Contra la pobreza, el mejor caf¨¦
Una cooperativa de caficultoras de Colombia consigue mejorar sus ingresos con productos de mayor calidad gracias a la cooperaci¨®n con una empresa espa?ola
Esta historia la empezaron a escribir tres compa?eros de facultad en 1990. Ese a?o Ricardo Oteros, Vicente Arregui y Ra¨²l Gil fundaron en Madrid Supracaf¨¦, una empresa nacida de un proyecto que hab¨ªan desarrollado durante la carrera de Econ¨®micas en la Complutense. Oteros viaj¨® a Colombia para sellar una alianza con Expocaf¨¦, una sociedad exportadora afincada en Bogot¨¢ nacida de la uni¨®n entre campesinos, cooperativas y la Federaci¨®n Nacional de Cafeteros del pa¨ªs. La idea de los espa?oles era distribuir en Europa caf¨¦ de alta calidad en un momento en que los bares y las casas abusaban de la variedad robusta, un producto m¨¢s amargo, con menos aroma y m¨¢s cafe¨ªna que el caf¨¦ ar¨¢bica, m¨¢s delicado pero de menor producci¨®n.
La peque?a empresa comenz¨® a sumar v¨ªnculos con los productores, el elemento m¨¢s vulnerable de una gigantesca cadena que en el mundo mueve centenares de miles de millones y que, a menudo, paga precios de miseria a los agricultores. En Colombia, adem¨¢s, la producci¨®n se ve¨ªa impregnada por la violencia del conflicto armado y los tent¨¢culos del narcotr¨¢fico.
Supracaf¨¦ inici¨® en 1999 un programa social con la Cooperativa de Caficultores del Cauca, una zona castigada pero excelente para el cultivo de las bayas. Se apoy¨® en mujeres, muchas viudas debido al conflicto, o sometidas a situaciones de miseria, sin estudios y acosadas por una sociedad machista. Ped¨ªan ayuda para establecer sus cafetales, tener fertilizantes y poder construir secaderos. Los espa?oles se comprometieron a comprarles el caf¨¦ a mejor precio y a financiar el desarrollo de sus cultivos. As¨ª naci¨® la asociaci¨®n de mujeres caficultoras AMUCC, que abarca 12 municipios del Cauca, con su centro en Huila, de 220.000 habitantes. ¡°Estaban convencidas de que deb¨ªan ser las cabezas de familia¡±, cuenta Lara Mansilla, del equipo de Responsabilidad Social de la compa?¨ªa. No les result¨® f¨¢cil: al principio sus maridos les imped¨ªan reunirse y las acompa?aban. Hasta que ellas empezaron a ridiculizarlos exigi¨¦ndoles que se vistiesen con ropa femenina. Mansilla ha estado hace unos meses en la zona de producci¨®n y asegura que la asociaci¨®n de mujeres caficultoras tiene un peso y un respeto enorme. ¡°Les cost¨®, pero consiguieron autonom¨ªa¡±, a?ade Beatriz Meneses, natural de Colombia y responsable de innovaci¨®n de la empresa.
ADN social
Supracaf¨¦ inici¨® en 1999 un proyecto social para ayudar a las mujeres caficultoras de la regi¨®n del Cauca. La firma ha sido premiada por ello por la Fundaci¨®n Seres, que promueve el papel de la empresa en la sociedad.
BBVA tambi¨¦n ha recibido el reconocimiento de Seres por su programa ¡°yo soy empleo¡±, que ha ayudado a crear 5.900 puestos.
El grupo VIPS es la tercera empresa reconocida este a?o por su plan de formaci¨®n en hosteler¨ªa.
