Davos, pendiente de Draghi

Por mucho que la agenda del Foro Econ¨®mico Mundial (WEF, por sus siglas en ingl¨¦s) proponga debates sobre la inteligencia artificial, el futuro de la salud o la acci¨®n contra el cambio clim¨¢tico, los acontecimientos que marcan la agenda de esta edici¨®n quedan fuera del per¨ªmetro de Davos, en Suiza. La casi plena certeza de que el Banco Central Europeo (BCE) sacar¨¢ finalmente la artiller¨ªa pesada para hacer frente a las crecientes presiones deflacionistas marca el tono de las reuniones fuera de la agenda oficial, lo que mejor hacen los ejecutivos empresariales, pero tambi¨¦n de los debates dentro del Foro.

Los hombres de Davos parecen apoyar el nuevo rumbo que marcar¨¢ el presidente del BCE, Mario Draghi, este jueves pero exigen a cambio a los pol¨ªticos que avancen con las reformas estructurales. ¡°Es la ¨²nica alternativa¡±, sosten¨ªa uno de los subdirectores del Fondo Monetario Internacional (FMI), el chino Min Zhu. Quiz¨¢s quien m¨¢s se signific¨® este mi¨¦rcoles con esa actitud fue Axel Weber, actual presidente del banco suizo UBS y antiguo presidente del Bundesbank. ¡°Tenemos dos realidades. Una, que finalmente habr¨¢ medidas de relajaci¨®n cuantitativa por parte del BCE. Y dos, que eso s¨®lo permitir¨¢ ganar tiempo para que los pol¨ªticos hagan su trabajo¡±, dijo Weber, que mientras fue presidente del banco central alem¨¢n mostr¨® su abierta oposici¨®n a las medidas de relajaci¨®n.

Los ¨²ltimos acontecimientos en el mercado de divisas, tras la decisi¨®n del Banco Nacional de Suiza de dejar cotizar libremente el franco frente al euro, han arrojado dudas sobre la capacidad de los bancos centrales cuando los tipos de inter¨¦s se sit¨²an pr¨®ximos a cero y cuando la amenaza de la deflaci¨®n es cada d¨ªa mayor. La decisi¨®n del Banco de Canad¨¢ de bajar los tipos de inter¨¦s este mi¨¦rcoles, cuando buena parte de los analistas esperaba que se sumara al bloque de autoridades monetarias dispuestas a subir los tipos este a?o, abunda en esa tesis. La pol¨ªtica monetaria empieza a mostrar sus l¨ªmites y fuerza medidas fuera de la hoja de ruta marcada por las propias entidades. Son demasiadas sorpresas por parte de los bancos centrales en poco tiempo y a los inversores no les gustan esos movimientos imprevistos.

Es entonces cuando las miradas se vuelven hacia EE UU, la nueva econom¨ªa emergente. ¡°Ahora mismo Estados Unidos parece el mejor lugar para invertir¡±, sostiene el consejero delegado de Carlyle, David M. Rubenstein. La primera econom¨ªa del mundo se ha convertido en la estrella de la reuni¨®n del Foro de Davos, sobre todo al comparar su situaci¨®n con la de la convaleciente econom¨ªa europea y en un contexto de contenci¨®n de las grandes econom¨ªas emergentes. El FMI ha revisado al alza sus previsiones de crecimiento para EE UU mientras recortaba las estimaciones de crecimiento mundial y solo una fuerte inyecci¨®n que supone el abaratamiento del precio del petr¨®leo permite salvar los muebles de la econom¨ªa mundial. ¡°La ca¨ªda del precio del petr¨®leo supone una transferencia de 1,5 billones de d¨®lares de los pa¨ªses productores a los pa¨ªses consumidores de petr¨®leo. Eso a?adir¨¢ entre tres y cinco d¨¦cimas al crecimiento previsto para este a?o¡±, sostiene Nariman Behravesh, economista jefe de IHS. Eso supone que sin ese impulso adicional, la econom¨ªa mundial crecer¨ªa este a?o por debajo del 3,3% alcanzado en 2014, seg¨²n el Fondo. El FMI estima que el PIB global subir¨¢ un 3,5% este a?o.

La ca¨ªda del precio del petr¨®leo provoc¨® este mi¨¦rcoles un rifirrafe entre productores y compa?¨ªas petroleras. El secretario general de la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Productores de Petr¨®leo (OPEP), Adbullah al-Badri, defendi¨® la decisi¨®n de la organizaci¨®n de no reducir la producci¨®n para mantener la cuota de mercado. ¡°Los precios volver¨¢n a subir, lo he visto tres o cuatro veces ya en mi vida¡±, apunt¨®. ¡°Lo que necesitamos es estabilidad. La OPEP es como el banco central del petr¨®leo y debe dar estabilidad a los precios para que la inversi¨®n sea sostenible¡±, apuntaba el presidente de la italiana Eni, Claudio Descalzi, a Reuters.