Una nueva revoluci¨®n industrial
La tecnolog¨ªa tiene un impacto transversal en todos los sectores de la econom¨ªa y la sociedad
Los enormes cambios que ha tra¨ªdo consigo la era digital y el avance imparable de la tecnolog¨ªa est¨¢n teniendo un impacto transversal en todos los sectores de la econom¨ªa y la sociedad. Vivimos una ¨¦poca de transformaci¨®n tan importante como la que trajo el desarrollo de la m¨¢quina de vapor en las f¨¢bricas del siglo XIX. Estamos por lo tanto ante una nueva revoluci¨®n industrial que llega cargada de enormes oportunidades, pero tambi¨¦n de importantes desaf¨ªos para empresas, administraciones y ciudadanos, seg¨²n coincidieron en destacar los participantes en un debate organizado esta semana por EL PA?S con el patrocinio del Banco Sabadell.
¡°Esta revoluci¨®n va a traer m¨¢s ventajas a las empresas, obligar¨¢ a personalizar los productos y servicios y supondr¨¢ una democratizaci¨®n y una nueva forma de hacer negocios, la glocalizaci¨®n, es decir, pensar en global y actuar localmente¡±, se?ala Miguel ?ngel Turrado, adjunto al presidente de Hewlett-Packard para Espa?a y Portugal. En su opini¨®n, la revoluci¨®n es resultado de la confluencia de varios elementos: cambios demogr¨¢ficos, un mundo con menos recursos y la irrupci¨®n de importantes novedades tecnol¨®gicas como los dispositivos m¨®viles, la acumulaci¨®n de datos o big data y los servicios en la nube o cloud computing.
Grandes cambios y que se suceden a una velocidad de v¨¦rtigo. La consecuencia es que las empresas tienen que replantearse sus modelos de negocio. Un claro ejemplo de esta terra incognita a la que muchas compa?¨ªas est¨¢n llegando lo aporta Manuel ?lvarez de la Gala, global digital director de Havas Media Group: ¡°Hemos hecho un estudio a nivel mundial y el dato que sale es demoledor. A los consumidores les dar¨ªa igual la desaparici¨®n del 70% de las marcas¡±.
En este contexto a las empresas no le queda otra opci¨®n que usar la tecnolog¨ªa para transformar la relaci¨®n con el cliente, y dise?ar nuevos servicios. ¡°Asistimos al fen¨®meno de la hiperconectividad. Eso nos obliga a transformar el ADN de la empresa hacia una filosof¨ªa digital. Lo m¨¢s dif¨ªcil, pero tambi¨¦n lo que te diferencia de la competencia, es crear una cultura distinta. Hay que renovar los procesos de relaci¨®n con el cliente¡±, comenta Pol Navarro, director de transformaci¨®n digital e innovaci¨®n de Banco Sabadell.
El reto de la regulaci¨®n
La nueva sociedad digital trae importantes desaf¨ªos para los legisladores. Los avances tecnol¨®gicos permiten la aparici¨®n de nuevos modelos de negocio que fuerzan a repensar las reglas del juego. ¡°La velocidad de los cambios tecnol¨®gicos es tal que provoca que la legislaci¨®n siempre vaya por detr¨¢s de esos cambios¡±, dice David Alonso, responsable del ¨¢rea de B2B de Samsung.
En toda revoluci¨®n industrial siempre hay damnificados: empresas que desaparecen, negocios que dejan de tener raz¨®n de ser, empleos que se pierden. Jes¨²s Sainz, secretario general del C¨ªrculo de Empresarios, reconoce que es imposible poner puertas al cambio y que lo ideal siempre es caminar hacia un escenario de menor regulaci¨®n. ¡°Sin embargo, en la transici¨®n que hay en todo cambio se produce un coste y habr¨ªa que minimizarlo. Lo importante es garantizar que las condiciones en las que las empresas compiten son de igualdad. El regulador tiene que anticiparse, y no ir a expensas de lo que est¨¢ ocurriendo¡±, pide Sainz.
Jos¨¦ Luis Zimmermann, director general de Adigital, es bastante cr¨ªtico con la situaci¨®n actual en Espa?a. ¡°Uno de los aspectos m¨¢s delicados en la revoluci¨®n tecnol¨®gica es el ¨¢mbito de la regulaci¨®n. En algunos pa¨ªses la normativa supone un catalizador para que el mundo digital tenga mayor crecimiento, mientras que en otros como el nuestro supone en muchos casos un obst¨¢culo¡±.
¡°La Administraci¨®n es consciente del mundo en el que vivimos. El Gobierno analiza los cambios en el statu quo. Sin embargo, regular es complejo por la velocidad de los cambios. Si legislas r¨¢pido puede que la norma se quede superada muy pronto por la realidad¡±, explica Mar¨ªa Luisa Poncela, secretaria general de Ciencia, Tecnolog¨ªa e Innovaci¨®n.
La tecnolog¨ªa est¨¢ desplazando el centro de gravedad desde las empresas a los consumidores. ¡°Hace una d¨¦cada la econom¨ªa estaba dirigida por las grandes compa?¨ªas, quienes decid¨ªan qu¨¦ consum¨ªamos y c¨®mo lo hac¨ªamos. La era digital, sin embargo, est¨¢ dando mucho poder a las personas¡±, subraya Estanis Mart¨ªn de Nicol¨¢s, director general de Paypal para Espa?a y Portugal.
