El ¡®ni?o bonito¡¯ se cuela en el club de los m¨¢s ricos del mundo
Evan Spiegel, creador de la aplicaci¨®n Snapchat, es el millonario m¨¢s joven de la lista Forbes
Repite el mismo mantra que los emprendedores de la zona, ¡°estamos liderando una revoluci¨®n¡±. Evan Spiegel (Los ?ngeles, 1990) est¨¢ convencido de ello, tanto que no ha accedido a vender su cada vez m¨¢s valiosa aplicaci¨®n. Con una tasaci¨®n de 19.000 millones de d¨®lares (17.592 millones de euros), Snapchat es la tercera startup m¨¢s importante solo por detr¨¢s de Xiaomi (46.000 millones) y Uber (41.200 millones).
El programa ¡ªuna aplicaci¨®n dedicada al env¨ªo de fotos y mensajes que se destruyen entre uno y diez segundos despu¨¦s de haberlos le¨ªdo¡ª que engancha a millones de veintea?eros naci¨®, como Facebook, en la habitaci¨®n de una residencia universitaria, pero no en Harvard, sino en Stanford, donde no lleg¨® a graduarse. El multimillonario m¨¢s joven del mundo acumula con solo 25 a?os una fortuna de 1.500 millones de d¨®lares. Naci¨® rico y lo es a¨²n m¨¢s.
Ah¨ª fue donde conoci¨® a los cofundadores de su imperio, Reggie Brown y Bobby Murphy. Seg¨²n confes¨® a Forbes, distaban mucho de ser los m¨¢s populares: ¡°No ¨¦ramos guay, as¨ª que ten¨ªamos que hacer cosas que s¨ª lo fueran¡±. Spiegel encaja con el perfil de ni?o criado para formar parte de la elite desde la cuna. Sus progenitores hicieron que a su primer v¨¢stago no les faltase nada. Su padre estudi¨® Econ¨®micas en Stanford y Derecho en Yale. Ejerce esta segunda especialidad en uno de los bufetes m¨¢s prestigiosos de la costa Oeste. Su madre, tambi¨¦n abogada, estudi¨® en Harvard.
Esta habilidad para tratar con los inversores de capital riesgo y diversos tiburones del Valle, se le atribuye no tanto a contar con dos abogados en casa, como a las habilidades desarrolladas para conseguir calmar la ira tras el divorcio de sus padres cuando estaba en el instituto, con premios de uno u otro. A los 16 a?os, nada m¨¢s conseguir el carn¨¦ de conducir, se puso al volante de un Cadillac Escalade. Dos a?os despu¨¦s le pareci¨® poco ecol¨®gico y demasiado voluminoso. Insisti¨® hasta conseguir un BMW 550i, con el que se le conoci¨® ya en Palo Alto y alrededores. En 2015 se ha dado un nuevo capricho, se mueve en un Ferrari.
Su empresa tiene una valoraci¨®n de 17.600 millones de euros
Buenas notas, pocos esc¨¢ndalos y un inter¨¦s especial en las clases de interacci¨®n y dise?o, as¨ª le recuerdan sus compa?eros de clase en Quora, un servicio de preguntas y respuestas donde la veracidad de las contestaciones hace que ganen visibilidad. Era el chico rubio de Los ?ngeles que aprovechaba los puentes escolares para ir a esquiar a Europa. A medida que despeg¨® Snapchat, se multiplicaron los problemas. Si el valor de su invento estribaba en lo ef¨ªmero de sus mensajes cuya clave es que el contenido se consume y caduca, su pesadilla lleg¨® cuando comenzaron a difundirse sus correos personales. Primero, los que intercambi¨® con Mark Zuckerberg. Rechaz¨® una oferta de 3.000 millones en 2013, cuando acababa de cumplir la mayor¨ªa de edad, los 21 en Estados Unidos. Despu¨¦s, y mucho m¨¢s grave, cuando salieron a la luz sus opiniones sobre compa?eras de clase, con un sesgo machista, as¨ª como de algunos gays de su entorno. La tormenta de cr¨ªticas, en plena lucha por la diversidad y aceptaci¨®n de diferentes perfiles en la meca de la tecnolog¨ªa, hicieron que se activase el protocolo de emergencia de sus asesores de imagen.
Pens¨® que lo mejor ser¨ªa volver a casa, a Los ?ngeles. Tapoya Drive, el domicilio paterno, se convirti¨® en el garaje en el que rematar la aplicaci¨®n, un cl¨¢sico de la mitolog¨ªa de las startups. Despu¨¦s, se hizo con una oficina en Venice, donde siguen. As¨ª es c¨®mo Spiegel es uno de los exponentes del Silicon Playa, el polo tecnol¨®gico a las afueras de Los ?ngeles donde Google tambi¨¦n ha abierto estudios para potenciar el contenido de calidad en YouTube.
Spiegel, el nuevo ni?o bonito a diferencia del creador de Facebook, es reconocido tambi¨¦n por su atractivo f¨ªsico. Cerca del entorno familiar ha dejado atr¨¢s las salidas de tono y los correos insultantes y ha comprado su primera residencia, en Brentwood, por una cifra que supera los tres millones de d¨®lares. Las marcas se pelean por ¨¦l. Uncover, una firma holandesa de fundas, le envi¨® un MacBook de alta gama modificado. Era igual que el que podr¨ªa comprar en una tienda Apple, pero en lugar de una manzana, en la cubierta superior se encend¨ªa el fantasma ic¨®nico de su programa. Spiegel consegu¨ªa una personalizaci¨®n, para la que se usaron cuidadosos cortes con l¨¢ser en la estructura del ordenador, al alcance de muy pocos. La marca, a cambio, un marketing de guerrilla que los puso en boca de todos.
Su ¨²ltima alianza con ESPN y CNN augura un futuro prometedor para la empresa despu¨¦s de cautivar la atenci¨®n, ef¨ªmera, de los posadolescentes. El chico de la sonrisa perfecta es capaz de colar, como caballo de Troya, las noticias a los Millenials o nativos digitales, con el lenguaje ef¨ªmero que ¨¦l mismo ha creado. Los mismos flashes, la misma necesidad de dejar el dedo en la pantalla para desvelar el mensaje, pero con contenido creado para su difusi¨®n informativa. Adicci¨®n y atenci¨®n a cambio de compartir ingresos publicitarios.
Spiegel es el due?o del unicornio ¡ª empresas de m¨¢s de mil millones de d¨®lares¡ª, m¨¢s buscado dentro del mundo de las aplicaciones de mensajer¨ªa. ?l, juega al despiste y dice que lo que verdaderamente le gustar¨ªa es entrar en la industria de la m¨²sica. No hay conexi¨®n con la aplicaci¨®n, por ahora, pero s¨ª sentimental, Taylor Swift se encuentra entre sus conquistas.
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