Robert Benmosche, el salvador de AIG
Lider¨® la fusi¨®n de las firmas PaineWebber y Kidder Peabody
La ¨²ltima gran crisis financiera tuvo muchos villanos. Tambi¨¦n hubo h¨¦roes, o mejor dicho, rescatadores. Robert Benmosche entra en este ¨²ltimo grupo. En agosto de 2009 se puso al frente de American International Group, el mayor conglomerado de aseguraci¨®n del mundo. La Reserva Federal y el Tesoro de EE UU no tuvieron m¨¢s remedio que lanzarle el flotador, para evitar un verdadero cataclismo financiero. El ejecutivo falleci¨® el 27 de febrero tras una larga lucha contra el c¨¢ncer. Ten¨ªa 70 a?os.
La tarea que se le encomend¨® fue tit¨¢nica, y tuvo que actuar con diligencia para salvar la compa?¨ªa. Primero, limpi¨® el grupo de activos que la hundieron y que nada ten¨ªan que ver con su negocio de aseguraci¨®n. Despu¨¦s, con la estructura limpia y reducida, tuvo que recuperar la confianza de los inversores demostrando que la firma pod¨ªa ser rentable. Con el dinero que ganara, ir¨ªa repagando cuanto antes la masa de ayudas p¨²blicas que recibi¨® para as¨ª quitarse de encima el estigma de la nacionalizaci¨®n.
Benmosche no era un cualquiera. Es posible que en ese momento de la crisis no hubiera alguien disponible con su conocimiento del negocio asegurador. Su filosof¨ªa, adem¨¢s, encajaba con lo que buscaba el Tesoro: rentabilidad sobre tama?o. Y contaba con la experiencia para hacer un cambio de calado en la cultura corporativa de AIG. Es lo que hizo antes en MetLife, donde ejerci¨® ocho a?os como presidente ejecutivo hasta que se jubil¨® en 2006.
Por esa tarea en la firma de seguros de vida fue conocido como el transformador. Era algo que ya puso en pr¨¢ctica antes, al liderar la fusi¨®n de las firmas de corretaje PaineWebber y Kidder Peabody. Su coraje llegaba a tal punto, que sigui¨® al frente de AIG en el momento m¨¢s complicado pese a que se le diagnostic¨® un c¨¢ncer de pulm¨®n en 2010. Y mientras luchaba contra la enfermedad, hacia frente a las presiones para que desmenuzara el grupo.
El T¨ªo Sam lleg¨® a controlar el 80% de la aseguradora. No solo devolvi¨® antes de lo esperado los 182.000 millones de d¨®lares que deb¨ªa al contribuyente, sino que, gracias a su liderazgo logr¨® dejar cuando se retir¨® en septiembre de 2014 una compa?¨ªa mucho m¨¢s s¨®lida que la que encontr¨®. Igual que no se callaba lo que pensaba, ped¨ªa a su equipo que expresara abiertamente sus opiniones. Eso, en perspectiva, se ve como la clave de su acci¨®n.
Benmosche sol¨ªa contar que abandon¨® la jubilaci¨®n para dirigir AIG porque su padre muri¨® sin tener un seguro de vida. Y los asegurados, dec¨ªa, desempe?aban un papel cr¨ªtico en los momentos de incertidumbre. Robert Miller, presidente de AIG, declar¨® al anunciar su fallecimiento que "Bob fue uno de los m¨¢s exitosos l¨ªderes" de la Am¨¦rica corporativa. Robert Benmosch sirvi¨® tambi¨¦n dos a?os como miembro del consejo de administraci¨®n del banco de inversi¨®n Credit Suisse.
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