La mayor capacidad de decisi¨®n del individuo gracias a la era digital provoca, seg¨²n David Alonso, responsable del ¨¢rea de B2B de Samsung, un cambio en los centros de innovaci¨®n. ¡°La revoluci¨®n es continua, no va a parar. Hasta ahora eran las ¨¢reas tecnologicas de las empresas las que lideraban los cambios, ahora son los departamentos de negocio los que llevan la batuta. Adem¨¢s, si hace unos a?os los centros de innovaci¨®n estaban dentro de la empresa, ahora es el mercado de consumo donde se producen las novedades, y luego se trasladan al mundo corporativo¡±, explica Alonso.
En la era digital incluso podr¨ªan cambiar las relaciones laborales entre empresa y trabajador. ¡°El talento es vital en este nuevo marco de hacer negocios. Las relaciones tradicionales desaparecen. La empresa ya no tendr¨¢ que proteger al trabajador, sino que ser¨¢ la propia compa?¨ªa la que tenga miedo de que el empleado se le vaya por no ofrecerle unas condiciones ¨®ptimas. La empresa debe preocuparse por la fuga de talento. Y debe hacerlo no porque sus trabajadores se vayan a la competencia, sino porque montar¨¢n sus propios negocios¡±, pronostica Juan Jos¨¦ Amor, director de la divisi¨®n de pymes y partners de Microsoft Ib¨¦rica.
Espa?a, por varios motivos, o ha dejado escapar o ha llegado tarde al resto de revoluciones industriales. ?Se perder¨¢ tambi¨¦n el tren de la transformaci¨®n tecnol¨®gica? ¡°Somos un pa¨ªs que a¨²n tiene que definir qu¨¦ tipo de jugador va a ser en el ¨¢mbito digital. Somos un pa¨ªs peque?o, con un mercado fragmentado y donde las empresas, sobre todo las pymes, tienen dificultades para crecer y competir¡±, dice Jos¨¦ Luis Zimmerman, director general de Adigital, la Asociaci¨®n Espa?ola de la Econom¨ªa Digital.
Mar¨ªa Luisa Poncela, secretaria general de Ciencia y Tecnolog¨ªa, prefiere ser optimista y destaca que el Gobierno est¨¢ haciendo lo posible para que Espa?a no vuelva a quedarse en el and¨¦n del tren de la modernidad. ¡°Si queremos que esto no ocurra es necesario fomentar la inversi¨®n privada en i+D+i. En nuestro pa¨ªs hay gente con talento, pero nos cuesta trasladar estas habilidades a productos y servicios concretos. Por eso desde el Gobierno estamos desarrollando herramientas y procesos que ayuden a los empresarios a hacer esas inversiones. La revoluci¨®n tecnol¨®gica requiere de dinero porque las compa?¨ªas deber¨¢n revisar su estructura y sus servicios, tanto internos como externos¡±.
La zona de confort de muchas corporaciones desaparece. La transformaci¨®n tecnol¨®gica va a tal ritmo, es tan constante, que exige a empresas y trabajadores tener la mente abierta, con predisposici¨®n a los cambios, a no dar nada por seguro. Por su parte, la Administraci¨®n debe introducir cambios en el sistema formativo para preparar a los profesionales del futuro, muchos de los cuales trabajar¨¢n en oficios que todav¨ªa ni existen hoy en d¨ªa.
¡°Espa?a y otros pa¨ªses tienen un problema: existe un desajuste entre la oferta de trabajo y la demanda¡±, denuncia Jes¨²s Sainz, secretario general del C¨ªrculo de Empresarios. ¡°Hay que hacer cambios en el sistema educativo, pero no hay que empezar por la universidad sino actuando en la educaci¨®n b¨¢sica. Urge cambiar la forma en la que los ni?os aprenden a estudiar. No se trata de asimilar muchos conocimientos, sino de adquirir valores y una serie de capacidades y habilidades que les permitan estar preparados para cualquier cambio que se produzca en su vida laboral¡±, a?ade Sainz.
En muchos casos, las nuevas tecnolog¨ªas son disruptivas, es decir, van a provocar cambios de tal calado que se llevar¨¢n por delante determinados negocios o sectores. Sin embargo, Poncela cree que son m¨¢s las oportunidades que la era digital lleva aparejadas que las desventajas. ¡°Mientras que en la revoluci¨®n industrial del siglo XIX las m¨¢quinas sustituyeron a las personas en muchos casos, en la revoluci¨®n actual el talento no ser¨¢ sustituido. Por cada cinco puestos de trabajo que crea la econom¨ªa digital se destruyen dos en la econom¨ªa tradicional. El mayor peligro ser¨¢ para aquellos poco cualificados¡±, destaca la secretaria de Ciencia y Tecnolog¨ªa.
Los avances tecnol¨®gicos est¨¢n al servicio de las personas, pero tambi¨¦n ponen sobre la mesa un reto de calado como es la privacidad. ¡°Los clientes est¨¢n permanentemente emitiendo informaci¨®n a trav¨¦s de sus dispositivos. Estos datos ponen al alcance de las empresas informaci¨®n que se puede aprovechar desde el punto de vista del marketing o de la segmentaci¨®n del cliente, siempre que lo hagamos respetando las fronteras de la privacidad¡±, concluye Pol Navarro.
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