La Comisi¨®n Europea propone una nueva prolongaci¨®n del rescate griego
Bruselas busca soluciones para que la banca de Atenas pueda financiarse en el BCE
La saga griega contin¨²a y promete emociones fuertes en las pr¨®ximas semanas. Bruselas propondr¨¢ una nueva extensi¨®n del rescate griego una vez expire el actual programa de ayuda ¡ªa finales de febrero¡ª para evitar una sacudida del sistema financiero hel¨¦nico, seg¨²n asegur¨® a este diario un alto cargo de la Comisi¨®n Europea. El Banco Central Europeo advirti¨® hace unos d¨ªas que solo seguir¨¢ financiando a la banca griega si el nuevo Gobierno que surja de las elecciones cierra con ¨¦xito el rescate actual ¡ªcon sus exigencias asociadas: m¨¢s recortes¡ª, se mantiene bajo la ¨®rbita del FMI y llega a un acuerdo r¨¢pido para activar una l¨ªnea de cr¨¦dito de precauci¨®n; un rescate suave, con condiciones menos duras. Con esa extensi¨®n, la Comisi¨®n gana tiempo, responde al ultim¨¢tum del BCE y trata de evitar un accidente en Grecia, inicio de la crisis del euro y parada obligatoria en cada una de sus r¨¦plicas.
El Eurobanco acepta hoy la deuda griega ¡ªa pesar de su baja nota crediticia¡ª para que los bancos no tengan problemas de liquidez, pero ha avisado de que cerrar¨¢ esa ventana de financiaci¨®n si Atenas deja de estar bajo programa, con la excusa de evitar mayores riesgos. La respuesta de Bruselas es esa pr¨®rroga t¨¦cnica, de al menos dos meses m¨¢s. Con ella extiende un puente m¨¢s all¨¢ de las elecciones, la formaci¨®n de Gobierno y el final del programa actual ¡ªque expira el 28 de febrero, tras una primera extensi¨®n acordada en diciembre¡ª a la vista de que apenas queda tiempo.
El liderazgo de Syriza en las encuestas complica la jugada: la izquierda de Alexis Tsipras reclama renegociar las condiciones de la ayuda y un alivio para la deuda griega, por lo que lo m¨¢s probable es una farragosa negociaci¨®n: hay pa¨ªses que dif¨ªcilmente van a aceptar de buen grado las propuestas de Atenas. Con su advertencia, el BCE limita el margen de maniobra de Tsipras, pero impone la misma presi¨®n sobre la UE, obligada a cerrar un acuerdo r¨¢pido con Grecia si quiere evitar un accidente financiero con un gran potencial de contagio.
¡°La Comisi¨®n ya propuso en diciembre una extensi¨®n de seis meses. Pero el Gobierno [del conservador Antonis Samar¨¢s] no la quiso para tratar de jugar esa baza en las futuras elecciones. Los acontecimientos se han precipitado y es imprescindible una nueva extensi¨®n¡±, seg¨²n una alta fuente europea.
Nada es sencillo por la conjunci¨®n de factores econ¨®micos, financieros y electorales, y no solo en Grecia. Fuentes del Eurogrupo confirman que una nueva pr¨®rroga permite ganar tiempo ¡°para cerrar la quinta revisi¨®n del rescate y negociar la l¨ªnea preventiva con el Gobierno que salga¡±. Pero ni siquiera as¨ª se salvan todos los escollos: varios pa¨ªses deben debatir esa pr¨®rroga en sus Parlamentos; el principal obst¨¢culo es Finlandia, con elecciones en marzo y cuyos partidos se muestran poco inclinados a dar ¨¢rnica a Grecia mientras Atenas no cumpla las condiciones impuestas.
Y Atenas no termina de cumplir. Las discrepancias son may¨²sculas con la troika sobre la forma de salvar el agujero fiscal de 2015, de unos 3.000 millones. El actual Gobierno (Nueva Democracia y Pasok) se resiste a aprobar m¨¢s ajustes, y en particular una nueva rebaja de las pensiones, por los costes sociales y electorales asociados. Syriza se opone radicalmente a esa y otras medidas exigidas por la troika, como un alza del IVA de los medicamentos. A cambio, el Gobierno actual propone un paquete alternativo, con una subida del IVA tur¨ªstico del 6,5% al 13%; la congelaci¨®n de pensiones hasta 2017, y el aumento de los impuestos sobre alcohol y tabaco.
El super¨¢vit primario (sin contar intereses) le da algo de aire y capacidad de negociaci¨®n, pero el margen de Grecia es muy reducido. Hay que satisfacer las demandas de la troika para cobrar los ¨²ltimos tramos del rescate. Hay que negociar una nueva ayuda con Europa. Y todo eso en medio de una fatiga social creciente, en un pa¨ªs que ha perdido un cuarto de su riqueza, cuya deuda p¨²blica se acerca al 200% del PIB, que sigue con datos de paro estratosf¨¦ricos y que, a todo esto, presenta a¨²n una recuperaci¨®n muy fr¨¢gil y todo tipo de promesas electorales dif¨ªciles de cumplir.
El BCE, pendiente de los tribunales
La mezcla es tan antinatura como potencialmente explosiva: pol¨ªtica monetaria y tribunales de justicia. El m¨¢ximo ¨®rgano judicial de la Uni¨®n Europea, el TJUE, decidir¨¢ este mi¨¦rcoles si la intervenci¨®n ilimitada del Banco Central Europeo (BCE) en los mercados de deuda soberana se ajusta a los Tratados de la Uni¨®n. El BCE anunci¨® el uso de este instrumento, que recibe el nombre de OMT por sus siglas en ingl¨¦s, en el verano de 2012 bajo la justificaci¨®n de que era necesario para garantizar la estabilidad del euro.
El caso se remonta a finales de ese a?o, cuando las dudas del Bundesbank alem¨¢n ¡ªeternamente preocupado por el cumplimiento de la ortodoxia monetaria¡ª sobre el encaje legal del programa acabaron en el Constitucional. Los jueces de Karlsruhe se inhibieron y pasaron la pelota al tejado del TJUE, que deber¨¢ pronunciarse dos a?os y medio despu¨¦s.
En Bruselas se teme que la decisi¨®n tenga efectos m¨¢s all¨¢ de las OMT y se convierta en un lastre para la ansiada flexibilizaci¨®n cuantitativa (QE, por sus siglas en ingl¨¦s), un instrumento que el banco emisor parece ahora dispuesto a adoptar con a?os de retraso respecto a sus pares japon¨¦s y estadounidense. ¡°Una decisi¨®n negativa ser¨ªa un enorme problema para activar las compras de bonos¡±, concluye una alta fuente comunitaria.
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