por donde pasan autopistas han sobrepasado su vida ¨²til. No es de extra?ar, ya que en los ¨²ltimos 20 a?os el gasto en inversiones ha sido decreciente¡±, se?ala en su reciente libro La ilusi¨®n alemana Marcel Fratzscher, presidente del Instituto de Investigaci¨®n Econ¨®mica (DIW) y asesor del Gobierno.
Frente a la recomendaci¨®n de la OCDE de destinar el 1% del PIB a las infraestructuras, Alemania se conforma con un 0,75%, porcentaje que equivale a unos 20.000 millones de euros. Fratzscher considera que la primera econom¨ªa europea deber¨ªa aprovechar los bajos tipos de inter¨¦s para endeudarse y aumentar su gasto en transportes en 10.000 millones al a?o. El objetivo ser¨ªa cubrir un d¨¦ficit inversor que un informe de las C¨¢maras de Industria y Comercio estima en 80.000 millones. Pero no todos comparten este diagn¨®stico. ¡°Nadie garantiza que m¨¢s gasto equivalga a m¨¢s crecimiento. Y las cifras sobre necesidad de infraestructuras est¨¢n infladas. Parten de ingenieros que estiman que todo es o demasiado peque?o o demasiado antiguo¡±, dice Joaquim Ragnitz, del muy ortodoxo think-tank Ifo.
El debate sobre la necesidad de una Alemania menos austera ¡ªno solo para tirar del resto de la eurozona, sino tambi¨¦n para ayudar a su econom¨ªa, que estos meses coquete¨® con la recesi¨®n¡ª es recurrente. Esta semana lo han retomado varios comisarios europeos. Tanto Jyrki Katainen como Pierre Moscovici recordaron el margen de maniobra del que dispone la canciller para aumentar la inversi¨®n p¨²blica.
La gran coalici¨®n de democristianos y socialdem¨®cratas reconoce la necesidad de invertir m¨¢s, pero siempre que no se ponga en peligro la sacrosanta regla del d¨¦ficit cero que consagra el presupuesto aprobado esta semana en el Parlamento. En la cumbre del G20 de hace dos semanas, Angela Merkel present¨® al resto de l¨ªderes su plan de gastar 10.000 millones extra en infraestructuras entre 2016 y 2018. ¡°El plan del Gobierno es claramente insuficiente¡±, responde Uwe Kunert, investigador del DIW.
Mientras, muchos empresarios esperan que las distintas Administraciones en las que se divide el Estado federal alem¨¢n les proporcionen soluciones a sus problemas del d¨ªa a d¨ªa. El enfado es evidente en el despacho de Ulrich So¨¦nius, de la C¨¢mara de Comercio de Colonia. ¡°Nosotros vivimos de nuestra situaci¨®n estrat¨¦gica. Servimos de conexi¨®n entre Espa?a, Francia y el Benelux y el Este de Europa. Cuando viajo a Berl¨ªn y hablo con diputados tanto de la CDU como del SPD les digo que Alemania vive de sus infraestructuras. Parecen entenderlo, pero luego no veo soluciones¡±, asegura. No muy lejos de su despacho est¨¢ el puente de M¨¹lheimer. Pero mejor cruzarlo con tranquilidad. All¨ª, los coches no pueden superar los 30 kil¨®metros por hora.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.