La tragedia griega

Cuando Syriza present¨® su programa econ¨®mico el pasado mes de septiembre era evidente que fracasar¨ªa en el intento y tendr¨ªa que renunciar a la mayor¨ªa de sus propuestas. El anuncio provoc¨® una fuga de capitales, un desplome de la Bolsa de Atenas del 30% y un aumento de la prima de riesgo a 3 a?os de 1.300 puntos b¨¢sicos. Es un terremoto similar al que provoc¨® el temor a la quiebra de Bankia en 2012, pero en Grecia todo es m¨¢s tr¨¢gico. Lo m¨¢s preocupante es que la fuga de capitales se ha contagiado a una fuga de dep¨®sitos. Tres de cada cuatro griegos no s¨®lo no votaron a Syriza sino que consideran que sus propuestas podr¨ªan provocar la salida del euro y la quiebra del sistema bancario. Muchos han decidido sacar sus ahorros y en la mayor¨ªa de los casos meterlos debajo del colch¨®n. El sistema bancario griego est¨¢ conectado al respirador autom¨¢tico del Banco Central Europeo y la situaci¨®n es l¨ªmite ya que cada semana tiene que aumentar la p¨®liza de emergencia. Una fuga de dep¨®sitos es una de las patolog¨ªas m¨¢s peligrosas en econom¨ªa. El protocolo recomienda: mantener la calma, sedar al enfermo y actuar r¨¢pidamente y con contundencia. Si Tsipras no piensa sacar a Grecia del euro m¨¢s vale que firme el rescate cuanto antes y normalice el acceso de los bancos griegos al BCE. Esto exigir¨¢ presentar un plan coherente para que Grecia encuentre su sitio en la globalizaci¨®n y en la revoluci¨®n tecnol¨®gica en la que nos encontramos inmersos.

En 2014, a pesar del desplome de los salarios griegos desde 2009 y la depreciaci¨®n del euro, las exportaciones helenas cayeron un 2%. Es evidente que Grecia tiene un grave problema de competitividad y que su parque empresarial es an¨¦mico y con escasa capacidad de generar proyectos rentables en entornos competitivos. En este escenario subir el salario m¨ªnimo un 15%, como propone Syriza, confirma la inexistencia de vida inteligente en el nuevo gobierno griego.

No obstante, que Atenas presente un plan coherente a medio plazo es condici¨®n necesaria, pero no suficiente. En Bruselas, Fr¨¢ncfort y Berl¨ªn tampoco hay muchos indicios de vida inteligente. Hace dos semanas la Comisi¨®n Europea presentaba sus previsiones de invierno y esperaba que el PIB y el empleo en Grecia crezca un 2,5% en 2015. Una semana despu¨¦s Eurostat, que depende de la Comisi¨®n, anunciaba que el PIB griego cay¨® en el cuarto trimestre. Se puede poner fin a la fuga de dep¨®sitos y evitar un corralito pero la recesi¨®n en Grecia ya es irreversible.

Espero y deseo que se autorice ayuda humanitaria para atender necesidades extremas de una parte de la sociedad griega. Pero urge aprobar el plan de inversiones europeas y concentrar parte del mismo en Grecia para sacarla de la recesi¨®n. Tambi¨¦n urge sobreponderar la compra de deuda griega por parte del BCE para frenar la fuga de capitales y de dep¨®sitos cuanto antes.

Todo el mundo tropieza con la misma piedra pero conviene no enamorarse de ella. Merkel y Alemania deben asumir sus errores desde 2010 y cambiar la pol¨ªtica econ¨®mica europea para volver a crecer. Si ambas partes no asumen su responsabilidad, es posible que dentro de poco tiempo comprobemos que fue un error que Grecia permaneciera en el euro. Como ha reconocido el propio Presidente de la Comisi¨®n, Jean Claude Juncker, Europa no puede seguir pecando contra la dignidad de su pueblo.