?Por qu¨¦ hablo tan mal en p¨²blico?

De sopet¨®n: "Quiero que pronuncies unas palabras el d¨ªa de mi boda". De recuerdo: "Sal a la pizarra". De hoy: "Tiene cinco minutos para hablarme de usted en esta entrevista de trabajo". Nervios. Estr¨¦s. Angustia. Y manos a la obra. Toda la vida ensayando delante del espejo y resulta que sirve para muy poco. Los expertos de oratoria consultados aseguran que delante del cristal no se puede estar atento a los movimientos del cuerpo, al tono de voz y al mensaje. Dicen que a la hora de preparar un discurso lo mejor es grabarse con el m¨®vil y analizarse despu¨¦s. Dicen que nadie nace comunicador. Y dicen, incluso, que, con una buena formaci¨®n, se logran abrir las enrevesadas puertas del empleo.

¡°En Espa?a tenemos mucho miedo al rid¨ªculo", observa Javier Bernad, profesor de comunicaci¨®n de IE Business School. "En las escuelas de negocio, donde hay muchas nacionalidades, los espa?oles siempre son los m¨¢s recatados". Bernad sostiene que, junto con el ingl¨¦s y una titulaci¨®n, hablar bien en p¨²blico es fundamental para decantar la balanza a la hora de encontrar un trabajo.?

La distancia entre la universidad y la empresa ha sido objeto de estudio del Observatorio de Innovaci¨®n en el Empleo, promovido por Adecco.?Se trata de un informe en el que 19 grandes compa?¨ªas, como Coca-Cola, BMW, Seur o Ikea, han detectado que existe un d¨¦ficit en la preparaci¨®n de los reci¨¦n titulados en dos aspectos clave como son el conocimiento y las aptitudes comunicativas. Estas firmas consideran que los estudiantes tienen escasa formaci¨®n en idiomas y pocas habilidades a la hora de negociar y comunicar. Los estudiantes, seg¨²n este mismo an¨¢lisis, creen que lo m¨¢s importante para acceder a un empleo son los conocimientos espec¨ªficos y relegan a un segundo plano destrezas como la oratoria o el trabajo en equipo.

"Existen j¨®venes con una formaci¨®n espectacular pero no se saben vender. Hay que insistir en que para completar un buen curr¨ªculum hay que saber manejar t¨¦cnicas de oratoria", se?ala Susana Sosa, directora del Servicio Adecco Profesional, una de las empresas l¨ªder en Recursos Humanos.

Para mejorar en esta disciplina, al margen de toda la informaci¨®n que podamos encontrar en la red, distintas universidades espa?olas y empresas han apostado por incluir cursos y m¨¢steres en su formaci¨®n acad¨¦mica. En la Universidad Oberta de Catalunya?(UOC) se puede cursar la asignatura Expresi¨®n Oral y Escrita de cuatro meses de duraci¨®n por un precio de 500 euros. "Aqu¨ª reproducimos las fases de la ret¨®rica con el sistema de los sofistas griegos", expone Lluis Pastor, uno de los profesores del posgrado. Aunque se trata de una materia de la carrera de Comunicaci¨®n, cualquiera puede matricularse y obtener una certificaci¨®n. Si lo que prefiere es un tratamiento individual, en 2010 se cre¨®?La Fabrica de Discursos?y por sus oficinas han pasado ya m¨¢s de 2.000 personas. No existe una tarifa fija, cada usuario recibe un presupuesto en funci¨®n de lo que solicite. En el ¨²ltimo a?o, por ejemplo, el perfil que m¨¢s visit¨® las instalaciones fue el de m¨¦dicos, abogados y emprendedores. "La gente se ha dado cuenta ahora de que lo que diferencia el ¨¦xito y el fracaso es la buena venta personal", manifiesta?Fran Carrillo,?asesor de comunicaci¨®n y director de la compa?¨ªa.?

En el sistema educativo espa?ol no existen asignaturas obligatorias de oratoria. Ni siquiera en las facultades de periodismo, comunicaci¨®n audiovisual y publicidad.¡°En las universidades se ense?a a memorizar, a recitar y a no participar¡±, sostiene Yuri Morej¨®n, de la consultora estadounidense Yescom Consulting. ¡°Las materias de comunicaci¨®n oral, independientemente de lo que se estudie, deber¨ªan ser obligatorias en todas las facultades¡±, se?ala Pastor, profesor de la UOC. Para ambos expertos resulta ¡°incomprensible¡± que no se trabaje desde la escuela y a?aden que la gran mayor¨ªa de los estudiantes son incapaces de explicar verbalmente lo que aprenden. "Lo m¨¢s grave dentro de la Educaci¨®n, en comparaci¨®n con otros pa¨ªses de nuestro entorno, es que no existen ex¨¢menes orales", subraya el asesor de comunicaci¨®n Antoni Guti¨¦rrez-Rub¨ª. "Hablar bien en p¨²blico es b¨¢sico: se necesita para el 89% de las profesiones", apuntala M¨®nica P¨¦rez, autora de El secreto de Obama?y?directora de la Escuela Europea de Oratoria.

La situaci¨®n en Estados Unidos es radicalmente opuesta. Entre los 14 y 18 a?os existe una materia voluntaria que se llama Public Speaking [Hablar en P¨²blico]. Para esta misma franja de edad, existe una liga de debate conocida como Speech and Debate en la que participan m¨¢s de 130.000 estudiantes cada a?o. Despu¨¦s, en la universidad, existen asociaciones de larga trayectoria como la American Forensics Association, que promueve competiciones en todo el pa¨ªs. Y, por si fuera poco, las facultades pagan a j¨®venes promesas del deporte cursos conocidos como Media Training [Formaci¨®n en Medios de Comunicaci¨®n]. Este entrenamiento consiste en ense?ar dotes comunicativas a los alumnos para que sepan responder bien delante de las c¨¢maras. ¡°La mayor¨ªa de los estadounidenses tienen muy claro que cuando tienen un micr¨®fono delante representan una marca, una imagen y unos valores¡±, subraya el asesor estadounidense.

La experiencia en las aulas de este consultor espa?ol, residente en Estados Unidos, recibe una nota de suspenso general. ¡°Hasta las clases est¨¢n mal dise?adas¡±, afirma. ¡°Las sillas est¨¢n pegadas y cualquier pr¨¢ctica que se quiera montar en el aula dificulta la din¨¢mica". En este pa¨ªs, seg¨²n todos los expertos consultados, existe un factor cultural muy arraigado que ralentiza el despegue de las clases de oratoria. Pronunciar bien el ingl¨¦s y responder continuamente en clase son dos peque?os ejemplos de situaciones cotidianas que est¨¢n mal vistas por gran parte de los alumnos, sostiene uno de los asesores.

Todos reconocen, sin embargo, que la situaci¨®n en Espa?a est¨¢ cambiando, pero la diferencia con Estados Unidos sigue siendo muy grande. ¡°A comunicar se aprende comunicando y todo es cuesti¨®n de pr¨¢ctica. Pero es muy importante que se ense?e desde bien peque?os¡±, concluye el presidente del Club Internacional de Oratoria, Agust¨ªn Rosa.