La monta?a rusa
Al mundo le interesa una Rusia estable e integrada en el sistema financiero internacional
Si las monta?as rusas se caracterizan por las r¨¢pidas subidas y bajadas, las curvas a gran velocidad, la adrenalina de la incertidumbre, la situaci¨®n econ¨®mica y financiera de Rusia est¨¢ haciendo pleno honor a esta definici¨®n. El rublo ha perdido m¨¢s de la mitad de su valor con respecto al d¨®lar y al euro desde el verano. Para que se hagan una idea, en el verano del 2008 bastaban 23 rublos para comprar un d¨®lar americano. Este verano hac¨ªa falta ya 35 rublos. Esta semana se llegaron a necesitar 80 en el momento m¨¢s agudo del p¨¢nico. El banco central ha tenido que subir los tipos de inter¨¦s al 17%. Los pron¨®sticos de crecimiento para el a?o que viene empiezan a sugerir una recesi¨®n que podr¨ªa alcanzar una ca¨ªda del 4% o 5% del PIB, acompa?ada de inflaci¨®n de m¨¢s del 10%. Los mercados de seguro de cr¨¦dito soberano estiman una probabilidad de suspensi¨®n de pagos de casi un 40% en los pr¨®ximos cinco a?os. Las monta?as rusas normalmente suben y bajan para acabar en el mismo sitio. Esta monta?a rusa es distinta, la econom¨ªa rusa lleva visos de acabar en un largu¨ªsimo periodo de transici¨®n y ajuste.
Qui¨¦n lo dir¨ªa. En 2008 Putin se ofrec¨ªa para ayudar al mundo occidental a resolver su crisis financiera. Hace tan solo un a?o Rusia estaba celebrando el ¨¦xito de las olimpiadas de invierno en Sochi. El crecimiento era moderado, el presupuesto equilibrado, la deuda p¨²blica tan solo el 10% del PIB. Hoy Rusia est¨¢ fuera del G-8; su principal fuente de riqueza, el petr¨®leo, ha perdido m¨¢s de la mitad de su valor, y est¨¢ sometida a un r¨¦gimen de sanciones financieras que la han aislado de los mercados financieros internacionales. La decisi¨®n de invadir Ucrania aceler¨® el proceso, pero los problemas llevaban a?os gest¨¢ndose, enmascarados por la persistente apreciaci¨®n de los precios del petr¨®leo. La tendencia a la baja de la inversi¨®n, entre otras razones debido a la creciente inseguridad legal, real o percibida, del r¨¦gimen econ¨®mico de capitalismo estatal impuesto por el presidente Putin, estaba creando rigideces en la econom¨ªa que reduc¨ªan su crecimiento potencial y generaban una inflaci¨®n persistentemente alta, a la vez que aumentaban su dependencia del petr¨®leo.
Con la econom¨ªa cada vez m¨¢s d¨¦bil, Putin decidi¨® jugarse la carta geoestrat¨¦gica para afianzar su popularidad entre la poblaci¨®n rusa. Convencido de la debilidad del liderazgo europeo, acamp¨® en Crimea por sorpresa, sin oposici¨®n. Conforme a su plan las encuestas de opini¨®n no hac¨ªan m¨¢s que mejorar, y los l¨ªderes europeos se mostraban reacios a imponer sanciones por miedo al impacto econ¨®mico. Un error, un desliz, qui¨¦n sabe, el derribo del avi¨®n de las l¨ªneas a¨¦reas malasias este verano en Ucrania por parte de los rebeldes rusos marc¨® el punto de inflexi¨®n. Ese incidente oblig¨® a Europa a endurecer las sanciones, a elevarlas al temido nivel 3, que empezaron a afectar al sector financiero. A partir de ah¨ª, una serie de coincidencias crearon de repente un escenario terror¨ªfico para la econom¨ªa rusa. Las dur¨ªsimas multas aplicadas este a?o a las instituciones financieras que se hab¨ªan saltado las sanciones al r¨¦gimen iran¨ª sirvieron de serio aviso para que ning¨²n banco occidental se atreviera a saltarse las sanciones rusas. Es m¨¢s, por si acaso, para evitar el riesgo reputacional de aparecer en un futuro en listas negras de colaboraci¨®n con Rusia, la banca occidental decidi¨® reducir al m¨ªnimo las relaciones financieras con Rusia, agigantando el impacto de las sanciones.
