Formaci¨®n: partido con pr¨®rroga
Las presiones de la patronal permiten alargar las negociaciones con el Gobierno, que el viernes aplaz¨® la aprobaci¨®n del real decreto sobre la formaci¨®n de trabajadores
El pasado mi¨¦rcoles el presidente de la patronal CEOE, Juan Rosell, manifest¨® que se estaba ¡°en tiempo de pr¨®rroga¡± para terminar las negociaciones sobre el futuro de la formaci¨®n. El l¨ªder empresarial, que estaba acompa?ado por el presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, y el secretario de la organizaci¨®n, Jos¨¦ Mar¨ªa Lacasa, utilizaba el s¨ªmil deportivo para reflejar la situaci¨®n sobre unas negociaciones que se han enconado en las ¨²ltimas semanas por el rechazo de las empresas al proyecto de real decreto-ley y la negativa del Gobierno a cambiarlo. Seg¨²n el texto, las empresas dejar¨ªan de gestionar la formaci¨®n profesional de los trabajadores, como lo han hecho desde que en 1979 se instaur¨® el modelo.
El tr¨ªo de representantes empresariales acababa de asistir a la junta directiva extraordinaria para tratar este tema. El mandato un¨¢nime (en esto s¨ª existe avenencia generalizada) lo ten¨ªan bien asumido: los empresarios no est¨¢n dispuestos a ceder sus potestades sobre formaci¨®n. ¡°Nosotros pagamos, nosotros tenemos que gestionarla¡±, dijo Rosell, respaldado por Garamendi, representante de los peque?os y medianos empresarios, mucho m¨¢s involucrados en el asunto que las grandes empresas, cuya facilidad para impartir formaci¨®n no depende tanto de la organizaci¨®n patronal. ¡°Reclamamos a la Administraci¨®n que nos deje, porque ella no sabe, las que sabemos somos las empresas¡±.
Las empresas aportan el 0,6% y los trabajadores el 0,1% de las cotizaciones a formaci¨®n. Pero los agentes sociales, no obstante, saben que han llegado muy tocados a la negociaci¨®n con una r¨¦mora importante por el mal uso que se ha hecho en algunos casos del dinero de la formaci¨®n, con desv¨ªos de fondos y corrupci¨®n manifiesta de algunos dirigentes. Lo reconocen unos y otros, aunque destacan que la mayor¨ªa no act¨²a as¨ª. Tambi¨¦n se les ha criticado que para muchas patronales supone unos ingresos que les permiten subsistir. Ese es el arma que maneja el Ejecutivo.
Aunque Rosell y Garamendi evitaron utilizar palabras fuertes, qued¨® muy claro que su intervenci¨®n ten¨ªa el marchamo de ultim¨¢tum o amenaza. De momento, lograron que la ministra de Empleo, F¨¢tima B¨¢?ez, retirara de la agenda del Consejo de Ministros del viernes el proyecto de real decreto-ley. Parece, por tanto, que est¨¢ preparada para jugar la pr¨®rroga. Las pr¨®rrogas se juegan para desempatar y hay que ver qui¨¦n desempata, aunque sea en los penaltis. Pero, en estos casos suele ocurrir que los partidos acaban en un empate pactado del que todos salgan m¨¢s o menos contentos. Otra posibilidad es que se suspenda antes de terminar y los jugadores se retiren de la cancha, por mucho que Rosell se mostrara optimista en cuanto al tiempo de juego que queda por jugar.
Mientras tanto, los sindicatos est¨¢n a la expectativa. Est¨¢n interesados en participar, aunque metan menos ruido. Y, paralelamente, juegan otro encuentro con la patronal, el del acuerdo salarial. Las dos partes se esfuerzan por rese?ar que ambas cosas no tienen nada que ver entre s¨ª; pero el caso es que hay vasos comunicantes. Este otro partido lleva en la pr¨®rroga desde diciembre, cuando tanto patronal como centrales sindicales aseguraban que estaban cerca del final. Sin embargo, ha pasado casi un trimestre (todo el invierno) y siguen sin acuerdo. Lo ¨²ltimo que ha dicho Rosell es que los empresarios est¨¢n dispuestos a llegar hasta el 0,9% (incluso ¡°un poquito m¨¢s¡±) para este a?o, a sabiendas que los sindicatos no quieren bajar del 1%, y hasta el 1,3% para el pr¨®ximo. Y, adem¨¢s, sin cla¨²sula de garant¨ªa salarial, ¡°que es una cosa del siglo pasado¡±, algo que los sindicatos no admiten.
La explicaci¨®n, no obstante, es que este a?o podr¨ªa quedarse en 0,6% (es decir, prorrogar la cifra del 2014), pero que puede ¡°en algunos casos¡± ampliarse. Los sindicatos ya han subrayado que su exigencia es inalterable. Todo parece que el partido va a terminar con empate, como siempre. Luego cada cual vender¨¢ la victoria como le venga bien.
Las partes est¨¢n tranquilas porque la gran masa de trabajadores ya cuenta con pactos salariales para este a?o. La negociaci¨®n afecta solo en torno a un mill¨®n de trabajadores. Esa puede ser la explicaci¨®n de la prolongaci¨®n del partido. Ya se ver¨¢.
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