Espa?a tiene el segundo d¨¦ficit p¨²blico m¨¢s abultado de Europa

Subcampeona europea de paro; subcampeona europea de d¨¦ficit, y camino de los primeros puestos en deuda p¨²blica. La recuperaci¨®n espa?ola es una de las m¨¢s vigorosas del continente, pero las cicatrices de la Gran Recesi¨®n siguen ah¨ª, perfectamente visibles. Espa?a cerr¨® 2014 con un d¨¦ficit p¨²blico del 5,8% del PIB, en cabeza de la UE ¡ªo a la cola, seg¨²n se mire¡ª y solo superada por Chipre, uno de los pa¨ªses rescatados que sigue bajo tutela de la antigua troika. Y eso a pesar de que el recorte espa?ol es casi una proeza: casi cinco puntos de PIB en apenas dos a?os, seg¨²n Eurostat, una cifra que pr¨¢cticamente nadie m¨¢s ha cosechado, con la excepci¨®n de Grecia. Tama?o agujero no obedece a un problema de gasto p¨²blico (que asciende al 43,6% del PIB, m¨¢s de cinco puntos por debajo de la media del euro), sino de ingresos: el Gobierno promete una rebaja de impuestos, pero en ese cap¨ªtulo Espa?a est¨¢ casi 10 puntos por debajo de la media europea, a la altura de Bulgaria; en el furg¨®n de cola.

Como consecuencia, la deuda p¨²blica sigue encaram¨¢ndose a toda velocidad hacia el 100% del PIB y m¨¢s all¨¢, lastrada por las multimillonarias ayudas al sector financiero. Y muy por encima ya de la media comunitaria, pese a que Espa?a part¨ªa de una situaci¨®n mucho m¨¢s confortable que sus vecinos antes de la crisis.

Los datos cuentan historias: fuentes del Eurogrupo volv¨ªan este martes a poner como ejemplo a Espa?a de c¨®mo hay que hacer las cosas, pero Eurostat aporta tremendos matices a esa historia de ¨¦xito. Ni la recuperaci¨®n es tan lustrosa ni el d¨¦ficit y la deuda son tan preocupantes como parece tras hacer literatura comparada con el resto de socios de la UE: es un error vender optimismo con Espa?a; tan como lo es pecar por el lado contrario. Los esfuerzos de Espa?a por reducir el d¨¦ficit no tienen parang¨®n entre las grandes econom¨ªas del euro. Pero a la vez, Espa?a, cuya econom¨ªa pesa el 12% del PIB de la eurozona, concentra a¨²n una cuarta parte del d¨¦ficit p¨²blico del euro, seg¨²n los datos conocidos este martes. Y un 30% del desempleo de la eurozona, nada menos.

Las cifras de la oficina estad¨ªstica de la Uni¨®n esconden informaci¨®n que cuestiona los lugares comunes m¨¢s arraigados. La crisis ha abierto una enorme fractura entre Norte y Sur, entre acreedores y deudores. Y Alemania es, seg¨²n repiten los peri¨®dicos de Helsinki y Berl¨ªn, de Par¨ªs y de Atenas, el primer acreedor de Grecia; y por lo tanto, el miembro m¨¢s influyente de ese club. Pero esa l¨ªnea entre acreedores y deudores es m¨¢s difusa de lo que parece: Berl¨ªn ha aportado casi 70.000 millones de euros a los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal; pero Italia y Espa?a, encasilladas siempre en el bando de los deudores, suman m¨¢s de 75.000 millones, aunque no tengan el predicamento de Berl¨ªn.

¡°La salida de la crisis llega desde niveles muy bajos. Y arrastra viejos problemas, desde la enorme deuda privada a la necesidad de hacer reformas. El ajuste debe continuar, pero de forma muy gradual para no perjudicar la reactivaci¨®n¡±, explica Guntram Wolf, director de Bruegel. El analista Juan Ignacio Crespo subraya que Madrid ¡°ha logrado ir cumpliendo, a trancas y barrancas, con el d¨¦ficit¡±, pero se?ala que la recuperaci¨®n ¡°se debe m¨¢s a factores externos, como el petr¨®leo, el euro o el BCE, y desaparecer¨¢ en 2016¡±.

M¨¢s all¨¢ de Espa?a, los expertos se?alan las consecuencias de las cifras alemanas: Berl¨ªn ha dictado austeridad para todo el continente, pero si alguien esperaba que el Gobierno de la canciller Angela Merkel compensara esa dura pol¨ªtica fiscal con gasto e inversi¨®n, Eurostat certifica que ha ocurrido lo contrario. Alemania fue uno de los cuatro pa¨ªses que cerraron 2014 en super¨¢vit fiscal. La recaudaci¨®n de impuestos se elev¨® el a?o pasado; su gasto p¨²blico se redujo. Berl¨ªn lleva una d¨¦cada sin invertir y pr¨¢cticamente sin hacer reformas, con una pol¨ªtica econ¨®mica que dificulta la salida de la periferia. Y hasta los economistas alemanes empiezan a mostrarse cr¨ªticos: ¡°Es un inmenso error que Alemania coseche ahora super¨¢vits fiscales. Alemania deber¨ªa contribuir a equilibrar la eurozona e incluso a reforzar su propia recuperaci¨®n con peque?os d¨¦ficits p¨²blicos, con inversi¨®n¡±, lamenta Wolf. ¡°Alemania perjudica a sus socios, y acabar¨¢ por perjudicarse a s¨ª misma¡±, abunda Simon Tilford, del think tank CER. En la misma l¨ªnea se pronuncian la Comisi¨®n Europea, el BCE, el FMI, el G-20 y la OCDE desde hace meses. Sin ning¨²n resultado.