Algo que celebrar

Este viernes se inaugura una nueva interconexi¨®n el¨¦ctrica entre Espa?a y Francia por Girona, la primera desde 1981. Ya ha llovido desde entonces en el sector el¨¦ctrico de un lado y otro de la frontera: ha cambiado el consumo, que se ha multiplicado por tres, y la generaci¨®n, por la incorporaci¨®n del gas natural y sobre todo de las energ¨ªas e¨®lica y fotovoltaica. Tambi¨¦n han cambiado las reglas del juego, con la introducci¨®n de competencia en la generaci¨®n y la comercializaci¨®n y el progreso hacia un mercado ¨²nico europeo. El traje siempre fue ajustado, por razones geogr¨¢ficas y pol¨ªticas, pero hab¨ªa devenido insoportable.

Las interconexiones son las infraestructuras m¨¢s importantes que hay que construir en el sistema el¨¦ctrico espa?ol de esta d¨¦cada, y probablemente tambi¨¦n de la pr¨®xima. Fortalecen la seguridad de suministro y contribuyen a la estabilidad, abaratan la factura al facilitar los intercambios buscando el proveedor m¨¢s econ¨®mico de cada momento, y sobre todo facilitan el desarrollo de las energ¨ªas renovables intermitentes, solar y e¨®lica fundamentalmente, al permitir utilizar el sistema interconectado europeo, que es diez veces el espa?ol en tama?o, como destino de nuestros excedentes cuando las circunstancias meteorol¨®gicas son favorables, y aportando respaldo cuando son adversas.

La interconexi¨®n que se inaugura fue acordada en Zaragoza el 27 de junio de 2008 por el primer ministro franc¨¦s Fillon y el presidente del Gobierno espa?ol Zapatero, casualmente de mayor¨ªas pol¨ªticas diferentes de las que hoy, en los respectivos gobiernos, la inauguran. Ese acuerdo se tradujo en la creaci¨®n de una sociedad conjunta de los operadores de la red de transporte de ambos pa¨ªses, REE y RTE, que la ha construido. El proyecto, todo un reto tecnol¨®gico, fue adjudicado en 2010 y 2011, y la fabricaci¨®n e instalaci¨®n de los cables, la construcci¨®n de las estaciones conversoras de corriente alterna a continua, y la perforaci¨®n de un t¨²nel bajo los Pirineos de poco m¨¢s de 8 km, se han realizado en el plazo previsto inicialmente y con el coste presupuestado. Un gran ¨¦xito.

El largo per¨ªodo de maduraci¨®n y ejecuci¨®n de este tipo de proyectos a menudo sobrepasa el ciclo pol¨ªtico de nuestras democracias. Por eso, pensarlos, acordarlos, dise?arlos y ponerlos en marcha, con todas las dificultades, incluso el rechazo social inicial, es algo que requiere un empuje notable. Y, desde luego, una visi¨®n de largo plazo, ampliamente compartida, as¨ª como una continuidad m¨¢s all¨¢ de los cambios pol¨ªticos que, en este caso, afortunadamente, se ha dado. Hay que congratularse por ello.

Con un nuevo proyecto la nueva interconexi¨®n podr¨ªa estar disponible alrededor de 2020

Sin embargo, no hemos terminado. Gracias a esta interconexi¨®n Espa?a duplica su actual capacidad de intercambio el¨¦ctrico con Europa, pero a¨²n no es suficiente. Por eso debemos pedir a quienes inauguran esa interconexi¨®n que aprueben y decidan cuanto antes, dentro de este a?o, la realizaci¨®n de un nuevo proyecto, probablemente un cable submarino por el Golfo de Bizkaia, en el que REE y RTE empezaron a trabajar hace varios a?os. Con eso podr¨ªa conseguirse que la nueva interconexi¨®n estuviera disponible alrededor de 2020. Acumular m¨¢s retrasos ser¨ªa injustificable.

Las interconexiones son absolutamente claves para el sistema el¨¦ctrico espa?ol, mucho m¨¢s que para el franc¨¦s, que ya est¨¢ muy interconectado. Si queremos avanzar hacia un sistema el¨¦ctrico menos dependiente de los combustibles f¨®siles y aprovechar el extraordinario potencial de la energ¨ªa solar en nuestro pa¨ªs, y hacerlo de forma segura y econ¨®micamente eficiente, necesitamos m¨¢s interconexiones. Ojal¨¢ se produzca de nuevo esa visi¨®n de largo plazo que permitir¨ªa, junto con la excelencia tecnol¨®gica de la que han hecho gala los profesionales de REE y RTE, seguir construyendo una Europa vertebrada con interconexiones el¨¦ctricas y gasistas, fundamentales para conseguir un modelo energ¨¦tico europeo compartido, seguro, competitivo y radicalmente comprometido contra el cambio clim¨¢tico.