Insistiendo en la deuda p¨²blica
Cuando por fin parece que incluso las autoridades internacionales admiten el inicio de la recuperaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola, es necesario continuar insistiendo en los desequilibrios que persisten y que hay que corregir en los pr¨®ximos a?os para conseguir un crecimiento estable. Conformarse con un crecimiento entre el 2% y el 3% del PIB y generar un mill¨®n de empleos no es suficiente para conseguir que los ciudadanos espa?oles recuperen todo lo perdido durante esta prolongada crisis. En este art¨ªculo nos referiremos a uno de los desequilibrios pendientes de corregir: el elevado volumen de deuda p¨²blica, las causas de haberlo aumentado durante estos a?os y su posible reducci¨®n en el futuro.
El punto de partida est¨¢ en explicar el r¨¢pido aumento de la deuda p¨²blica durante los a?os de crisis. La deuda p¨²blica espa?ola en 2007 significaba el 36% del PIB, ratio inferior al que soportaban entonces nuestros socios de la Uni¨®n Europea, pero r¨¢pidamente comenz¨® a crecer y cuando en 2011, se firm¨® el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) en la UE que fij¨® el l¨ªmite del 60% del PIB para esta magnitud, Espa?a ya lo superaba. Actualmente nos movemos en el entorno del 100% del PIB. Este proceso de crecimiento de la deuda p¨²blica fue generalizado en los pa¨ªses de la UE, incluso en pa¨ªses como Estados Unidos y Jap¨®n, dando lugar a lo que se vino en llamar "crisis de la deuda soberana", forzando a establecer un compromiso para su reducci¨®n en el seno de la Uni¨®n.
En cada pa¨ªs los motivos del aumento de la deuda p¨²blica variaron en funci¨®n de su propia estructura y del comportamiento del d¨¦ficit p¨²blico y del PIB durante estos a?os. En Espa?a, una parte importante de las causas que han motivado el aumento de la deuda reside en la propia crisis con la ca¨ªda de la actividad econ¨®mica y del empleo reflejada en los datos del PIB, ya que ha provocado una reducci¨®n importante de la recaudaci¨®n de impuestos necesarios para financiar los gastos p¨²blicos y generando por tanto un aumento del d¨¦ficit que alimenta la propia deuda. En el d¨¦ficit p¨²blico debemos distinguir entre lo que es el llamado d¨¦ficit primario y el correspondiente al pago de los intereses de la propia deuda. Durante los a?os de crisis, el aumento del d¨¦ficit primario ha sido el responsable del 70% de dicho aumento mientras que la carga de intereses lo ha sido en un 20%. Por lo tanto mirando hacia el futuro es importante analizar la evoluci¨®n del d¨¦ficit primario con el fin de reducirlo e intentar llegar al equilibrio del mismo. El pago de intereses depende en gran medida de la composici¨®n de la deuda seg¨²n los plazos a los que se emiti¨®, ya que los tipos de inter¨¦s est¨¢n abaratando el endeudamiento actual frente al emitido en a?os anteriores con plazos m¨¢s largos. Con datos del Banco de Espa?a al final de 2014 de los 1.023 miles de millones de euros de Deuda PDE (criterio de la UE), 740.000 millones ¡ªel equivalente al 72% del total¡ª corresponden a deuda en valores de medio y largo plazo y solo un 7,5% a valores a corto plazo. El resto corresponde a los pr¨¦stamos. En los Presupuestos Generales del Estado presentados por el Gobierno para 2015 se estima una carga en gastos financieros de 35.500 millones de euros (3,2% del PIB). Dicha carga previsiblemente deber¨¢ reducirse como consecuencia de la evoluci¨®n actual de los tipos de inter¨¦s.
Otro factor importante en el aumento de la deuda p¨²blica, ha sido el endeudamiento de las comunidades aut¨®nomas y las corporaciones locales durante el periodo de crisis. Adem¨¢s de la necesaria financiaci¨®n del Estado de parte del d¨¦ficit generado por las administraciones territoriales seg¨²n lo establecido en el Sistema de financiaci¨®n acordado, la puesta en marcha por parte del Estado de mecanismos que permitiesen la financiaci¨®n de proveedores es otro factor explicativo del aumento del peso de la deuda del Estado sobre el conjunto. Con los ¨²ltimos datos disponibles del Banco de Espa?a, la final de 2014, la deuda correspondiente al Estado ha alcanzado el 84,3% de la deuda total y la de las CCAA el 21,8%. Aunque hay que tener en cuenta que parte de la deuda del Estado ha sido la generada por las Administraciones territoriales pero financiada por ¨¦l. En el an¨¢lisis de la deuda tambi¨¦n cuenta la deuda generada por las empresas p¨²blicas que sean soportadas en m¨¢s del 50% por el Estado ¨® por las administraciones territoriales y que se sit¨²a en torno al 4% del PIB.
A diferencia de Grecia, Espa?a no va a tener problemas a la hora de pagar sus intereses
Un aspecto interesante de la composici¨®n de la deuda p¨²blica que a veces lleva a confusi¨®n en los an¨¢lisis m¨¢s superficiales, es la distribuci¨®n por tenedores de la misma. Con los ¨²ltimos datos del Banco de Espa?a del tercer trimestre de 2014, el 60% de la deuda est¨¢ en manos de residentes espa?oles, correspondiendo el 45% a instituciones financieras y el 15% al resto de sectores residentes. El 40% restante es el que est¨¢ en manos del resto del mundo. Parte de la deuda en manos de organismos internacionales corresponde a los pr¨¦stamos otorgados para la restructuraci¨®n bancaria espa?ola. As¨ª, 45.516 millones de euros (4% del total de la deuda) corresponden al FROB (en gran parte al MEDE) que son los organismos encargados de financiar la restructuraci¨®n bancaria. Esta distribuci¨®n de tenedores de la deuda entra?a una gran dificultad al plantearse (como algunos pretenden) una negociaci¨®n en la refinanciaci¨®n de la misma.
En conclusi¨®n, la econom¨ªa espa?ola tiene un problema como consecuencia del intenso crecimiento soportado por la deuda p¨²blica durante los a?os de crisis, aunque a diferencia de lo que ocurre en Grecia, no existe un problema para el pago de los intereses que genera. Durante los pr¨®ximos a?os no ser¨¢ suficiente con estabilizarla en torno al 100% del PIB sino que habr¨¢ que reducirla a niveles inferiores al 60% acordado en la UE. Para ello, ayudar¨¢ el mayor crecimiento del PIB y la mayor recaudaci¨®n de impuestos generada por una mayor actividad en los pr¨®ximos a?os pero esto no ser¨¢ suficiente y es necesario alcanzar el equilibrio del d¨¦ficit primario. Para ello es fundamental el control de los gastos del Estado y de las Administraciones territoriales y evitar todo tipo de gasto superfluo e improductivo as¨ª como la corrupci¨®n y la evasi¨®n de impuestos.
Carmen Alcaide es analista y expresidenta del Instituto Nacional de Estad¨ªstica.
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