La hora de las rectificaciones
Las divergencias no estar¨ªan s¨®lo entre los que creen que la culpa del desmoronamiento es de la comunicaci¨®n (la c¨¦lebre ¡°piel¡± de Floriano) o los que apoyan que la responsabilidad es de la desigual gesti¨®n de la crisis econ¨®mica (los recortes de la protecci¨®n social y la devaluaci¨®n salarial para los m¨¢s). Ni siquiera entre Moncloa, la sede del Gobierno, y G¨¦nova (la del partido). No s¨®lo entre quienes ven inevitable un acercamiento a Ciudadanos (aunque no sea el momento de decirlo, hay que empezar a crear las condiciones) y los que ven inevitable ¡°la gran coalici¨®n¡± con los socialistas. La principal divergencia en el seno del Partido Popular (PP) se manifiesta entre quienes entienden que hay que mantener con rigidez la pol¨ªtica econ¨®mica de austeridad a pesar de los s¨ªntomas de recuperaci¨®n econ¨®mica y quienes opinan que ante un calendario electoral tan intenso (despu¨¦s de las debacles electorales en las europeas y andaluzas hay municipales y auton¨®micas, despu¨¦s catalanas y, al final del a?o, comicios generales) hay que hacer pol¨ªtica, y hacer pol¨ªtica siempre ha significado movilizar el gasto p¨²blico.
En muchas otras ocasiones en la historia reciente se ha manifestado esa contradicci¨®n entre los departamentos de Econom¨ªa y Hacienda y el sindicato del gasto, que ha tenido que superar el presidente de Gobierno. En un hilarante libro (Mis chistes, mi filosof¨ªa, editorial Anagrama), uno de los intelectuales de moda, el esloveno Slavoj Zizek, cuenta el siguiente chascarrillo: hay un encendido debate en el comit¨¦ ejecutivo de los bolcheviques sobre si existir¨¢ o no el dinero en el comunismo. Trotski, representante del ala izquierda, dice: ¡°El dinero no existir¨¢ pues s¨®lo es necesario en sociedades donde existe la sociedad privada¡±. Bujarin, del ala derechista, le contradice: ¡°Por supuesto que existir¨¢ el dinero. Toda sociedad compleja necesita dinero para regular el intercambio de productos¡±. Al fin interviene el camarada Stalin, secretario general, que rechaza tanto la desviaci¨®n izquierdista como la derechista: la verdad, dice, es siempre una s¨ªntesis dial¨¦ctica superior de los opuestos; por tanto, ¡°existir¨¢ el dinero y no existir¨¢. Algunos tendr¨¢n dinero y otros no¡±.
En los d¨ªas anteriores a la Semana Santa, el ministro de Econom¨ªa, Lu¨ªs de Guindos, declar¨® en el Foro Cinco D¨ªas que pese a ser 2015 un a?o electoral habr¨¢ continuidad en la pol¨ªtica econ¨®mica, sin que se relajen los objetivos, ya que de ¡°estar al borde del rescate¡± se ha pasado a ser un ejemplo de ¡°eficacia y crecimiento en toda Europa¡± (aunque el primer ministro italiano Matteo Renzi no lo crea as¨ª: ¡°Me dan ganas de re¨ªr cuando escucho decir que nuestro modelo debe ser Espa?a. Estimo al pa¨ªs y a su presidente, pero cuando me dicen que nuestro modelo debe ser el de un pa¨ªs que tiene el doble de desempleo me preocupo¡±).
Pero tambi¨¦n esos d¨ªas, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal ¡ªesa instituci¨®n exigida por Bruselas, escasa de personal y demediada por el Ministerio de Hacienda¡ª, pon¨ªa en duda el cumplimiento del objetivo de d¨¦ficit p¨²blico para el conjunto de las Administraciones P¨²blicas en 2015 (el 4,2% del PIB) por dos causas: el descontrol en el gasto de las comunidades aut¨®nomas (de sus presupuestos no se deducen medidas para avanzar en la reducci¨®n del d¨¦ficit) y por los fondos de la Seguridad Social, cuya expectativa de mayores ingresos por la mejora de la afiliaci¨®n no se est¨¢ cumpliendo (los nuevos afiliados ganan menos dinero que los que un d¨ªa lo fueron y hoy est¨¢n en el paro).
La principal divergencia en el PP est¨¢ entre los ortodoxos y el ¡®sindicato del gasto¡¯
En 2014 solo cuatro autonom¨ªas cumplieron con el objetivo de d¨¦ficit, lo que llev¨® a una desviaci¨®n global del compromiso con Bruselas al 5,72% del PIB, frente al 5,5% previsto.
Ma?ana est¨¢ convocada junta directiva del PP. Habr¨¢ que esperar a conocer los gestos de Rajoy respecto a la pol¨ªtica econ¨®mica, los detalles de la nueva agenda social encargada al ministro de Sanidad, Alfonso Alonso (el nuevo representante del sindicato del gasto), si va a haber reducci¨®n del IVA cultural, etc¨¦tera. En definitiva, en qu¨¦ consisten las rectificaciones¡ si las hay. A esa reuni¨®n de la junta directiva, los representantes de las diversas sensibilidades deber¨¢n acudir como la pareja que se ha divorciado de mala manera y debe reunirse para la boda de su hija.
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