Me declaro en concurso de acreedores
Apenas 700 particulares usan cada a?o en Espa?a esta f¨®rmula, frecuente en otros pa¨ªses La ley de segunda oportunidad abre otra puerta al perd¨®n de las deudas y su negociaci¨®n
Los n¨²meros rojos danzan sobre las cuentas de Juan Mu?oz Pino, un prot¨¦sico dental de 50 a?os, cuando por su cabeza circula la idea de que un suicidio puede ser mejor soluci¨®n que un desahucio. Mu?oz hace lo que parece recomendable en estos casos: habla con su abogado, visita a un psiquiatra y ¨¦ste le deriva a un psic¨®logo. De este camino atormentado surgi¨® una soluci¨®n poco frecuente en Espa?a: declararse insolvente. Casi dos a?os despu¨¦s, no es que sea un hombre feliz, pero podr¨¢ pagar lo que debe despu¨¦s de que un juez haya aprobado su convenio con los acreedores y le hayan perdonado una parte de sus deudas. Durante los pr¨®ximos cuatro a?os, podr¨¢ separarse de cualquier mujer pero no de Laia Folguera. Laia es su administradora concursal.
Su vida est¨¢ sometida a un plan de pagos como quien precisa ventilaci¨®n asistida. Si necesitara m¨¢s gasoil para la calefacci¨®n porque el invierno se hace duro, habr¨¢ de pedirle permiso a Laia; si quiere adquirir un coche de segunda mano, Laia tendr¨¢ la ¨²ltima palabra. Su abogado remite un informe semestral al juez y ella administra su bolsillo; es una mujer rubia que guarda en un archivador todo aquello que en la vida de Mu?oz se resume en n¨²meros, su pasado contable y la posibilidad de un futuro en paz.
Laia escarba con sus dedos en el expediente y encuentra lo que busca: Mu?oz deb¨ªa 540.427 euros, de los cuales 418.504 correspond¨ªan a deuda bancaria, 7.000 a la Agencia Tributaria y 600 a la Seguridad Social, y el valor de su casa no sobrepasaba los 250.000 euros. Era un hombre arruinado para toda la vida, que es lo que suele ocurrir en Espa?a. Lo dice bien claro el art¨ªculo 1.911 del C¨®digo Civil: ¡°El deudor responde con todos sus bienes presentes y futuros¡±. Una deuda nunca se cancela. Incluso, se hereda.
La clave, en el caso de Mu?oz, fue doblegar la resistencia del banco: ¡°Al final, los bancos son personas¡±, explica Laia. ¡°Durante meses, quien gestionaba su deuda en el banco se negaba a cualquier acuerdo. Felizmente, esta persona fue sustituida y pudimos ver un resquicio¡±. En el bufete Jausas, de Barcelona, Mu?oz es un caso de ¨¦xito.
"En Estados Unidos, pa¨ªs con mayor tolerancia al fracaso, la gran mayor¨ªa de casos de insolvencia lo son de consumidores"
Que un ciudadano tenga derecho a una segunda oportunidad, pueda cancelar deudas y volver a empezar es posible en Espa?a desde 2003, cuando la ley concursal introdujo la posibilidad de que un particular pudiera declararse en concurso de acreedores. Pero es mucho m¨¢s probable que suceda desde el pasado febrero. Se aprob¨® entonces una ley de segunda oportunidad que, en este punto, ha tratado de paliar los problemas de la f¨®rmula anterior.
El sistema inicial de la ley de 2003 no funcionaba porque exig¨ªa un acuerdo entre acreedor y deudor. En el caso de la deuda hipotecaria, la m¨¢s importante para la mayor¨ªa de las familias, si el banco no colaboraba de forma voluntaria ¡ªy pocas veces lo hac¨ªa¡ª no hab¨ªa arreglo. De hecho, en 2010, en plena crisis, frente a los casi 5.000 concursos de acreedores de empresas, solo hubo algo m¨¢s de 900 de particulares, cifra que en 2014 baj¨® hasta los 646. De ellas, adem¨¢s, casi ninguna tuvo ¨¦xito. La media de los ¨²ltimos a?os es de unos 700 casos al a?o.
En otros pa¨ªses los particulares tienen muchas m¨¢s facilidades para acogerse a medidas de este tipo. ¡°En Estados Unidos, pa¨ªs con mayor tolerancia al fracaso y con una cultura empresarial muy arraigada¡±, explica el abogado David Grasa, del despacho MMM, ¡°la gran mayor¨ªa de casos de insolvencia lo son de personas f¨ªsicas¡±. ¡°En 2014 hubo 884.956 (entre liquidaci¨®n, convenio y plan de pagos), de un total de 911.086 casos de insolvencia¡±, explica. Las estad¨ªsticas reflejan 129.800 casos en Alemania en 2011, 143.871 en Reino Unido y 56.079 en Francia, frente a los 999 de Espa?a ese a?o.
Para mejorar estas cifras, la ley de emprendedores de 2013 incluy¨® algunos avances. Y la de segunda oportunidad, de febrero de 2015, estableci¨® mecanismos de mediaci¨®n y permiti¨® que los jueces puedan aprobar planes de pagos de las deudas ¡ªincluyendo la hipotecaria¡ª a cinco a?os que dejan al deudor una cantidad suficiente al mes para poder vivir.
