Volatilidad geopol¨ªtica
El descenso del precio del crudo altera los equilibrios: Rusia, Venezuela e Ir¨¢n salen perjudicados; a EE UU y la UE les beneficia
El descenso del precio del petr¨®leo en un 50% desde junio supone, dado su peso en el comercio mundial, una gran redistribuci¨®n de renta entre exportadores e importadores que altera los equilibrios geopol¨ªticos globales, regionales y locales. La volatilidad de precios tiene reverberaciones geopol¨ªticas asim¨¦tricas: para los importadores supone un impulso econ¨®mico, pero para los mono-exportadores est¨¢ en juego la viabilidad o el colapso de sus reg¨ªmenes. Los pa¨ªses importadores calculan puntos porcentuales de PIB y desempleo, mientras que muchos exportadores afrontan escenarios de inestabilidad interna y debilitamiento estrat¨¦gico en las zonas m¨¢s inestables del planeta.
La primera v¨ªctima ha sido la OPEP (Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo), reducida a mito racional incapaz de influir en los mercados. Arabia Saud¨ª ha apostado por mantener su cuota de mercado a expensas de una ca¨ªda de precios e ingresos que espera recuperar a medio plazo. Los saud¨ªes tienen las mayores reservas de petr¨®leo convencional y las terceras de divisas del mundo, y el tiempo juega a su favor; Kuwait, Qatar y Emiratos ?rabes disfrutan incluso de m¨¢s holgura presupuestaria y financiera. Casi todos los dem¨¢s miembros de la organizaci¨®n se enfrentan a problemas fiscales y financieros tras a?os de precios altos que ha disparado su gasto p¨²blico sin diversificar ingresos. El argumento saud¨ª de que los productores de altos costes ajusten el mercado es econ¨®micamente impecable, y promete una pugna interesante con la industria del fracking y su capacidad para reducir costes.
EE UU puede ser el nuevo productor responsable de ajustar el mercado (swing producer), aumentando la producci¨®n con los precios y reduci¨¦ndola al caer estos. Ese nuevo papel, jugado hasta ahora por Arabia Saud¨ª, dar¨ªa un protagonismo geopol¨ªtico diferente a EE UU hasta que su producci¨®n empiece a declinar dentro de una d¨¦cada seg¨²n las proyecciones. La ca¨ªda de precios afecta m¨¢s a otros productores, como los de aguas profundas que ya han reducido la inversi¨®n para 2015. El entusiasmo por el ?rtico ha desaparecido, y un escenario de menores precios podr¨ªa afectar negativamente a las arenas bituminosas canadienses y crudos ultra-pesados venezolanos, a las regiones petroleras y gasistas africanas emergentes o a la reforma petrolera mexicana.
Ir¨¢n, Argelia, Venezuela y Nigeria necesitan precios de 120-130 d¨®lares el barril para mantener la estabilidad interna y equilibrar su presupuesto. Ir¨¢n, con las segundas reservas probadas de petr¨®leo convencional del mundo, produce la tercera parte que Arabia Saud¨ª, y est¨¢ sometida a sanciones que le impiden desarrollar sus recursos. Los bajos precios podr¨ªan minorar sus variadas rivalidades regionales: elevando el coste de no cerrar el acuerdo nuclear y prolongar o agravar las sanciones. Pero sobre todo, le debilita frente a Arabia Saud¨ª. Aunque las motivaciones saud¨ªes sean econ¨®micas, esta es sin duda la consecuencia geopol¨ªtica m¨¢s dulce para el reino.
