Un rascacielos con una torre de deudas
La construcci¨®n de InTempo, en Benidorm, se convierte en un fiasco
Olga Urbana quiso construir el rascacielos residencial m¨¢s alto de la Uni¨®n Europea y acab¨® dejando un reguero de impagos e incumplimientos que suman ya casi 140 millones de euros. Afectan a particulares y empresas que compraron una de las 269 viviendas de este coloso de hormig¨®n llamado InTempo. El inmueble, sin acabar, domina el cielo de Benidorm, una ciudad sin l¨ªmite de altura, y su futuro est¨¢ en manos del juez que dirige el concurso de acreedores en que est¨¢ sumida la promotora.
La empresa tiene unos activos valorados en 95 millones de euros: las viviendas del rascacielos y de otro inmueble, el Edimar. En sus once cuentas bancarias no hay ni un c¨¦ntimo. Es el resumen del inventario de bienes y derechos del concurso de acreedores, al que ha tenido acceso EL PA?S. Solo en pr¨¦stamos, la empresa adeuda 121,9 millones de euros, de los cuales 108 pertenecen a la Sociedad de Gesti¨®n de Activos Procedentes de la Reestructuraci¨®n Bancaria (Sareb, popularmente conocido como banco malo), propietaria del cr¨¦dito original del proyecto.
Al rascacielos le falta menos del 10% de la obra, seg¨²n la Sareb. Y ya agot¨® los cr¨¦ditos de disposici¨®n que acarreaba el compromiso contractual con la empresa. El principal socio de Olga Urbana, Jos¨¦ Ignacio de la Serna, falleci¨® el pasado febrero despu¨¦s de haber apartado al otro socio solidario de la promotora. El edificio est¨¢ a merced de los que decida el juzgado n¨²mero uno de lo Mercantil en Alicante y en Benidorm especulan sobre qui¨¦n se har¨¢ cargo de estas dos torres que confluyen en una estructura con forma de diamante a unos 200 metros de altura. La Sareb no puede siquiera vender el pr¨¦stamo que adquiri¨®.
El listado de acreedores puede crecer hasta el pr¨®ximo 23 de marzo, fecha tope para su presentaci¨®n en el juzgado. Hasta el momento hay 138 afectados, entre entidades y personas. Los compradores de muchos de los pisos que hoy todav¨ªa no pueden usar en este gigante de 200 metros de altura son un ejemplo del crisol que forman los habitantes de este municipio alicantino: los hay de peque?as localidades madrile?as, vascas, gallegas y, tambi¨¦n, rusos, belgas, holandeses, etc.
El InTempo es la perfecta met¨¢fora del ¨ªmpetu inmobiliario que se vivi¨® con especial intensidad en Alicante y del batacazo que sufri¨® el sector, un aut¨¦ntico salvese quien pueda. La peque?a empresa Kono est¨¢ sin actividad y reclama m¨¢s de un mill¨®n de euros. El edificio fue el debut de la firma y su cimentaci¨®n, parad¨®jicamente, situ¨® al rascacielos entre las nominadas a mejor obra de hormig¨®n del mundo. Otras empresas sufrieron impagos incluso cuando todav¨ªa flu¨ªa el cr¨¦dito, como Nartex, hoy en liquidaci¨®n y demandando 960.579 euros a Olga Urbana. ¡°Nosotros estamos vivos por los pelos¡±, indican desde la empresa Esteve Baena, una pyme alicantina a la que se adeuda 341.421 euros.
Entre los acreedores se encuentran al menos tres sociedades mercantiles relacionadas con el fallecido De la Serna. La empresa de su hija Mar¨ªa Elena, Barroco Cer¨¢mica, reclama m¨¢s de un mill¨®n. Hilo Urbana, propiedad del propio De la Serna, casi medio mill¨®n. Turina Urbana, una sociedad con el fallecido como administrador ¨²nico, aparece con una deuda de 1,4 millones. Son varios los acreedores que, prefiriendo el anonimato, se indignan por esta situaci¨®n. Piensan que cuando empez¨® la escasez de cr¨¦dito esas mercantiles continuaron ingresando dinero mientras se negaban los pagos a otras.
Que esta empresa aparezcan en el listado contrasta con la nula colaboraci¨®n de Olga Urbana en la elaboraci¨®n en el concurso, seg¨²n el informe que ha realizado la administradora concursal, Antonia Magdaleno. La letrada, que elude comentar un caso judicializado, ya gestion¨® los concursos de Martinsa Fadesa, la mayor suspensi¨®n de pagos de la historia empresarial espa?ola, o el del Grupo Llanera, otro s¨ªmbolo del auge y ca¨ªda del sector inmobiliario espa?ol.
Una nebulosa ha rodeado siempre a la gesti¨®n de la obra del rascacielos, en la que hasta los arquitectos abandonaron el proyecto. El Instituto T¨¦cnico de Materiales y Construcciones (Intemac) incluso elev¨® una reserva t¨¦cnica en su informe sobre la resistencia de los pivotes al no poder valorar al completo la cimentaci¨®n del rascacielos.
En 2009, a los cuatro a?os de haber comenzado su construcci¨®n, Caixa Galicia par¨® la obra e impuso una empresa de Madrid para el control del gasto. Desde esa fecha lleva Olga Urbana sin presentar cuentas de resultados, el factor principal que llev¨® a la Sareb a solicitar el concurso a finales de 2014. ¡°Era como si el t¨ªo de la boina construyera un rascacielos¡±, resume alguien que particip¨® en el proyecto; una aventura temeraria m¨¢s en los anales de la especulaci¨®n inmobiliaria que vive sus ¨²ltimos cap¨ªtulos en un juzgado de lo mercantil.
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