Juan Mu?oz logr¨® renegociar su deuda con los bancos y obtener una quita
Grasa llev¨® el caso de una pareja de jubilados cuya deuda fue exonerada por un juzgado. Sucedi¨® hace un mes en el n¨²mero 10 de lo Mercantil de Barcelona. El matrimonio ten¨ªa cinco hijos. ¡°?l era un ex trabajador de La Caixa, ella una profesora¡±, explica. ¡°Ten¨ªan una situaci¨®n estable que se rompe a mediados de 2011 como consecuencia de gastos imprevistos porque dos de los miembros de la familia sufren un c¨¢ncer. Hab¨ªan solicitado unos cr¨¦ditos y pagaban regularmente su hipoteca. La ley dice que se liquiden los bienes, pero se pudo dejar en suspenso la venta de la casa porque no reportaba beneficios ni para los deudores ni para el acreedor. Se pudo excluir ese bien y al final les ha quedado una deuda sana que podr¨¢n pagar¡±.
Jos¨¦ Manuel de Castro fue el juez que dict¨® el auto: ¡°Hubo suerte. Les pill¨® la llegada de la nueva ley y as¨ª pudimos cerrar el caso sin que vendieran su vivienda. De lo contrario habr¨ªa sido m¨¢s dificultoso¡±. Castro, como su colega Jos¨¦ Mar¨ªa Fern¨¢ndez Seijo, del 3 de Barcelona, se han caracterizado por su sensibilidad para salvar la situaci¨®n de algunas familias. Seijo consigui¨® en 2011 exonerar de sus deudas a un matrimonio de jubilados que entr¨® en concurso en 2007, no pudo pactar un plan de pagos y liquid¨® sus bienes. Seijo interpretaba en el auto que las deudas pendientes se deben extinguir ¡°una vez que se han agotado todas las v¨ªas¡±.
Tanto Seijo como Castro sostienen que la ley de segunda oportunidad es un paso. ¡°Es un poco laber¨ªntica, pero permite un sistema m¨¢s ¨¢gil y barato. Llega cuando en Espa?a mucha gente est¨¢ exhausta¡±. Ambos reconocen que los bancos empiezan a facilitar acuerdos a cambio de confidencialidad: ¡°No quieren repercusi¨®n medi¨¢tica¡±.
Con la nueva ley, el deudor acude a un notario, que debe nombrar un mediador, quien tratar¨¢ de poner de acuerdo a las partes. Julio Rocafull es mediador: ¡°La mediaci¨®n est¨¢ pensada para hacer borr¨®n y cuenta nueva. Pero es dif¨ªcil que los bancos acepten quitas del 90%¡±. Otros expertos consultados son esc¨¦pticos respecto a las posibilidades de la reforma.
¡°Es un poco in¨²til. Quien est¨¢ mal, no es que no pueda pagar a un abogado, es que no puede pagar ni al enterrador¡±. Jes¨²s Mar¨ªa Ruiz de Arriaga, presidente de Arriaga Asociados, se expresa con esa rotundidad. ¡°En Espa?a¡±, sentencia, ¡°los bancos han tenido una influencia importante en los pol¨ªticos y por eso han sido tan depredadores¡±. ¡°Nadie gana con esto¡±, opina. ¡°Tampoco el Estado, porque la persona que no puede pagar se va a la econom¨ªa sumergida. Tengo clientes que vienen al despacho con su casa a cuestas: antes de entrar en el despacho pasan al ba?o y se dan una ducha¡±.
Juan Mu?oz vivir¨¢ pendiente de un plan de pagos durante los pr¨®ximos cuatro a?os. Vendi¨® su casa y reside con su hermana, pero no habr¨¢ sido desahuciado ni expulsado del sistema, que es lo que suele suceder en Espa?a con todo aquel que no pueda pagar sus deudas: cualquier n¨®mina, cualquier cuenta corriente a su nombre, cualquier patrimonio ser¨¢ perseguido hasta el final de la deuda... o el final del deudor.
El perd¨®n en tres leyes
La posibilidad de acogerse a un concurso de acreedores se reg¨ªa por la Ley concursal de 2003. Los particulares necesitaban un acuerdo con los acreedores para iniciar el proceso, pero los bancos se negaban por sistema.
Posteriormente lleg¨® la Ley de Emprendedores en 2013 que abr¨ªa una segunda oportunidad para empresarios y aut¨®nomos. Ofrec¨ªa la posibilidad de una mediaci¨®n con condiciones: el deudor tiene que pagar los cr¨¦ditos hipotecarios, sus deudas con Hacienda y Seguridad Social y el 25% de los cr¨¦ditos restantes. Y entonces pod¨ªa disfrutar de una quita.
Ley de segunda oportunidad llega en febrero de 2015 como una reforma de la anterior. Se ampl¨ªa a particulares. Mientras se negocia se detiene la ejecuci¨®n hipotecaria durante dos meses. Cuando acuden al concurso se liquida su patrimonio, inclu¨ªda la vivienda. Se establece un plan de pagos para cinco a?os con la deuda pendiente adaptado a su econom¨ªa. Si obra de buena fe, pasado ese tiempo se libera de las deudas pendientes.
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