En Argelia, como en toda la regi¨®n, la primavera ¨¢rabe desvi¨® la gesti¨®n econ¨®mica de la prudencia. Aunque tiene margen financiero por sus reservas de divisas, no atrae inversiones para revertir el declive de su producci¨®n de petr¨®leo y gas. Las ¨²ltimas rondas de licencias han recibido escaso inter¨¦s, dado lo poco atractivo de las condiciones y, salvo Repsol y Cepsa, pocas compa?¨ªas internacionales han acudido. Los bajos precios del petr¨®leo, y del gas por la indexaci¨®n de este al primero, confluyen con un fuerte crecimiento del consumo energ¨¦tico interno y la debilidad de la demanda europea. La inestabilidad en Libia y el Sahel a?aden costes geopol¨ªticos, y aunque Argelia es un Estado fuerte necesita recursos para afrontar una situaci¨®n de seguridad muy complicada en sus fronteras meridionales.
Est¨¢ en juego la viabilidad de muchos reg¨ªmenes altamente dependientes de la exportaci¨®n de petr¨®leo
La coyuntura de otros miembros de la OPEP es m¨¢s dram¨¢tica. En Venezuela se conjuga con el deterioro de la capacidad de la petrolera nacional, PDVSA, para gestionar sus recursos. El petr¨®leo ligero estadounidense del fracking ha desplazado al crudo pesado venezolano y ligado el destino del pa¨ªs a la demanda asi¨¢tica y a los pr¨¦stamos que le proporciona China a cambio de petr¨®leo. La ca¨ªda de precios tambi¨¦n dinamita Petrocaribe, como acaba de mostrar Rep¨²blica Dominicana recomprando su deuda petrolera con Venezuela a mitad de precio. Hay evidencias de un ciclo pol¨ªtico en que los precios altos favorecen la nacionalizaci¨®n y su bajada la liberalizaci¨®n, pudiendo propiciar una regresi¨®n del atractivo de los modelos de algunos pa¨ªses de la alianza bolivariana (ALBA), y en general de las pol¨ªticas nacionalistas en los dem¨¢s productores. Precios bajos significan aqu¨ª una amenaza existencial para el presidente Maduro y el legado chavista en Am¨¦rica Latina.
Nigeria asiste al derrumbe de precios con unas elecciones presidenciales y legislativas atrasadas al 28 de marzo por la ofensiva de Boko Haram. Ambos elementos suponen una fuerte presi¨®n econ¨®mica y de seguridad para Nigeria, pero tambi¨¦n enfr¨ªan las expectativas de desarrollo de otros productores de la regi¨®n. Libia e Irak presentan las situaciones m¨¢s extremas. Sus Gobiernos ni siquiera controlan sus recursos, sea el petr¨®leo rebelde libio, el crudo kurdo iraqu¨ª o los pocos campos en manos del Estado Isl¨¢mico. En Libia, el conflicto interno ha desembocado en dos ministros del petr¨®leo, dos gobiernos, dos parlamentos y ning¨²n interlocutor. Una propuesta europea de embargo a Libia fue descartada por su impacto cierto y desastroso sobre la econom¨ªa del pa¨ªs, pero dudoso sobre su pacificaci¨®n.
El gran perdedor fuera de la OPEP es una Rusia sancionada y en recesi¨®n. El impacto de sus dificultades econ¨®micas beneficia a Europa y China, exponiendo a Mosc¨² a una rivalidad simult¨¢nea que siempre quiso evitar. Asia ser¨¢ la regi¨®n econ¨®micamente m¨¢s beneficiada, pues no en vano la guerra de precios se ha desatado por su mercado, pero China mejora igualmente sus expectativas geopol¨ªticas en Asia Central. Estados Unidos sale reforzado como eventual nuevo regulador del mercado, adem¨¢s de como gran productor camino a la autosuficiencia. Europa tambi¨¦n puede conseguir el dividendo econ¨®mico de la moderaci¨®n de precios y el geopol¨ªtico de la moderaci¨®n de Rusia. En todo caso, ser¨ªa bueno que la flamante Uni¨®n de la Energ¨ªa est¨¦ preparada para gestionar la volatilidad geopol¨ªtica que prometen los bajos precios del petr¨®leo: no se tratar¨¢ solo de Rusia.
Gonzalo Escribano es responsable del programa Energ¨ªa y Cambio Clim¨¢tico del Real Instituto Elcano. @g_escribano
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