La ca¨ªda de los precios del petr¨®leo puso la puntilla final. Qui¨¦n sabe que pas¨® en la reciente reuni¨®n de la OPEP. Una versi¨®n es que la OPEP ya no controla el mercado petrol¨ªfero, las abundantes reservas de shale (gas de esquisto) de los EE UU se han convertido en el productor marginal, Arabia Saud¨ª quiere aumentar su cuota de mercado, la prima de riesgo geopol¨ªtico se ha evaporado, al final se decidi¨® que los precios se estaban ajustando a su nuevo equilibrio y era mejor no intervenir. Otra versi¨®n sugiere que la geopol¨ªtica del petr¨®leo sirve para apretar a Ir¨¢n, Venezuela y Rusia. Por la raz¨®n que fuera, el mensaje estaba claro, no hay intervenci¨®n para sujetar los precios del crudo. A?¨¢danle que es fin de a?o, de un a?o que ha sido muy dif¨ªcil para la mayor¨ªa de los inversores, y que les ha dejado con pocas ganas de arriesgar los m¨ªnimos beneficios generados antes de cerrar los libros. Junto con el apret¨®n regulatorio que ha reducido la capacidad de gesti¨®n de riesgo de la banca de inversi¨®n, el resultado es que la liquidez en los mercados es escas¨ªsima, el arbitraje se reduce, y los movimientos se acent¨²an y se amplifican.
Mala suerte, quiz¨¢s. Pero el da?o est¨¢ hecho. Nadie se atreve a pronosticar c¨®mo acaba esta historia. Rusia tiene reservas de tipo de cambio suficientes para sobrevivir el a?o que viene. La econom¨ªa sufrir¨¢ una profunda recesi¨®n pero, tras d¨¦cada y media de crecimiento casi ininterrumpido, la sociedad rusa lo podr¨¢ soportar. El precio del petr¨®leo se estabilizara en alg¨²n momento, seguramente m¨¢s pronto que tarde. Los niveles de deuda son mucho m¨¢s manejables que en 1998, cuando Rusia decidi¨® no pagar los bonos GKO. Adem¨¢s, la depreciaci¨®n del rublo es positiva para el presupuesto, cuyos ingresos dependen del precio del petr¨®leo en rublos. Y siempre es posible que China ofrezca asistencia financiera en caso de necesidad, de manera similar a los recientes acuerdos energ¨¦ticos que han abierto a Rusia una alternativa al mercado europeo. Pero no est¨¢ claro cu¨¢l es el proceso que puede conducir a un levantamiento de las sanciones. El Congreso de EE UU acaba de aprobar legislaci¨®n que podr¨ªa dificultar el progreso diplom¨¢tico, y la llegada de los Republicanos al Senado en enero lo complicara todav¨ªa m¨¢s. Y, por supuesto, siempre cabe imaginarse que la situaci¨®n pol¨ªtica en Ucrania, o en alg¨²n otro pa¨ªs de la zona de influencia rusa, empeore, con o sin intervenci¨®n rusa.
Al mundo le interesa una Rusia estable e integrada en el sistema financiero internacional. La monta?a rusa de las ¨²ltimas semanas no beneficia a nadie. La sociedad rusa es muy insular, pero en alg¨²n momento la poblaci¨®n dir¨¢ basta. El mandato de Putin acaba en 2018. Esperemos que no haya que esperar hasta entonces para resolver el problema.
?ngel Ubide es senior fellow, Peterson Institute for International Economics.
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