Apple se lanza a por su coche el¨¦ctrico
El proyecto Tit¨¢n sacude el sector de la automoci¨®n con fichajes de ingenieros estrella
Primero fue tierra de chips, de los microconductores de silicio que le dieron su nombre. Despu¨¦s, de software. M¨¢s tarde lleg¨® la crisis de las puntocom, la primera burbuja de Internet. Con la llegada del iPhone se cre¨® la econom¨ªa de las aplicaciones. ?Cu¨¢l ser¨¢ la siguiente gran revoluci¨®n? En los ¨²ltimos dos a?os, Silicon Valley ha vuelto su mirada a la automoci¨®n y el transporte. Desde Google con su coche sin conductor, a Uber y su ruptura con el mundo del taxi, hasta aplicaciones como Moovit y Waze que quieren cambiar la forma en que se va de un punto a otro en transporte p¨²blico o privado tomando datos compartidos por los usuarios. Tesla ha sido el gran toque de atenci¨®n para el mundo del motor, cuyo epicentro sigue en Detroit. Los ¨²ltimos movimientos de Apple, hacen tambalearse el orden establecido en la industria del coche particular.
El eterno rumor era una posible compra de Tesla, la firma del visionario Elon Musk. En cambio, el flujo de contrataciones de Apple indica que trabaja en su propio modelo. El equipo con el que cuenta ha crecido en las ¨²ltimas semanas hasta superar el centenar de trabajadores, en su mayor¨ªa ingenieros especializados en automoci¨®n.
Su proyecto, conocido internamente con el nombre clave de Tit¨¢n, ha dejado de ser un secreto a ra¨ªz de una denuncia de la empresa A123, con sede en Massachusetts. La firma especializada en la fabricaci¨®n y patentes de bater¨ªas para coches considera que Apple ha sido m¨¢s agresiva de lo que permite la ley a la hora de fichar a algunos de sus mejores hombres. Mujeed Ijaz, director t¨¦cnico de la empresa, es uno de ellos. Seg¨²n su perfil de Linkedin dej¨® la Costa Este en junio, consigo se llev¨® a tres miembros de su equipo. Tesla tambi¨¦n se ha visto afectada por los cazatalentos de Apple. Su fundador Musk explic¨® a Bloomberg que los de Cupertino ofrecen 250.000 d¨®lares en el momento de la firma del contrato y unos salarios un 60% por encima de lo que cobraban con ¨¦l. Medio centenar ya ha dado el s¨ª. Otro fichaje sonoro, Johann Jungwirth, que ejerc¨ªa como director de investigaci¨®n y desarrollo en Mercedes-Benz.
Dentro de Titan ya colaboran algunos de los nombres m¨¢s c¨¦lebres de Apple. As¨ª como Magna Steyr, el mayor suministrador mundial de piezas para coches. Otra estrella de este elenco es Steve Zadesky, fichado de Ford, que hace un mes abri¨® laboratorio en Silicon Valley. Apple Insider, un medio dedicado a seguir la actualidad de la compa?¨ªa de Cupertino, asegura que cuentan con una zona propia dentro del campus. Una zona en la que Zadesky cuenta con autonom¨ªa absoluta para hacer pruebas de materiales, metales y rob¨®tica. Jony Ive, el genio del dise?o de Apple, ha sido el ¨²ltimo implicado en este sector. Es el encargado de reclutar empleados con conocimientos. Varios profesionales de recursos humanos consultados por EL PA?S confirman los movimientos, as¨ª como incentivos para a?adir m¨¢s miembros con perfiles concretos.
En 9to5Mac, una web reconocida por sus aciertos en cuanto a lanzamientos de Apple, se atreven con una lista de miembros de proyecto y responsabilidades. A Zadesky le colocan como l¨ªder del equipo. Robert Gough, fichado de Autoliv, es el indicado para la seguridad interna del coche: cinturones de seguridad, airbags, visi¨®n nocturna¡ Los ex empleados de Tesla David Nelson, John Ireland y Pete Augenbergs est¨¢n al frente del motor. Rui Guan, fichado en Ogin, es especialista en fuentes de energ¨ªa limpias. En esa misma l¨ªnea trabaja David Perner, ex-Ford, donde investig¨® motores h¨ªbridos. Fernando Cunha, tambi¨¦n de la industria tradicional, lleg¨® a trabajar en General Motors desarrollando el salpicadero e interiores.
