Blesa no admite que los correos de Caja Madrid sean suyos

El expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa ha tratado hoy de suspender su declaraci¨®n como testigo por la filtraci¨®n de sus correos contra el juez que le encarcel¨® y ha evitado reconocer que son suyos alegando que fueron obtenidos il¨ªcitamente por Elpidio Jos¨¦ Silva. Blesa ha llegado al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), 50 minutos antes de que le hubiera citado la magistrada Susana Polo, y ha salido una hora despu¨¦s escoltado por varios agentes de la Polic¨ªa, que no han podido evitar que un grupo de preferentistas increpara al exbanquero.

Los afectados han rodeado el veh¨ªculo del expresidente de Caja Madrid y entre insultos han comenzado a zarandearlo y golpearlo, pese a los intentos de los polic¨ªas por apartarlos del coche. Antes de su declaraci¨®n, Blesa hab¨ªa presentado un escrito para informar de que est¨¢ imputado en las piezas de preferentes y de las tarjetas opacas en la Audiencia Nacional, as¨ª como en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 9 de Madrid por la compra del City National Bank de Florida.

De ah¨ª que solicitase a la magistrada que "pondere sus obligaciones" como testigo para declarar contra Silva, y que se le permitiera no tener que responder sobre correos electr¨®nicos que hicieran alusi¨®n a los asuntos en los que est¨¢ siendo investigado.

Con ello evitar¨ªa "la lesi¨®n de las garant¨ªas del proceso y el evidente fraude de ley que se alcanzar¨ªa" si se le obligase a declarar, recordando asimismo que esos correos fueron obtenidos "il¨ªcitamente" por el exmagistrado y fueron anulados como prueba por la Audiencia Provincial de Madrid junto al resto de la causa en la que Silva le investigaba. Sin embargo, el exbanquero ha tenido que comparecer finalmente, aunque no se le han mostrado los correos referentes a los procedimientos en los que est¨¢ imputado.

La letrada de Elpidio Silva, Isabel Elbal, ha explicado al t¨¦rmino de la declaraci¨®n que le ha preguntado principalmente sobre unos correos con los que Silva trat¨® de relacionar en su d¨ªa a Blesa y al expresidente del Gobierno Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar con operaciones de tr¨¢fico de armas. A ello, el testigo ha alegado, seg¨²n la letrada, que no iba a responder porque en base a esas informaciones se le estaba imputando un delito de tr¨¢fico de armas.

"?l ha dirigido el debate neg¨¢ndose a responder. Yo he reiterado a la magistrada que ven¨ªa como testigo y ten¨ªa la obligaci¨®n de decir la verdad, salvo en aquellas preguntas relacionadas con otros procedimientos como las preferentes", ha lamentado.

Sobre otros relativos a la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre y al exjefe de la Casa del Rey Rafael Spottorno, el expresidente de Caja Madrid ha contestado que no los recordaba. Ante la insistencia para que reconociera que esos correos eran suyos, o recibidos por ¨¦l, Blesa ha se?alado que as¨ª ser¨ªa si eran los mismos que el juez orden¨® incautar "y filtr¨®".

En todo caso, fuentes jur¨ªdicas consultadas por Efe se?alan que en el interrogatorio no se le han mostrado originales, sino los publicados por diversos medios de comunicaci¨®n, por lo que el testigo no pod¨ªa reconocer en esas circunstancias si se trataba de su correspondencia corporativa, precisando siempre el origen "il¨ªcito y delictivo" de los mismos.

No es la primera vez que Blesa tiene que declarar contra el juez que le encarcel¨® en dos ocasiones en apenas quince d¨ªas en la primavera de 2013, pues ya lo hizo en los dos juicios que se celebraron el pasado a?o contra ¨¦l por delitos de prevaricaci¨®n, dos contra la libertad individual y uno de retardo malicioso de Administraci¨®n de Justicia.

Por ello, fue condenado a 17 a?os y medio de inhabilitaci¨®n, aunque el Tribunal Supremo a¨²n debe pronunciarse sobre el recurso que interpuso el acusado.

La investigaci¨®n al exbanquero no solo le supuso la expulsi¨®n de la carrera judicial, sino la apertura de esta nueva causa por revelaci¨®n de secretos a instancias de la Fiscal¨ªa, una imputaci¨®n que Silva neg¨® el pasado 4 de julio al afirmar que los correos que ¨¦l mismo orden¨® incautar durante la instrucci¨®n del "caso Blesa" pudo difundirlos cualquiera menos ¨¦l, porque no los ten¨ªa.