Sobre el d¨¦ficit y deuda p¨²blica
Se puede analizar si hubo gastos sup¨¦rfluos, pero no podremos separarlos del resto de lo que debemos
Ante las noticias y propuestas que se est¨¢n realizando sobre el d¨¦ficit y la deuda p¨²blica espa?ola creo conveniente hacer algunas aclaraciones que aunque la mayor¨ªa de los economistas conocer¨¢n, me parece conveniente que otros ciudadanos conozcan con claridad. Veamos cual es la relaci¨®n entre el d¨¦ficit p¨²blico y la generaci¨®n de la deuda p¨²blica y de qu¨¦ manera podr¨ªa reducirse la deuda. El d¨¦ficit p¨²blico es un flujo monetario que se forma al realizar las Administraciones gastos superiores a los ingresos que se generan a trav¨¦s de los impuestos y las cotizaciones sociales. Como flujo puede medirse a lo largo de los meses y trimestres y disponer de una cifra generada en el conjunto del a?o que podr¨ªa dar lugar a un saldo positivo si se crease un super¨¢vit entre los ingresos y gastos. La deuda p¨²blica es un fondo que se alimenta por el d¨¦ficit p¨²blico que se acumula a?o tras a?o. Mientras se generen d¨¦ficits p¨²blicos, por peque?os que sean, la deuda continuar¨¢ aumentando. Por tanto, no es extra?o que en a?os de crisis, cuando merman los ingresos p¨²blicos, la deuda aumente.
Teniendo en cuenta que la deuda p¨²blica espa?ola ha alcanzado ya una cifra de m¨¢s de un bill¨®n de euros y el 99,5% del PIB, cuando antes de la crisis econ¨®mica en 2007 la duda era del 36% del PIB, parece llegado el momento de preocuparse por su aumento y al menos analizar como podr¨ªa reducirse. Pero es dif¨ªcil conseguirlo mientras contin¨²e aliment¨¢ndose de d¨¦ficits p¨²blicos. Y no es suficiente con la reducci¨®n del d¨¦ficit que se est¨¢ consiguiendo en estos ¨²ltimos a?os a pesar de los recortes de gasto aplicados. ?C¨®mo se conseguir¨ªa?
La forma m¨¢s inmediata es a trav¨¦s de un crecimiento de la actividad econ¨®mica (PIB) y del empleo. Esto permitir¨ªa aumentar la recaudaci¨®n de impuestos tanto de las rentas IRPF (trabajo y capital) y beneficios empresariales como por el aumento del IVA que grava el consumo. Tambi¨¦n la creaci¨®n de empleo y reducci¨®n del paro repercutir¨ªan tanto con el aumento de los ingresos por cotizaciones como por la reducci¨®n de los gastos en las prestaciones por desempleo. Con un crecimiento de la actividad y del empleo no habr¨ªa que modificar impuestos ni aumentar los tipos impositivos.
La segunda v¨ªa seria introducir modificaciones fiscales en los ingresos como en los gastos. Puede hacerse con elevaciones de los tipos impositivos o introducir algunos impuestos nuevos como los propuestos sobre las transacciones bancarias, sobre las rentas m¨¢s altas o sobre el patrimonio en los niveles m¨¢s elevados de riqueza. Otra v¨ªa adicional que siempre se menciona pero a la que se dedican recursos escasos, es la lucha contra el fraude fiscal. En cualquier caso, cualquier modificaci¨®n del sistema fiscal, debe hacerse teniendo en cuenta las figuras impositivas y los niveles de tipos aplicados en la UE porque cualquier desviaci¨®n significativa podr¨ªa tener movimientos nefastos de capitales y empresas hacia otros pa¨ªses. En la opci¨®n de reducci¨®n de gastos ya se han hecho recortes, en algunos casos excesivos y contraproducentes (sanidad, educaci¨®n e investigaci¨®n), pero s¨ª podr¨ªan analizarse otras posibilidades como el coste excesivo del actual sistema de Administraciones con un n¨²mero excesivo de diputados y de duplicidades en instituciones improductivas y costosas. La propuesta del Gobierno de reducir el tipo del IRPF la justifica con el efecto favorable que esto puede tener sobre el consumo impulsando as¨ª el crecimiento del PIB, pero no justifica la reducci¨®n de impuestos en las rentas m¨¢s altas cuya propensi¨®n al consumo var¨ªa con mayor dificultad.
Otra v¨ªa para reducir la deuda es la venta de activos p¨²blicos, bien sean patrimoniales o privatizaci¨®n parcial o total de empresas siempre que los ingresos obtenidos se apliquen a la amortizaci¨®n de la deuda y no a cubrir otros gastos corrientes.
Por ¨²ltimo, est¨¢ la posibilidad de realizar una quita, es decir, dejar de pagar una parte de la deuda, ya sea de forma convenida con los tenedores m¨¢s importantes o arbitrariamente si se decide de forma unilateral. Pero s¨ª conviene aclarar que la deuda espa?ola se emite a corto, medio o largo plazo de forma conjunta sin que se pueda establecer una correspondencia entre la deuda emitida y los gastos realizados. De manera que si hace un an¨¢lisis de gastos suntuarios, in¨²tiles o improductivos, podr¨ªa buscarse la responsabilidad de los que los han hecho y en su caso demandarles por prevaricaci¨®n y malversaci¨®n de fondos p¨²blicos, pero no se podr¨¢ establecer una relaci¨®n directa entre un gasto concreto y una emisi¨®n de deuda p¨²blica. Por otra parte, si revisamos quienes son los tenedores de la deuda, m¨¢s del 50% de la deuda emitida est¨¢ en manos de residentes espa?oles. Una parte est¨¢ en manos de los bancos, pero tambi¨¦n son tenedores importantes las aseguradoras, los fondos de pensiones, fondos financieros y empresas, as¨ª como ahorradores particulares, con lo que una quita tendr¨ªa efectos muy perjudiciales para la econom¨ªa y las familias ahorradoras. Al realizar una quita de la deuda, lo primero que sufre es la confianza de los inversores y ahorradores por lo que los tipos de inter¨¦s suben.
En conclusi¨®n, s¨ª a la preocupaci¨®n por el aumento de la deuda p¨²blica ya en niveles muy elevados; s¨ª al an¨¢lisis detallado de los gastos p¨²blicos evitando mayores recortes sociales pero tocando rentas y privilegios; y s¨ª a establecer mecanismos de control eficientes que impidan los gastos superfluos e improductivos de las Administraciones y que dificulten la corrupci¨®n de las instituciones y partidos pol¨ªticos. S¨ª a la lucha contra el fraude fiscal y la introducci¨®n de alguna figura impositiva que de acuerdo con la UE permita corregir la desigualdad social que tanto ha aumentado.
Carmen Alcaide es analista y expresidenta del INE.
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