La encrucijada de los trabajadores petroleros mexicanos
Los empleados de Pemex albergan expectativas y miedos por la apertura del sector energ¨¦tico a la inversi¨®n privada
Alberto S¨¢nchez se pone casco y gafas graduadas para recorrer la planta de gas de Nuevo Pemex (Estado de Tabasco, sureste de M¨¦xico). ¡°Pemex es una gran escuela¡±, dice este trabajador con orgullo mientras camina por las instalaciones. Lleva 28 a?os en la petrolera mexicana y ha aprendido al dedillo el funcionamiento de una de las estructuras m¨¢s importantes de la compa?¨ªa. La reciente reforma energ¨¦tica lo ha puesto a reflexionar sobre su futuro. Piensa poco en la jubilaci¨®n, pero con los cinco a?os que le quedan para alcanzarla la pregunta sobre su porvenir es recurrente.
¡ª?Qu¨¦ va a hacer cuando se jubile?
¡ªNo s¨¦, a lo mejor dar clases. Con todo el conocimiento que tengo hasta puedo abrir una empresa.
El futuro de este ingeniero petrolero y de la compa?¨ªa estatal cambiaron para siempre en diciembre de 2013. Entonces, el Congreso mexicano modific¨® la Constituci¨®n y permiti¨® la apertura del sector energ¨¦tico, dominado durante 76 a?os por el Estado, a la inversi¨®n privada. Antes de la reforma energ¨¦tica de M¨¦xico, Petr¨®leos Mexicanos (Pemex) era la ¨²nica empresa encargada de la extracci¨®n y comercializaci¨®n de hidrocarburos en el pa¨ªs. Ahora cualquier compa?¨ªa dedicada a actividades relacionadas con la industria podr¨¢ participar en el mercado.
El cambio de paradigma ha estado acompa?ado de protestas de algunos grupos de la izquierda mexicana, as¨ª como de los aplausos de las patronales y los grupos afines al presidente, Enrique Pe?a Nieto. En medio han quedado los trabajadores petroleros que mientras albergan expectativas por el crecimiento y la diversificaci¨®n de la industria, tambi¨¦n temen por sus puestos de trabajo y el abaratamiento de la mano de obra mexicana.
En la ciudad de Para¨ªso (Tabasco) todav¨ªa no hay rastro de la reforma energ¨¦tica. All¨ª todo gira alrededor de Pemex. En sus costas est¨¢ un puerto de la estatal que distribuye petr¨®leo hacia Estados Unidos. Al lado se ha desarrollado la peque?a comunidad en la que conviven trabajadores de la petrolera mexicana y empleados de compa?¨ªas que abastecen con servicios al monopolio. Los petroleros se muestran esc¨¦pticos o poco interesados en la transformaci¨®n del sector, a pesar de que todo lo que existe en las calles de Para¨ªso tiene que ver con el petr¨®leo. ¡°No creo que los sueldos vaya a mejorar con la reforma, las empresas externas pagan menos que Pemex¡±, reconoce Flavio Joasa, trabajador de la estatal que tambi¨¦n ha colaborado en otras compa?¨ªas.
Cuesta trabajo creer que frente a las playas desiertas de Para¨ªso se instalar¨¢n las primeras plataformas petrol¨ªferas privadas. El Gobierno mexicano anunci¨® durante diciembre las bases de 14 contratos para extraer hidrocarburos en las aguas someras del Golfo de M¨¦xico. Casi todos los pozos estar¨¢n frente al litoral del Estado de Tabasco. Los habitantes de Para¨ªso desconocen estos planes y prefieren no abordar el tema. ¡°La gente tiene miedo y est¨¢ asustada¡±, advierte Joasa.
Un anuncio en la televisi¨®n muestra a trabajadores de Pemex con casco y a uno de ellos diciendo: ¡°Los trabajadores de Pemex estamos listos para competir con cualquier empresa¡±. Luis P¨¦rez de la Cruz no est¨¢ de acuerdo. El t¨¦cnico jubilado de la petrolera mexicana vio durante m¨¢s de 30 a?os una empresa valiosa que se debilit¨®. Este habitante de Ciudad Pemex ¡ªuna urbe fundada exclusivamente para trabajadores de la estatal¡ª tiene dudas sobre los beneficios que la reforma pueda traer a los trabajadores. ¡°Mientras no se combata la corrupci¨®n, la reforma no va a mejorar la situaci¨®n de Pemex¡±, sostiene.
Los cambios a la Constituci¨®n han transformado la organizaci¨®n interna de Pemex durante 2014. Una reestructura que busca reparar el declive en el que la petrolera estatal se ha sumido en los ¨²ltimos 10 a?os. Pemex ha visto caer su producci¨®n desde 2004 ¡ªde 3,3 millones de barriles diarios de crudo a 2,4 millones¡ª y en los primeros nueve meses de 2014 ha registrado hist¨®ricas p¨¦rdidas por 12.000 millones de d¨®lares. El Gobierno mexicano busca que ahora la empresa estatal sea ¡°una m¨¢s¡± y compita en igualdad de condiciones con el resto de las petroleras.
La voz oficial de los trabajadores petroleros ha estado enmudecida durante la apertura de la industria. A pesar de las preocupaciones de su gremio, el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la Rep¨²blica Mexicana (STPRM) no ha cuestionado el proceso de la reforma y tampoco ha convocado a manifestaciones. El l¨ªder sindical y senador Carlos Romero Deschamps solo rompi¨® el silencio en marzo pasado ante el presidente mexicano para respaldar la reforma energ¨¦tica. Como legislador, el sindicalista no particip¨® en el debate para modificar la Constituci¨®n y en algunos temas se abstuvo de votar. Romero Deschamps ha sido exhibido en la prensa mexicana por poseer bienes con un valor mayor a sus ingresos, y el gremio que lo ampara ha sido duramente criticado por poseer derechos por encima de los que ofrece la Ley Federal del Trabajo a cualquier empleado. El sindicato reconoce los beneficios y los define como ¡°resultados de una lucha hist¨®rica¡±. Hasta ahora las condiciones de trabajo en Pemex no han cambiado.
A pesar de que a lo largo de sus caminos y entre sus pantanos hay pozos e instalaciones energ¨¦ticas, Tabasco es una regi¨®n petrolera que poco se ha beneficiado de los hidrocarburos. Sus calles no maquillan sus carencias. Seg¨²n el Consejo Nacional de Evaluaci¨®n de la Pol¨ªtica de Desarrollo Social (Coneval), el 50% de los habitantes de Tabasco viven en la pobreza. Anuncios en favor de la reforma se ven las carreteras y en algunos sitios se ha repartido publicidad que explica los beneficios de la apertura. En la plaza principal de Ciudad Pemex, algunos seguidores del excandidato a la presidencia, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, se re¨²nen para escucharlo. El pol¨ªtico de izquierda les habla de un futuro de ¡°corrupci¨®n y saqueo¡± para la industria energ¨¦tica. La incertidumbre flota en el ambiente: los petroleros tienen m¨¢s dudas que respuestas.
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