Espa?a reclama un cambio de mandato del Banco Central Europeo
El Gobierno propone que no solo vigile la inflaci¨®n sino tambi¨¦n los desequilibrios econ¨®micos
El Gobierno espa?ol ha enviado una ambiciosa propuesta a las instituciones europeas para redise?ar la pol¨ªtica econ¨®mica com¨²n, que ha fallado estrepitosamente en esta crisis. Quiere un presupuesto del euro para cuando las cosas van mal. Y reclama un BCE a la americana: un cambio de mandato. El primer objetivo de Fr¨¢ncfort debe seguir siendo la inflaci¨®n, pero Espa?a pretende hacer expl¨ªcito un segundo objetivo: que el BCE se vea obligado a usar la pol¨ªtica monetaria para prevenir divergencias macroecon¨®micas entre pa¨ªses. A d¨ªa de hoy, el mayor desequilibrio es el paro: Alemania presenta tasas del 5%, y Grecia y Espa?a superiores al 20%.
Sin referencias al Eurogrupo
Entre las propuestas espa?olas de reformas en las instituciones del euro se echa en falta una referencia al Eurogrupo. Espa?a aspira que su ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, ocupe la presidencia del conjunto de ministros de Econom¨ªa y Finanzas de la zona euro en sustituci¨®n el holand¨¦s Jeroen Dijsselbloem. Pero adem¨¢s, quiere que ese puesto tenga car¨¢cter permanente y con dedicaci¨®n exclusiva, en lugar de compatibilizarse con la cartera del propio pa¨ªs. Sin embargo, en su propuesta de reformas de la gobernanza del euro, Espa?a no hace la m¨¢s m¨ªnima referencia al respecto.
Hace dos a?os, Francia y Alemania propon¨ªan expresamente la creaci¨®n de esa presidencia exclusiva. En su documento m¨¢s reciente, sin embargo, hablan de un modo m¨¢s gen¨¦rico de fortalecer la capacidad de acci¨®n del Eurogrupo, incluido su presidente, y los medios a su disposici¨®n.
La presidencia del Eurogrupo, que Guindos viene persiguiendo casi desde el comienzo de la legislatura, servir¨ªa para compensar la evidente p¨¦rdida de peso de Espa?a en las instituciones europeas. Durante la actual legislatura, Espa?a perdi¨® su puesto en el Comit¨¦ Ejecutivo del BCE, tras proponer Guindos un candidato con pocas opciones. Adem¨¢s, tambi¨¦n perdi¨® la cartera clave de Competencia en la Comisi¨®n Europea y recibi¨® una de segunda fila.
Los l¨ªderes europeos decidieron repensar la gobernanza del euro hace poco m¨¢s de un a?o: espoleados por el jefe del BCE, Mario Draghi, los Diecinueve parec¨ªan estar de acuerdo en la necesidad de una mayor integraci¨®n ante la gravedad de una crisis que ha dejado la vista los tremendos defectos del euro. Pero la llegada de la recuperaci¨®n ha enfriado esos planes.
Francia y Alemania acaban de enviar a Bruselas un documento conjunto, e Italia hizo lo mismo a finales de la semana pasada: en ambos casos se ha puesto en evidencia que el apetito por los grandes cambios se ha rebajado, con propuestas de bajo vuelo y a muy largo plazo. No es el caso de la aportaci¨®n de Espa?a: en un documento de ocho p¨¢ginas elaborado por La Moncloa, el Gobierno pide cambios de calado a Europa, que sigue siendo ¡°vulnerable a choques asim¨¦tricos¡±, seg¨²n el texto al que ha tenido acceso este diario.
Presupuesto de la zona euro y eurobonos
Madrid pide aumentar la movilidad laboral entre pa¨ªses, acelerar la uni¨®n fiscal con un presupuesto de la eurozona, completar la uni¨®n bancaria y, a m¨¢s largo plazo, reclama incluso eurobonos. En l¨ªneas generales, Espa?a est¨¢ a favor de mayores transferencias de soberan¨ªa hacia Bruselas, justo en sentido contrario de la agenda del primer ministro brit¨¢nico, David Cameron.