Mientras, Supracaf¨¦, todav¨ªa una sociedad modesta, se autoimpon¨ªa la donaci¨®n de un tributo por cada kilo que importaba, procesaba y comercializaba. Don¨®, entre 1999 y 2005, 51.521 d¨®lares (41.830 euros) a las campesinas. A partir de ese a?o alumbr¨®, junto con otras 15 pymes espa?olas, la fundaci¨®n Cafemundi para apoyar proyectos en los pa¨ªses productores a trav¨¦s de programas de comercio justo. Desde ella siguen colaborando econ¨®micamente con AMUCC (65.000 euros en los ¨²ltimos siete a?os) para desarrollar el Cauca con la tecnolog¨ªa que se adapte a los cultivos. ¡°El proceso que sufre el caf¨¦ en origen es parecido al del vino, con la diferencia de que la mayor¨ªa de los terrenos cultivados en Colombia no siguen un proceso sistem¨¢tico. ?Qu¨¦ es mejor, cultivar de norte a sur o de este a oeste? ?Es bueno que la radiaci¨®n solar incida sobre la planta o es preferible un sistema de sombr¨ªo? ?C¨®mo se hace la fermentaci¨®n? Todas esas cuestiones se resuelven sin criterios precisos, es todo muy artesanal. Nosotros intentamos que aprendan a controlar el proceso y garanticen la calidad¡±, se?ala Mansilla.
La empresa espa?ola dio un ¨²ltimo paso en 2005: compr¨® fincas de cultivo en Colombia, a 1.860 metros de altura para mejorar su producci¨®n, de 400 toneladas al a?o. Supracaf¨¦ aspira a tener ah¨ª un centro tecnol¨®gico que permita mejorar el ¡®beneficio¡¯ (el proceso de transformaci¨®n del caf¨¦), y en el que trabaja junto a investigadores de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid y Cenicaf¨¦ para determinar los m¨¢s de 30 factores claves para la elaboraci¨®n de la bebida. ¡°Los campesinos se sorprendieron cuando decidimos no cercar la finca. Les dijimos que era un proyecto cooperativo. Que si ellos produc¨ªan seg¨²n unos est¨¢ndares, nosotros le garantizamos la compra de la cosecha¡±, aseguran en la empresa. Paralelamente han empezado a desarrollar l¨ªneas de investigaci¨®n para aprovechar productos de biomasa del ¨¢rbol del caf¨¦, ya que actualmente se desaprovecha m¨¢s del 95% de la planta y es la principal fuente de contaminaci¨®n de los recursos h¨ªdricos de las cuencas cafeteras.
Su trabajo, por el que operan como facilitadores y promotores de productos en libre competencia de mercado (no han reclamado derechos de exclusividad para el caf¨¦), ha merecido esta semana uno de los tres premios que este a?o ha concedido la fundaci¨®n Seres, que trabaja para el desarrollo de la responsabilidad social de las empresas. Otros dos proyectos reconocidos por Seres han sido la iniciativa ¡°yo soy empleo¡±, del BBVA, por la que se han creado 5.900 puestos de trabajo tras una inversi¨®n de 26 millones de euros, y el programa de formaci¨®n en hosteler¨ªa del grupo VIPS para 1.000 j¨®venes.
Hasta el momento el proyecto de Supracaf¨¦ ha conseguido ayudar a 500 familias caficultoras, el 99% con parcelas que no llegan a una hect¨¢rea de superficie. La empresa recibe el producto en Espa?a, en una nave situada en M¨®stoles (Madrid) y todos los d¨ªas muele y envasa el grano para su distribuci¨®n, fundamentalmente entre restaurantes y hoteles. En 2013 Supracaf¨¦ obtuvo unos beneficios de 196.297 euros con una facturaci¨®n de 4,8 millones. Su plantilla est¨¢ compuesta por 27 personas, la mayor¨ªa con contratos fijos. Sus fundadores nunca se hab¨ªan preocupado por dar a conocer el proyecto en p¨²blico. Su objetivo es romper el ciclo perverso de bajas producciones, limitados ingresos y m¨ªnima capacidad de reinversi¨®n de los agricultores que provoca una p¨¦rdida enorme de calidad en el caf¨¦.
Con la ayuda a las mujeres, que tambi¨¦n venden su cosecha a otras impresas, incluidas grandes multinacionales, la pyme espa?ola ha conseguido dar un peque?o paso. Han cambiado una historia iniciada por tres hombres en otra de mujeres valientes.?
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