Desde Apple no hay contestaci¨®n ni pistas oficiales al respecto, pero el nombre de la ¨²nica mujer en el equipo llama especialmente la atenci¨®n: Lauren Ciminera, que se dedicaba a reclutar a especialistas t¨¦cnicos para Tesla. Se le achaca ser clave en el transvase de talentos.
A Juli¨¢n Beltr¨¢n, consultor tecnol¨®gico y creador de Droiders, una empresa con sede en Espa?a y San Francisco, le parece un movimiento natural, que demuestra la madurez de este sector. Apunta a que Apple no suele llegar la primera a ning¨²n segmento, pero s¨ª suele hacerlo de manera distinta. ¡°As¨ª sucedi¨® con el iPhone, porque ya hab¨ªa tel¨¦fonos avanzados. Lo que marca la diferencia es que, como dec¨ªa uno de sus antiguos esl¨®ganes, piensan diferente¡±, indica.
Desde Detroit no creen que el coche sea una realidad antes de 2020. Los plazos a la hora de fabricar este tipo de aparatos y los permisos pertinentes hacen que sea un proyecto a largo plazo. Bill Visnic, periodista especializado en motor, considera que ser¨¢ dif¨ªcil hacerlo rentable: ¡°?Qu¨¦ empresa en su sano juicio se meter¨ªa ahora mismo en el negocio del coche, cuyos riesgos son muy altos? A las dif¨ªciles relaciones laborales hay que sumar regulaci¨®n legal y de seguridad. Los m¨¢rgenes en esta industria son claramente cortos¡±.
Gene Munster, analista de Piper Jaffray, piensa justo lo contrario: que Apple, gracias a su capitalizaci¨®n ¡ªm¨¢s de 700.000 millones de d¨®lares¡ª es la mejor posicionada para poder experimentar y confundirse sin miedo al desastre financiero. Considera que, mientras el iPhone le siga generando un envidiable flujo de caja, podr¨¢n explorar este nuevo campo durante al menos cinco a?os.
La relaci¨®n de Apple con el coche comenz¨® con el lanzamiento del iPod y su integraci¨®n en los sistemas de entretenimiento. En marzo del a?o pasado lanzaron CarPlay, su plataforma para que iPhone y algunos fabricantes de alta gama, creasen aplicaciones compartidas. Seg¨²n los c¨¢lculos de Apple, estar¨¢ en 24 millones de coches en 2019, justo un a?o antes de la supuesta llegada de su veh¨ªculo.
El inter¨¦s y los comentarios han crecido en los aleda?os de Cupertino, especialmente en Los Altos, donde se ha vislumbrado una misteriosa furgoneta con sensores en la parte superior, todo indica que todav¨ªa no es un prototipo, sino un equivalente a los coches que Google utiliza para actualizar sus mapas, pero en versi¨®n Apple.
Gafas para el iPhone
Poco antes de presentar sus ¨²ltimos resultados trimestrales, a Apple se le reprochaba falta de innovaci¨®n. Hace solo cinco d¨ªas, una patente de gafas que se conectan al m¨®vil dejaba ver que no est¨¢n fuera de ese campo en el que ya trabajan tanto Google, con Glass, como Microsoft, con Hololens. De manera m¨¢s t¨ªmida lo han hecho Lenovo y Epson. Sony ya ofrece los primeros modelos de su Morpheus, lo mismo que Oculus Rift, propiedad de Facebook, ambos sistemas centrados en los videojuegos.
Juli¨¢n Beltr¨¢n, cuya empresa es una de las m¨¢s prol¨ªficas en la publicaci¨®n de aplicaciones para el sistema de Google, desgrana lo que se desprende de la patente: ¡°Contar¨¢n con la opci¨®n de crear sobre la realidad, como Hololens, un adaptador para usarlo con el m¨®vil e integrar¨¢n realidad aumentada¡±. No cree que llegar los ¨²ltimos sea un impedimento, sino casi, un sello de la casa: ¡°Suelen esperar a que los dem¨¢s se estrellen para hacer algo de calidad sin repetir los errores¡±. Por errores a superar cita varios, desde la escasa duraci¨®n de la bater¨ªa de los modelos actuales a una interfaz totalmente oral, donde la inteligencia artificial elimine por completo los gestos manuales.
No es casualidad que Google fichase a Luxottica, propietarios de la marca Rayban, para pulir el dise?o, esta es la ¨²ltima clave que aporta el experto: "Tendr¨¢n que ser fashion, algo que apetezca ponerse sin parecer exc¨¦ntrico".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.