La aportaci¨®n espa?ola depara una sorpresa may¨²scula. El Gobierno de Mariano Rajoy es extremadamente cr¨ªtico con el papel del BCE, y reclama una suerte de revoluci¨®n en Fr¨¢ncfort: un cambio de mandato. ¡°La orientaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria ¨²nica ha demostrado ser inadecuada para determinados Estados miembros en los ¨²ltimos a?os y ha generado choques asim¨¦tricos¡±, reza el texto, pese a que a fin de cuentas despu¨¦s el BCE se ha convertido en el salvavidas de Espa?a. ¡°En algunos pa¨ªses, la pol¨ªtica monetaria fue excesivamente expansiva, y cre¨® condiciones financieras que promovieron el excesivo endeudamiento y la acumulaci¨®n de desequilibrios¡±, apunta el documento en clara referencia a la burbuja inmobiliaria espa?ola.
La ausencia de movilidad laboral en Europa y la fragmentaci¨®n del sistema financiero amplific¨® esos problemas. Y a pesar de que Madrid admite que tanto las pol¨ªticas ultraexpansivas del BCE como la creaci¨®n de cortafuegos europeos han mejorado la situaci¨®n, Espa?a pide cambios profundos, incluso a corto plazo. Por un lado, una mayor coordinaci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica, que incluya una reintroducci¨®n de criterios de convergencia ¡ªun Maastricht II¡ª en inflaci¨®n, d¨¦ficit exterior y diferenciales de los costes laborales. Pero Madrid dispara por elevaci¨®n: reclama tambi¨¦n ¡°una formulaci¨®n m¨¢s adecuada de la pol¨ªtica monetaria¡±.
En los pr¨®ximos 18 meses, el Gobierno apuesta por adaptar el objetivo del BCE (una inflaci¨®n armonizada inferior pero cercana al sacrosanto 2%) ¡°teniendo en cuenta no solo la inflaci¨®n media, sino tambi¨¦n la variabilidad entre pa¨ªses y las condiciones diferentes que genera esa viabilidad¡±.
Giro copernicano en el BCE
Pero lo m¨¢s sustancial de la propuesta espa?ola es a medio plazo: entre 2017 y 2019, seg¨²n el documento elaborado por la Oficina Econ¨®mica de Moncloa, deben darse pasos sustanciales hacia la uni¨®n pol¨ªtica, y con ellos el rol del BCE debe cambiar. Para Espa?a ¡°el mandato del BCE debe ser adaptado¡± para conseguir la correcci¨®n de desequilibrios macroecon¨®micos. ¡°La estabilidad de precios (con una definici¨®n revisada¡± seguir¨¢ siendo el objetivo primario del BCE¡±, dice el documento, que a rengl¨®n seguido pide un giro copernicano: que el BCE ¡°contribuya a la prevenci¨®n de divergencias macroecon¨®micas y desequilibrios entre pa¨ªses¡±, con un segundo mandato que debe ser ¡°expl¨ªcito¡±.
Con ello, el Eurobanco seguir¨ªa la senda marcada por la Reserva Federal de EE UU, que cuenta con un mandato dual: estabilidad de precios y desempleo. ¡°Es cierto que en Europa el objetivo expl¨ªcito es la inflaci¨®n, pero el BCE se fgija tambi¨¦n en el PIB, el desempleo y otras variables, como hacen todos los bancos centrales del mundo¡±, dijo en Sintra el pasado s¨¢bado el vicepresidente del Eurobanco, Vitor Const?ncio. A la luz de lo que ha pasado, es al menos discutible que el Eurobanco tenga en la cabeza el desempleo. Si la moci¨®n espa?ola prospera, no bastar¨¢ con eso: diversas variables macroecon¨®micas pasar¨ªan a ser un objetivo expl¨ªcito en Fr¨¢ncfort. Aunque la ortodoxia alemana que rige los destinos del BCE desde siempre hace poco probable un giro tan ambicioso.
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